“No somos usurpadores”, aseguró quien ocupa la casa de Genoveva González, pero la Justicia dice lo contrario
"Esa abuela no está bien, yo tengo testigos de que ella me prestó el inmueble porque mi hijo y para mí, porque no teníamos adónde vivir", dijo Marisa, quien ocupa la casa de Genoveva. Por su parte, la fiscal Leonor Faillá sostiene que la casa está usurpada desde hace unos 15 días.
Marisa y su hijo de 22 años son los supuestos usurpadores de la vivienda de calle Olmos al 400, en barrio Hospital, a los que ayer una anciana denunció en la departamental San Justo de policía pero insólitamente, quedó detenida. Genoveva González, de 91 de años ingresó a la Unidad Judicial con un revólver y exigiendo explicaciones sobre una denuncia de usurpación que había realizado la semana pasada en el mismo lugar.
"Nosotros no estamos usurpando, la señora nos dio las llaves de un candado para ingresar a esta casa", aseguró Marisa a LA VOZ DE SAN JUSTO. Sin embargo, la fiscal que entiende en la causa, Leonor Failla, confirmó a LA VOZ DE SAN JUSTO que le consta que esta madre y su hijo usurparon la propiedad.
"Esa abuela no está bien, yo tengo testigos de que ella me prestó el inmueble porque mi hijo y para mí no teníamos adónde vivir", agregó.
Además, la mujer dijo "nunca la señora González vino hasta aquí a amenazarme. Hace diez días ella me prestó este lugar y tengo testigos de ello".
"Nosotros nos vamos a ir de acá, pero que me dé un tiempo prudencial para conseguir un lugar donde vivir", añadió Marisa y reiteró: "No somos usurpadores ni delincuentes".
Recordemos que Genoveva González vive en la ciudad de Frontera, denunció que por segunda vez le usurparon la vivienda que era de su madre y que se encuentra ubicada en calle Olmos al 400, en San Francisco, en venta desde hace un tiempo.
Cansada de la situación y ante la falta de respuestas a su pedido, Genoveva decidió ayer por la mañana presentarse en la Unidad Judicial para advertir a la Policía que si ellos no actuaban ella sería quien lo iba a hacer. Tras ello sacó un revólver calibre 22, con el cargador completo, y se los mostró a los sumariantes.
La versión de Genoveva
La mujer contó a LA VOZ DE SAN JUSTO que tras hacer la primera denuncia policial le prometieron que iban a sacar de la casa al tipo que la usurpó: "Hace ya como diez días que está en mi casa con una mujer. Hoy (por ayer) fui a la Policía con el revólver y les dije que si ellos no los sacaban yo iba a hacer justicia por mano propia".
Tras ello, González quedó detenida: "Estuve de las nueve hasta las cuatro en la comisaría, me dieron un vaso de agua y me quitaron el arma y la cartera con plata y los documentos; ahora me prohibieron sentarme en la vereda", sostuvo al ser entrevistada por este diario.
La casa en cuestión pertenecía a la madre de la anciana, única heredera. Su intención es venderla para poder realizar un viaje a Portugal: "Yo siempre defendí lo mío", le dijo de manera enfática a este diario.
Como si fuera poco, Genoveva indicó que mientras estaba en la Jefatura sus vecinos le avisaron que le habían entrado a su vivienda para robarle: "Tenía un ladrón en el patio, y los vecinos vinieron a avisarme que vieron al tipo adentro de mi casa. Yo mientras tanto me la pasé viendo papeles y es la primera vez en mi vida que me marcaron los dedos".
Sobre el arma contó que tiene los papeles y que la tenía para protegerse.
Al ser consultada sobre si sentía impotencia, Genoveva respondió: "Lo que tengo ahora no es impotencia, sí estoy preocupada porque no me dejan salir".
La causa y los tiempos
La fiscal Leonor Failla ordenó que se imputara a la mujer como supuesta autora de "tenencia ilegal de arma de fuego" y que permaneciera detenida. Pasado el mediodía, la señora designó como defensora a la asesora letrada Marcela Beccaría y la fiscal accedió a otorgarle el beneficio de la prisión domiciliaria debido a su avanzada edad.
Consultada la fiscal acerca de lo ocurrido indicó: "La denuncia fue radicada la semana anterior, la señora se estaba quejando porque supuestamente no se le da una respuesta judicial en el tiempo que ella necesita o lo desea".
Failla confirmó que la denuncia fue radicada el viernes último por una supuesta usurpación de una vivienda de su propiedad: "La señora denunció que el inmueble fue usurpado por personas desconocidas, el trámite correcto es que personal policial comisionado por esta fiscalía compruebe si el inmueble en cuestión existe y si es real que está ocupado por personas desconocidas, cuál es la identidad de estas personas y conocer el grupo familiar". La fiscal agregó que una vez realizado este trámite se deberá proceder a imputar a los mayores que residen en el lugar: "Nos ha ocurrido en oportunidades que estas personas se presentan acompañadas de algún abogado manifestando ser inquilinos o tenedores de la propiedad y la Justicia deber probar estas circunstancias".
La fiscal indicó que no se puede ordenar el desalojo de los presuntos usurpadores de un día para otro: "Quien está señalado de haber cometido un delito es inocente hasta que se reúnan las pruebas que den base para determinar que podría no serlo, solo se puede determinar que una persona no es inocente cuando es condenada por un juez", concluyó.