“Nos molesta cuando dicen que los restaurantes contagian”
Los gastronómicos se defendieron de los ataques argumentando que son los que más cumplen con los protocolos de seguridad.
Ante las clausuras de distintos locales nocturnos por no respetar la distancia social o el uso de barbijo entre otras infracciones ante la pandemia de coronavirus, los gastronómicos se defienden asegurando que los restaurantes no contagian y que el "movimiento" que puede haber dentro de sus comercios es solo para que la gente vaya a los sanitarios.
De igual modo, destacan que si bien muchos comentan que están trabajando bien y parecen llenos, recuerdan que solamente tienen el 50% de su capacidad.
Los gastronómicos Valeria Gallardo, Liliana Sena y Carlos Varela dialogaron con LA VOZ DE SAN JUSTO, comentaron que el esfuerzo de los restaurantes es diario y que cuesta mucho reponerse después de un año de pandemia. El relajamiento social y el temor a la segunda ola pueden afectar el año 2021.
"Nos molesta mucho cuando dicen que los restaurantes contagian el coronavirus porque somos los primeros que cuidamos los protocolos. En los locales gastronómicos no hay movimiento de gente. Las personas vienen, se sientan y como mucho se levantan para ir a los sanitarios", dijo Liliana Cena.
"Cada uno tiene su local y sabe cómo cuidar su gente y los que están dentro, pero nunca se clausuró un comercio gastronómico por no cumplir los protocolos o que haya más gente de la que puede haber. Nosotros hacemos todo lo posible para que nadie se contagie, ni nosotros, ni nuestra gente, menos los comensales", agregó la mujer.
"El malestar es que no hay otro formato para que puedan trabajar los locales bailables ante la pandemia. Todos podemos trabajar, pero hace ruido cuando dicen ´fiestas gastronómicas´ porque no es lo mismo un show que un restaurante porque no estamos en la misma categoría. Sabemos que esto no es un ´sálvese quien pueda´ porque todos queremos y necesitamos trabajar, pero nos queremos disociar de los lugares con mucha concurrencia que se le da formato de bar o restaurante como nosotros porque nosotros no tenemos la capacidad de ellos".
Los gastronómicos siguen cumpliendo los protocolos como desde el día que reabrieron sus puertas, hace ocho meses. "Seguimos con la misma modalidad, con la distancia de las mesas, que el ingreso a los restaurantes sea con barbijo y eso se les exige a los comensales. De igual modo, nosotros seguimos usando barbijo en cada momento y es difícil, pero es para cuidarnos", comentó Valeria Gallardo.
"Le pedimos a la gente que se siga cuidando, que respeten los protocolos de los lugares", agregó la cocinera.
"En los restaurantes, casi todas las mesas tenemos alcohol en gel y a veces, hasta nos da apuro de ser como policías por controlar a la gente pero es la manera en que tiene que funcionar", manifestó Cena.
"Para nosotros, todos los insumos que utilizamos para bioseguridad también representan un gasto extra, trabajando al 50% de la capacidad y claro cuando se ve un local lleno, se piensa que está abarrotado, pero no es así", agregó Varela.
Relajación social
Ante la segunda ola de coronavirus, los gastronómicos observan cierta relajación social en la gente. "Nos hemos relajado socialmente, a veces hasta en lo más básico como el uso del barbijo, pero el covid entro en agenda una vez más, con la segunda ola y la gente está volviendo a tomar conciencia y a genera una especie de temor. Tenemos que respetar al virus, tomarlo enserio a la pandemia, pero también seguir viviendo", afirmó Carlos Varela.
"Estos últimos días, los cuidados se potenciaron. Ante las noticias, notamos que la gente utiliza mucho más el alcohol en la entrada de nuestros comercios, utiliza el barbijo mayor tiempo, el alcohol en gel en las mesas", expresó Cena.
"Es necesario cuidarnos porque tenemos que seguir trabajando, Hay mucha gente vive de nosotros, aparte de empleados y proveedores".
Lo que se viene
Luego de un año difícil, con tres meses cerrados y saliendo adelante con el "take away", los gastronómicos afirmaron que "dentro de todo lo malo pudieron trabajar. "Conocemos colegas de Buenos Aires que tuvieron que cerrar las puertas o en la Costa y eso te das cuenta lo que es perderlo todo o no tener nada en la carta por no poder reponer los insumos", opinó Varela.
"Tomamos deuda, pero pudimos retomar el trabajo. Diciembre nos permitió enderezarnos, pero hoy todo aumentó y los precios no podemos trasladárselo a la gente".
"La ventaja es estar una ciudad chica, que los proveedores nos conocen, que quienes nos alquilar entendieron la situación", sumó Cena.
"La sensación es que ésta película ya la vimos. Hoy estamos ante casos que aumentaron, que el covid está más en agenda que nunca, pero si seguimos con el esfuerzo y cuidándonos vamos a salir adelante sin volver al pasado difícil que vivimos", concluyó Varela.