Ni rifas, ni polladas, ahora son los combos de pastas
Los pollos o las rifas no fueron relegados, aunque en el mercado del rebusque o en campañas solidarias encontraron un nuevo competidor.
En la ciudad en el último tiempo instituciones sociales y vecinos encontraron en los combos de pastas una alternativa más económica para vender y obtener ingresos.
Esto no quiere decir que los pollos o las rifas hayan sido relegados, sino que en el mercado del rebusque cotidiano encontraron un nuevo competidor.
En promedio, se comercializan entre los 100 y 130 pesos tanto por instituciones como vecinos. Las formas en que se preparan y adquieren no son únicas, contienen hasta tres productos -por lo general- y suelen incluir discos de empanadas, tapas de pascualina y pastas como ravioles, tallarines o ñoquis.
Al por mayor
En la ciudad existen distintos negocios con los que se puede consultar para comprar unidades individuales, al por mayor o preparar los combos.
Consultado por LA VOZ DE SAN JUSTO, el representante de Pastas La Piamontesa, Diego Garrone, comentó el trabajo que realizan en este aspecto: "Nosotros ofrecemos combos de pastas y también vendemos para quienes tienen rotiserías. Hoy un combo se revende en 100 y 120 pesos. "Generalmente se acercan las instituciones a pedir por cantidad. Nosotros además brindamos facilidades de pago para que no se haga pesado", agregó.
Por otro lado, la pareja de Agostina Pozzo y Matías Canello también abrieron su propio emprendimiento de venta de productos, con los que se puede armar un combo de pastas. Los jóvenes comenzaron hace dos años aproximadamente con la producción artesanal de discos de empanadas y tapas.
"Realizamos pedidos al por mayor que son comprados por gente que a veces organiza alguna venta. Últimamente aflojó mucho pero también es por la situación económica y porque cada vez la gente se rebusca con estas cosas", explicó Matías.
Agregó que conforme sigan trabajando y siga el ritmo de la economía - sobre todo por los costos de preparación - "piensan en agrandar el emprendimiento". Los jóvenes trabajan con productos que "no tienen aditivos ni conservantes".
Los paquetes de tapas de empanadas criollas cuestan por unidad $16, para árabes, y pascualinas $18.
Para el mate también
Otras de las ventas que se volvieron populares son las que realizan muchas familias elaborando comidas para la hora de la merienda o el mate. Verónica Dreiling se animó a vender pastelitos, tortas fritas y churros cuando el trabajo como empleada doméstica empezó a mermar y quedó sin un ingreso fijo.
En la actualidad trabaja por hora y no todas las semanas, por eso optó por este "rebusque".
"Nosotros preparamos tortas fritas, pastelitos y churros. Con eso aporto algo a la casa, sobre todo porque mi marido se quedó sin trabajo", contó a este diario.
A su familia le deja una ganancia que les permite asegurarse el dinero para comer todos los días. En su caso, la docena de tortas fritas la comercializa a 70 pesos y 85 los pastelitos que lleva a domicilio sin cargo.