Ni el fuego ni la pandemia apagaron las ganas de seguir
Un incendio devoró su restaurante en febrero, y al mes siguiente, la cuarentena obligatoria.Lejos de cerrar, este verano, el "Petit" de Miramar recibirá a los turistas con "nueva casa". Sus dueños confían en que la pandemia será una oportunidad para fortalecer el turismo.
Primero el agua, después el fuego y ahora la pandemia pusieron a prueba la resiliencia de un reconocido restaurante en Miramar de Ansenuza. Se trata del "Petit", que encontró en medio del aislamiento obligatorio, la oportunidad de reinventarse y apostar una vez más al comedor que se convirtió en uno de los más populares de la costanera por sus bailes todo el año.
Hace 40 años, la inundación "se tragó" el hotel que funcionaba en el mismo lugar, y en febrero de este año, el fuego destruyó el emprendimiento gastronómico de 25 años de trabajo.
Lejos de abandonar y fieles a su espíritu emprendedor, la familia Saltanovich apuesta a un proyecto superador con la renovación total del comedor (antes quincho) y la proyección de ampliarlo a futuro "hacia el costado o hacia arriba".
En tiempo récord, reabrirá sus puertas con "nueva casa" y aventura una de las mejores temporadas, potenciada por el microturismo y el deseo de la gente de ver "algo nuevo".
Así lo manifestó su propietario, Rodrigo Saltanovich, en declaraciones a LA VOZ DE SAN JUSTO: "A raíz del incendio, encontramos una oportunidad para resurgir y reinventarnos".
La fachada quedará totalmente renovada y con estilo moderno
Adiós al quincho
Saltanovich contó que si bien el nuevo espacio no contará con el tradicional quincho, "será mucho más chico pero a la vez más moderno y funcional".
"Se trata de un proyecto superador que se piensa seguir ampliando hacia todos lados, y también hacia arriba porque la municipalidad permite hasta tres pisos más", anticipó.
"En esta primera etapa será una terraza al mar pero tiene la proyección para hacer otro piso de restaurant o complejo de departamentos", adelantó.
"Buscarle la vuelta" para no desparecer
La inauguración del nuevo espacio está prevista para el mes de noviembre, junto a una serie de locales comerciales que el empresario gastronómico había comenzado a construir el año pasado y los cuales están ocupando de manera provisoria para seguir trabajando con el comedor.
"Luego de que se quemó todo hice la cocina donde tenía el depósito del comedor que linda con la galería comercial, por lo que en este tiempo de pandemia del coronavirus atendíamos por delivery por ahí y ahora que es poca la demanda también, mientras se construye el nuevo".
No obstante, Saltanovich aseguró que fueron tiempos difíciles y que sobrevivió con el trueque de productos. "Canjeaba la bebida que me quedó del restaurante por comida ya que mis ingresos dependen 100% del turismo y el rubro están paralizados".
Cabe recordar que el empresario cuenta además con un complejo de alojamiento para turistas y locales comerciales.
"La gente se fue el año pasado con el bar hecho cenizas y se encontrará este verano con una infraestructura nueva", dijo Saltanovich
Ejemplo de resiliencia
El empresario gastronómico considera que lo de su familia es un ejemplo de resiliencia ya que hace 40 años la inundación se llevó el hotel que funcionaba en el mismo lugar, después un tornado provocó destrozos y este verano, el fuego, sumado a la pandemia.
"Arrancamos con un kiosquito de madera y fuimos ampliando de a poco como a nosotros nos parecía, sin ninguna asesoría técnica", contó Saltanovich.
"Hoy, con 25 años de experiencia tenemos la posibilidad de hacer algo más funcional y con la impronta de lo que fue el Petit", rescató.
Asimismo, destacó que "la gente tiene un gran sentido de pertenencia con el espacio, más que con la infraestructura. De hecho, me escriben todo el tiempo para preguntarme cuándo abrimos".
El entrevistado afirmó que estas reformas van en la línea de modernización que busca Miramar de Ansenuza y cuya primera gran obra se dio con la nueva costanera. "Será un puntapié para que la avenida Córdoba se empiece a modernizar", manifestó.
Estilo moderno, pero con la impronta de siempre
La hora del microturismo
Saltanovich se mostró optimista de cara a la nueva temporada y considera que la pandemia será una oportunidad para potenciar el turismo en Miramar. "Van a contribuir varios factores: el turismo interno o microturismo porque la gente no va a viajar a otros países. Miramar está cerca, tiene espacios amplios, aireados y es zona blanca".
En cuanto su restaurant, señaló que "la gente se fue el año pasado con el bar hecho cenizas y se encontrará este verano con una infraestructura nueva y va a empatizar con eso".
"Un lugar nuevo es siempre la sensación del verano y confiamos que éste no será la excepción", manifestó el gastronómico y hasta espera una temporada "mejor a la anterior".