No fue un juego: encontraron el amor en un sitio para “gamers” y lo hicieron realidad en la ciudad
María José cruzó la Cordillera de Los Andes para conocer al Daniel, el hombre que la impactó desde el minuto cero con su voz. Se conocieron en un stream en Twitch, un sitio para gamers, y así se enamoraron.
Por Ivana Acosta
María José Montecino (31) y Daniel Fantino (25) no distan de ser una pareja común que sale a pasear por las calles de San Francisco, pero cuando sus voces se juntan y cuentan la forma en que se conocieron una mezcla de sonidos, tonadas y aventuras dan cuenta de una historia que en otros tiempos hubiera sido casi imposible de darse.
Cuando se conocieron en el amplio universo de internet no tenían esos nombres. Ella era, en realidad, Kotiwii y él Hallstorm. Se encontraron en una comunidad de gamers on line (Twitch) donde ella hacía stream en vivo, ahí llegó su "Dani" por invitación de un amigo.
Para ella fue un "flechazo" y en el caso de él fue más bien progresivo, es que hombres y mujeres suelen vivir las cosas de manera algo diferente pero al fin y al cabo se encontraron entre millones de usuarios.
"Yo empecé a jugar con los juegos retro, así atraje gente a mi canal en Twitch cuando aún estaba en Estados Unidos viviendo. Pasó mucho tiempo hasta que él llegó y fue algo muy curioso", relata María José.
De a poco, Daniel entra en confianza y aclara: "Conocía la plataforma desde antes" y llegó por la invitación de un amigo que habló "bien" de la forma en que ella se mostraba en el canal. "No llegué por coincidencia, iba a otro stream de un chico chileno y me dijo 'este stream está bueno, es de mi amiga'. Cuando entré no podía hablar o interactuar en el chat hasta después de 30 minutos y ahí empezó todo", recuerda entre risas.
Empezó como un juego
Aunque ninguno de los dos buscaba enamorarse, no pudieron hacer nada para evitarlo. Simplemente sucedió. Fue de la forma más natural ya que lograron "afinidad" mientras compartían horas de juegos en red, junto con otros amigos del canal de María José.
"Generalmente no te quedás esperando a que puedas hablar en una comunidad, pero me gustó como ella jugaba e interactuaba. Pasó el tiempo y empezamos a chatear, así fue al principio. Pero en ningún momento dije 'me enamoré', yo solo iba como usuario", describe Hallstorm.
La "torpeza" de Kotiwii para jugar lo impulsó a Daniel a "ayudarla" mediante el chat de voz para que pudiera mejorar. Comenzaron a pasar mucho tiempo junto y eso facilitó el contacto.
"Cuando entró la primera vez, yo estaba jugando con un personaje que se llamaba 'Lulú', lo escuché y dije 'ay que linda la voz'. Fue un vozarrón y no sabía qué hacer", rememoró la joven chilena entre risas siempre mirando fijo a su novio.
"Ella dijo me gustás"
Ella es de Angol, en la novena región de Chile. La distancia nunca le importó a ninguno, ni siquiera cuando notaron que "se agradaban" entre sí. Lo complicado vino después cuando "empezaron a sentir cosas" y ella tenía otro hombre al lado.
"Ella dijo me gustás", contó Dani y ahí cambió todo. Ambos estaban hablando en una llamada privada, fue el momento en que confirmaron que lo que sucedía era un auténtico "viaje de ida" porque el amor lo cambia todo.
Luchaban contra los cambios de horarios, la distancia y los propios sentimientos pero nunca, por ejemplo, contra sus familias. A pesar de "molestias" propias de la sorpresa que significó en Chile la mudanza de Kotiwii. Hoy ella vive en San Francisco. Llegó
hace seis meses, con un mes de prueba para conocerse y confirmar lo que les pasaba.
El encuentro
Fue difícil decidir mudarse a otro país, pero ahí estuvo Daniel de nuevo para saciar las dudas de su amada. Con un puñado de dólares en su mano y una valija, ella inició un largo viaje hasta la Argentina donde en el corazón del interior estaba su nuevo amor.
"Después de romper con mi ex pareja donde obvio no la pasé bien, él me dijo que entendía y que hiciera mi nueva vida. Él - por Dani - me acompañó todo el viaje, los tres días hasta que lo conocí en el aeropuerto de Córdoba", narra María José.
Fue por esa época que Daniel le contó a su mamá también que estaba esa chica del otro lado de la pantalla que "lo enamoró", aun cuando "no es de contar sus cosas personales".
Ella tenía sus dudas pero "necesitaba conocerlo en persona" y se arriesgó. "No sé bien como fue pero llegué, él me apoyó porque sino no me hubiera animado nunca quizá", comenta con nostalgia.
En esa vorágine, de idas y vueltas, la pareja logró conocerse y tras un tímido abrazo confirmaron que de verdad era amor y valía la pena intentarlo. Y si bien a nadie que juega le gusta perder, con aquel primer beso todos los prejuicios, inseguridades y miedos dijeron "game over".