Ni Una Menos, nunca más: aún queda mucho por hacer
"A la sociedad de San Francisco le pedimos que así como se indigna con cada intervención que hacemos, también se indigne con todos los casos de niñas abusadas, embarazadas y obligadas a parir y los femicidios". Los colectivos feministas ya no son extraños, pero todavía despiertan el rechazo de una parte de la población. Si bien se ha avanzado, queda mucho por hacer.
Pasó un nuevo 3 de junio, y con este la oportunidad de volver a reflexionar sobre los avances y desafíos en torno a una de las formas más habituales, extendidas y frecuentes de violación de los derechos humanos en todo el mundo: la violencia contra las más mujeres.
¿Qué cambió desde aquel grito unánime del 3 de junio de 2015 a la actualidad? Mucho, aunque aún queda mucho más por hacer.
El histórico "Ni Una Menos" puso en la agenda pública lo que el movimiento de mujeres venía reclamando, tal vez con menos masividad pero definitivamente con la misma contundencia, hacia años: "nos están matando, por ser mujeres, esto tiene que parar". Ese reclamo colectivo se transformó, meses después, en parte constitutiva de la agenda de gobierno.
La marcha de ayer fue una ratificación de que se están dando pasos sustantivos para exigir abordar la causa raíz de la violencia; la desigualdad. Estamos en la senda correcta.
En nuestra ciudad, el feminismo todavía se mira de reojo. Algunos lo comparten, pero no todos lo quieren reconocer públicamente. Tampoco su aceptación no crece al mismo ritmo que emergen nuevas agrupaciones que trabajan por la igualdad de derechos.
"A la sociedad de San Francisco en particular, le pedimos que así como se indigna con cada intervención que realizamos, también se indigne con todos los casos de las niñas abusadas, embarazadas y obligadas a parir como también con los femicidios de las últimas horas, en los que las violencias machistas se cobraron las vidas de Alejandra Palavecino y Jesica Vanesa González en la provincia de Córdoba", expresó anoche el colectivo Mujeres Unidas san Francisco al leer el documento final frente al Palacio Tampieri, tras marchar desde la Plaza Cívica.
Si bien se ha avanzado, aún queda mucho por hacer. Desterrar siglos de dominación patriarcal va a llevar tiempo. Hoy, la erradicación de la violencia contra las mujeres es política de Estado. Hoy, ante el machismo y la discriminación, las mujeres no dan ni un paso atrás. Hoy gran parte de la sociedad trabaja con la convicción de que el Ni Una Menos sea un verdadero, nunca más.