Para el Vaticano es "preocupante" la cantidad de religiosos que dejan los hábitos
Para Francisco, "el contexto social y cultural en el que nos movemos" no ayuda "a mantener la fidelidad".
El alejamiento de sacerdotes que dejaron el ministerio en la iglesia católica por distintas causas en nuestra ciudad y la diócesis puso en el tapete el debate sobre la necesidad realizar cambios.
En una semana, en noviembre, la iglesia de San Francisco perdió a dos de sus curas: primero fue la decisión del párroco de la Iglesia Santa Rita, Marcio Peironi, de dejar los hábitos para asumir la paternidad de un bebé en camino; luego el padre Adrián Taranzano, vicario en la iglesia Cristo Rey, pidió una licencia temporal, decisión que podría no ser definitiva, argumentando razones personales.
En la diócesis San Francisco, en la última década, se ordenaron diez jóvenes sacerdotes, de los cuales en los últimos años, tres decidieron dejar el ministerio. A continuación compartimos la fragmentos del texto redactado por los curas:
Ahora es el Vaticano quien considera "preocupante" la cantidad de religiosos que deja los hábitos, un fenómeno que se da especialmente entre los 30 y 50 años y que en 2015 y 2016 alejó a unos 2300 religiosos por año.
"Si el Papa habla de 'hemorragia' quiere decir que el problema es preocupante, no sólo por el número sino también por la edad en la que se verifica, la mayoría entre los 30 y 50 años", afirmó en declaraciones a Radio Vaticana el secretario de la Congregación de los Institutos de la Vida Consagrada, José Rodríguez Carballo.
Para Francisco, "el contexto social y cultural en el que nos movemos" no ayuda "a mantener la fidelidad"
Rodríguez Carballo, nombrado directamente por Francisco a días de asumir su Pontificado en abril de 2013, detalló que "en 2015 y 2016 hubo cerca de 2300 abandonos al año".
En ese número, explicó, están "incluidos los 271 decretos de dimisión del instituto, las 518 dispensas del celibato que concede la Congregación para el Clero, los 141 sacerdotes religiosos incardinados en diferentes diócesis y las 332 dispensas de los votos entre las religiosas contemplativas".
Rodríguez Carballo trazó el análisis en medio de la plenaria del Instituto que reunió en Roma a varios de sus miembros y que finaliza mañana con una misa que presidirá el Pontífice en la basílica de San Pedro con motivo de la Jornada de la Vida Consagrada.
"Durante la plenaria nos detuvimos sobre tres constataciones: el elevado número que deja la vida consagrada para incardinarse en una diócesis, el número no indiferente de las contemplativas que dejan la vida consagrada y el número de las que la abandonan diciendo que nunca tuvieron vocación", agregó el religiosos español.
"Se debe constatar que el más alto número de abandonos se da entre las religiosas, algo al menos explicable en parte porque son la gran mayoría de las consagradas", explicó.
"Vivimos en el tiempo del 'zapping' en el que no asumimos compromisos a largo plazo" y en "un mundo donde todo es fácil no hay sitio para el sacrificio, ni para la renuncia, ni para otros valores", criticó Rodríguez Carballo, que agregó que en ese marco "elegir la vocación es ir contracorriente".
El sábado pasado, en un encuentro con los participantes de la Plenaria de las Congregaciones para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Francisco alertó sobre los factores que ponen en peligro la vida consagrada que en la actualidad sufre una "hemorragia".
"Estamos frente a una 'hemorragia' que debilita la vida consagrada y la vida misma de la Iglesia. Los abandonos en la vida consagrada nos preocupan mucho", indicó entonces el Obispo de Roma.
Para Francisco, "el contexto social y cultural en el que nos movemos" no ayuda "a mantener la fidelidad". "Vivimos inmersos en la conocida cultura del 'fragmento', de lo provisional, que puede conducir a vivir 'a la carta' y a ser esclavos de las modas", agregó Francisco.