Nuevo enfoque en las carreras de ingeniería: enseñarán a "saber hacer" y liderazgo
En la Argentina, hay un ingeniero cada 6.000 habitantes, mientras que en Brasil hay uno cada 4.000 y en Alemania, uno cada 2.000.
Los decanos de las facultades de ingeniería de todo el país propusieron "un cambio de paradigma" en la enseñanza de esas carreras para procurar atraer más estudiantes que se gradúen, a raíz de la falta de ingenieros en la Argentina, en el que buscan priorizar el aprendizaje del "saber hacer" y de liderazgo -además de los contenidos- para adecuar la enseñanza a lo que requiere hoy el mundo del trabajo.
"Este es un nuevo enfoque que queremos darle a la enseñanza de las carreras de ingeniería. El mundo laboral le exige a un ingeniero poder resolver los problemas, tener decisión y liderazgo, y eso habrá que enseñarlo como parte de las competencias, además de los contenidos", dijo a Télam Sergio Pagani, decano de la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Tucumán.
Los decanos de todo el país, agrupados en el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (Confedi), se reunieron en la localidad entrerriana de Oro Verde. Allí le entregaron un documento con las bases de esta propuesta a Albor Cantard, secretario de Políticas Universitarias de la Nación.
"La recibieron de buen grado y prometieron analizarla", destacó Pagani, quien se mostró preocupado por la deserción que hay en el primer año y por cómo se pierden alumnos a lo largo de la carrera, que en teoría debe durar cinco años pero a veces se estira hasta el doble de tiempo.
"Estamos acreditando las carreras de ingeniería en base a los contenidos y creemos que debe haber otra mirada, que es enseñar basada en las habilidades, las aptitudes y las actitudes, el saber hacer", explicó Pagani
El decano aseguró, además, que "sabemos que en la Argentina faltan ingenieros y lo que el mundo del trabajo requiere es que el profesional siga aprendiendo de manera autónoma durante toda su carrera, que aprenda a trabajar en equipo, que tenga liderazgo y una buena comunicacion escrita y oral".
Pagani explicó que, en la actualidad, "entre el 25 y el 27% de los estudiantes que empiezan una carrera de ingeniería se reciben, es una tasa muy baja; con esto buscamos atraer más estudiantes, que les sea más atractiva la carrera".
El decano apuntó además a otro problema: que la mayoría de los estudiantes dejan la carrera antes de recibirse porque son requeridos para trabajar por las empresas, con lo que todo el esfuerzo y recursos que gasta el Estado para formar un ingeniero se dilapidan al no obtener su título.
"Buscamos que el estudiante que es requerido para trabajar en una empresa antes de recibirse, pueda acreditar las materias que le faltan rendir a través de la propia práctica. Para eso buscamos acordar con las empresas esas competencias y habilidades, que son equivalentes a los contenidos", dijo el decano.
En la Argentina, hay un ingeniero cada 6.000 habitantes, mientras que en Brasil hay uno cada 4.000 y en Alemania, uno cada 2.000, según datos del Consejo Argentino de Ingenieros (CAI).
Según la Fundación Observatorio Pyme, en diciembre del año pasado el 78% de las industrias tuvieron una dificultad media o alta para contratar técnicos y el 65%, para reclutar ingenieros. El nivel de dificultad aumentó en la última década (en 2005 era de 66 y 41%, respectivamente).
La Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación aseguró que entre 2003 y 2013 el número de ingenieros graduados pasó de 4.100 por año a 5.500. Sin embargo, la reactivación industrial de la última década impulsó una demanda de ingenieros que supera a la oferta disponible.
En el 2015, por primera vez, hubo más inscriptos al ciclo básico común (CBC) de la UBA para carreras de ingeniería que para carreras de sociales, pero las autoridades de la facultad de Ingeniería detallaron que la matrícula sigue siendo baja, sobre todo en ramas como alimentos, naval, mecánica y eléctrica.
"Hay que incrementar el número de graduados. Hoy hay 3.000 ingresantes pero con alta deserción. Se reciben 600 por año y el 50% de los estudiantes no cursa como corresponde", detallaron voceros de la facultad.
Para Pagani, este cambio de metodología de enseñanza "se centra en el estudiante y no en el profesor. No es lo que el profesor diga en el aula frente al estudiante sino lo que el joven pueda aprender también en otros ámbitos, como laboratorios, en la interacción con los compañeros o en una instancia laboral".
El decano aseguró que "los motivos por lo que un estudiante de ingeniería deja la carrera es muy variable, la propia carrera, una cuestión económica o los déficit que trae en materias como física o matemáticas".
Pagani apuntó que el cambio en la forma de enseñar las carreras de ingeniería "se está dando en la mayoría de los países, especialmente los europeos" y que, si bien "la problemática de falta de ingenieros es global, si la Argentina adopta esta metodología habrá una mejor y mayor movilidad de estudiantes al tener las carreras estándares de acreditación internacional". (Télam)