Paciencia agotada
¿Quién puede estar seguro de que ahora sí Vialidad Nacional pondrá énfasis en reparar definitivamente la ruta nacional 158 en esta región? Los antecedentes habilitan la desconfianza. El tema es que la paciencia se ha agotado. Ya no se puede seguir esperando. La ruta 158 es, sin dudas, una de las más nítidas postales del atraso de nuestro país.
Las comunidades del departamento San Justo ubicadas a la vera de la ruta nacional 158 se manifestarán el 8 de junio entre Las Varas y Las Varillas para reclamar por el calamitoso estado de la ruta nacional 158 en el tramo que une a esta última población con San Francisco. Se trata de una movilización más de las tantas ya realizadas en las que se expresó el hartazgo por la inoperancia de todas las últimas gestiones de Vialidad Nacional, expertas en promesas de reparación y, al mismo tiempo, en no cumplir con lo anunciado.
El accidente que se cobró la vida de un camionero por efecto de un tremendo bache ubicado en una de las peligrosas curvas que rodean a la localidad de Quebracho Herrado es un eslabón más en la cadena trágica de decenas de muertos en los últimos años. La naturalización del deplorable estado de la calzada y de los inconvenientes que ello provoca es una grave deformación de lo que la realidad debe mostrar en este tema.
Para más, un funcionario de Vialidad Nacional volvió a anunciar lo mismo que se dijo en reiteradas otras ocasiones: la repavimentación del tramo San Francisco - Las Varillas, iniciándose los trabajos en la zona que llega a Colonia Prosperidad desde nuestra ciudad. Además, se sostuvo quemientras avanza la primera parte de la obra, los trabajos de bacheo continuarán, intensificándose e incluso, sumando personal, con una inversión de 100 millones de pesos y con colocación de carpeta asfáltica en los tramos más destruidos.
En enero pasado se había dicho lo mismo. Y en tantas otras oportunidades a lo largo de los últimos 15 años. En junio de 2005, se publicó en estas páginas la impresión de un lector quien sostuvo que "cuando se rehizo esta ruta, hace ya más de veinte años, nos parecía que habíamos tocado el cielo con las manos, porque en honor de la verdad, lo que había antes de la reconstrucción, no era ni ruta ni camino. Pero ahora, luego de aquella reparación, con el paso del tiempo sin ningún tipo de mantenimiento, se ha tornado intransitable en varios tramos". Y un año después, en esta misma columna se reflexionó sobre un anuncio similar al pronunciado hace pocas horas desde Vialidad Nacional. Se escribió en esa ocasión que "el anuncio de que habrá inversión para reparar algunos tramos no debería ser obstáculo para que se frenen las gestiones para definir una reconstrucción total de la ruta, si es que existe alguna en la actualidad. Los enormes costos medidos en términos de vidas humanas que la ruta nacional 158 se ha cobrado obligan a que el reclamo no se detenga, porque sería absurdo que este anuncio establezca la parálisis de las posibles gestiones".
¿Quién puede estar seguro de que ahora sí Vialidad Nacional pondrá énfasis en reparar definitivamente la ruta nacional 158 en esta región? Los antecedentes comentados en el párrafo anterior pueden multiplicarse a través de la lectura del archivo de este diario. Por lo tanto, habilitan la desconfianza. El tema es que la paciencia se ha agotado. Ya no se puede seguir esperando soluciones que ninguna administración nacional en las últimas tres décadas ha llevado adelante. La ruta 158 es, sin dudas, una de las más nítidas postales del atraso de nuestro país.