Nélida, la maestra que no falta a una escuela que no tiene ausentismo
La docente sostiene que enseñar es la forma para que sus alumnos "tengan mejores oportunidades" en la vida.
VILLA ATAMISQUI, Santiago del Estero (Mauricio Argenti enviado especial).- Nélida Lugones es directora, secretaria, preceptora y maestra de la Escuela Nº 532 de Los Sauces, quien a diario y desde hace 13 años recorre en su moto los 15 kilómetros que separan el establecimiento educativo donde trabaja de la localidad donde reside.
Con 24 años de experiencia en la docencia, Nélida relató a LA VOZ DE SAN JUSTO cómo es trabajar todos los días en una escuela rural de la cual está a cargo de 21 alumnos como personal único.
En primer lugar, la entrevistada indicó que "todos los días voy y vengo a la escuela en moto, llueva o no, con frío o con calor. Hasta aquí no se puede llegar con otro tipo de vehículo por el tipo de camino que hay que recorrer porque se hace difícil llegar".
"Nunca hice un paro"
En medio del conflicto docente que se está desenvolviendo en diferentes jurisdicciones del país, Nélida explicó que en sus años como docente "nunca hice un paro" porque "primero pienso en los niños, porque si no los chicos no tienen su educación y además por el comedor. Si yo hago paro y no abro la escuela los chicos no pueden comer porque aquí ellos reciben su copa de leche y ración de comida".
De todas maneras, Nélida reconoce que experimenta las mismas necesidades que el resto de los docentes del país. Con un sueldo básico de 4.300 pesos por su tarea de directora y con una antigüedad de 24 años, explica que "el reclamo de los docentes es justo porque no solo se trabaja las 4 horas que transcurre frente a un aula porque también se hacen muchas cosas fuera de la institución, en contacto con los padres. Son todas funciones adicionales que también hay que atender".
Reconoce también que viene "de una familia humilde que recorría cinco kilómetros todos los días para ir a la escuela" con lo cual dijo saber "lo que significa venir desde ahí y por eso se valora aún más el sacrificio de estos niños. No quiero que pierdan la esperanza de que algún día puedan tener un título".
Los niños tampoco faltan
Pese a que los alumnos deben recorrer entre dos y cuatro kilómetros caminando o en bicicleta por diferentes senderos para llegar a la escuela, el establecimiento no registra índice de ausentismo más allá de que alguna vez un alumno deba ausentarse por estar enfermo.
"Los chicos tienen que hacer entre dos y cuatro kilómetros todos los días para llegar a la escuela porque viven en zona rural. Algunos llegan caminando y otros en bicicleta, pero todos llegan. No faltan a la escuela y es algo que recalco siempre en cada lugar donde me toca hablar de mis alumnos", dijo.