No viven de los planes, tienen un plan para vivir
La Economía Social le abre las puertas de trabajo a cooperativas y grupos comunitarios que a pequeña escala buscan no concentrar el mercado sino ser una opción. Quedaron excluidos del mercado formal y en ese quiebre nació la inclusión.
Por Ivana Acosta y Leandro Gottardi
Millones de personas quedan fuera del mercado laboral y social, así a secas, ya que si algo han heredado las crisis económicas es la reducción de alimentos que ingieren las personas cuando la plata escasea y los precios suben sin parar.
Es una condición esencial del ser humano la pura supervivencia aun a pesar de la exclusión a la que los condena el sistema, y que siendo negativa la transforman en un resquicio de dónde manotear. Lo que se dice en los barrios populares, rebuscárselas con lo que haya.
Ese teje y maneje genera intentos permanentes de salidas laborales nacidas desde la informalidad y que conforman la Economía Social (ES). Los movimientos sociales, que son criticados, también tienen como característica ser transversales a la profundización de las crisis y muestran otra cara del sistema que excluye, condiciona y margina.
Preguntarse qué es la ES y en qué medida puede replicarse en el interior del país trajo al "diccionario social" este término del cual se desconoce qué es, quienes lo componen y de qué manera se replica en el entorno cercano a la ciudad.
Es que la economía popular se inicia en la exclusión y el rebusque, pero se transforma en ES, un sistema concebido desde la horizontalidad (respondiendo a una fórmula más equitativa) que puede llevar a estructuras más complejas como una cooperativa, huerta comunitaria y, en otros casos, empresas recuperadas por los propios trabajadores.
La gestación de un movimiento
En San Francisco, el trabajo de las cooperativas de cartoneros y más acá el de las mujeres recicladoras del comedor "La Virgencita" son un ejemplo de las formas que puede tomar la Economía Social.
La misma se gesta a partir del desamparo que sufren los trabajadores excluidos del sistema laboral formal y con sus changas lograron agruparse en movimientos más grandes para formar pequeños emprendimientos.
El doctor en Ciencia Política, Emanuel Barrera Calderón, comentó consultado por LA VOZ DE SAN JUSTO que la ES "surge a partir de experiencias barriales y autogestionadas caracterizadas por la informalidad, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de la gente. Éste resulta ser el espacio que tiene mayor trayectoria y amplitud o heterogeneidad".
El también investigador entiende que "está atravesada por distintas estrategias de sobrevivencia como emprendimientos, huertas y comedores comunitarios, entre otras".
Desde su perspectiva, "adquiere además visibilidad porque es una respuesta a una situación crítica donde los trabajadores se unen a partir del aporte solidario de su trabajo y generaron distintas estrategias para poder seguir adelante".
Crece con las crisis
A partir de 2001, la Economía Social (que se nutre de la popular que resulta ser su variante primigenia) se convirtió en un actor clave de las políticas públicas aplicadas por el Estado. Estas iniciativas incluyeron desde nuevas formas asociativas como los emprendimientos autogestionados y el intercambio (a través de clubes del trueque) hasta el surgimiento de nuevas organizaciones.
"En este contexto surgieron en la Argentina diversos movimientos sociales - explicó- y de trabajadores desocupados que consolidaron prácticas reivindicativas en torno al trabajo fundamentalmente, de fuerte anclaje territorial y comunitario".
Se formó así un sector que agrupaba a trabajadores excluidos de los derechos sociales y laborales que frente a la desocupación "buscaron recrear mecanismos de colectivización y de politización emplazados básicamente en el tejido comunitario".
En el conurbano bonaerense existen algunos referentes como el "Frente Darío Santillán" que obtuvieron visibilidad a partir de la organización de emprendimientos comunitarios que incluso llegan hasta la educación de los trabajadores que no cumplimentaron la escolaridad.
Barrera Calderón, que es docente en la carrera de Comunicación Social en el Centro Regional de Estudios Superiores (Cres) subrayó la importancia de ejemplos como éste: "Estas experiencias tienen desarrollo según el contexto donde crecen. No se gesta lo mismo en Buenos Aires que el interior del país", y agregó: "Las particularidades pasan por la centralización de las políticas públicas de cualquier gobierno que privilegia a la capital por sobre las provincias del interior".
Empero existe una matriz común a estos espacios socioeconómicos porque "los trabajadores no solo se enfocan en la obtención de ingresos sino también de no quedar desplazados de un espacio social", sea en la capital o el interior.
Autogestión y Estado
Es importante que el Estado esté presente, pero a juicio del docente no es un tipo de movimiento que se centralice allí.
De esta forma, Barrera Calderón explicó que el movimiento no tiene una vinculación partidaria específica pero sí sectorial: "El kirchnerismo por ejemplo lo usó como dinamizador del mercado laboral en respuesta a la crisis de 2001 y la adaptación del trabajo y sus nuevos modelos de regulación".
En este contexto surgieron de allí dentro nuevos paradigmas, "menos capitalistas y más populares" que dieron nacimiento a "la Otra Economía".
El rol del Estado es necesario para dar cuenta del control entiende porque "si bien estos círculos comunitarios generan más empleo autónomo, es posible que se disfrace de precarización laboral", por la concepción histórica que tuvo el sector en el sistema capitalista.
Así han nacido cursos y capacitaciones impulsadas por los gobiernos para fomentar estos emprendimientos autónomos y a la vez colectivos.
Este año por ejemplo la provincia de Córdoba lanzó el "Programa de Fortalecimiento a la Economía Social" que ofrece capacitación para personas que eran monotributistas pero se atrasaron en cuyo caso se les ayuda a regularizar la situación y enseña cómo aprender a facturar y revalorizar su fuente laboral.
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En las redes sociales se
gesta la Economía Popular TITULO
Los emprendimientos nacidos en este contexto también cobran fuerza en entornos virtuales y se potencian ante dificultades económicas que afectan a una gran parte de la población.
Por si acaso son un ejemplo rotundo los grupos de compra y venta o trueque en las redes sociales que reflejan un nuevo ámbito comercial y económico en el mundo digital.
Estas experiencias fueron motivo de análisis por parte de la licenciada en Administración de Empresas Mercedes González. La sanfrancisqueña detalló puntualmente que "la economía popular apareció como un verdadero fenómeno y en este contexto de crisis se potencia".
Si bien para el común de la gente pareciera que el "boom" es actual en realidad es un proceso que se desarrolla hace bastante tiempo. "Ahora se está dimensionando su volumen, pero hace muchos años que las plataformas virtuales vienen tomando más protagonismo en las relaciones comerciales y económicas", puntualizó.
En ese sentido, remarcó que "en el mercado laboral formal, conseguir un trabajo en relación de dependencia es dificultoso para muchas personas, sobre todo para los sectores populares donde quedan rezagadas las minorías".
González apuntó que dado esto "apuestan a generar su propio trabajo y buscar los lugares en dónde vender sus productos".
De esta forma, hoy las redes sociales son un espacio accesible y sin costo óptimo para esto". Internet se convirtió en una poderosa herramienta para expandir el público posible para los emprendedores, y también sirven como complemento de ferias barriales.
González expresó que "muchos comerciantes a los que se les dificulta sostener económicamente un espacio físico, encuentran en las redes sociales la posibilidad de continuar sus negocios". Desde su percepción "se trata de una tendencia que se va a profundizar y que se dieron casos donde pasaron de lo virtual a ferias barriales".
La "Otra Economía" ha tomado distintos nombres conforme fue desarrollándose en el tiempo. La génesis del proceso sigue siendo la exclusión que caracteriza a las minorías como las mujeres, inmigrantes, jubilados que no pueden mantenerse después del retiro.
En ese universo social donde están quienes subsisten a changas se gesta un nuevo proceso del que puede surgir un paradigna que pone en jaque las estructuras tradicionales también en el trabajo. Esas son las historias de quienes subsisten haciendo lo que pueden porque mañana... mañana la necesidad dirá.