Mujeres y carpinteras
Ellas aprenden el oficio de carpintería y hasta se animan a soñar con el emprendimiento propio.
El taller del Ipet Nº50 "Ing. Emilio F. Olmos" se llena de ruidos de sierras y el olor del aserrín mezclado con la cola de carpintero inunda el ambiente.
En las máquinas, prolijamente distribuidas, un grupo de mujeres se destaca trabajando en el corte de patas de sillas o cuadrados de madera que luego integrarán algún mueble confeccionados por sus propias manos.
Ellas quieren salir adelante y lo hacen en un mundo que hasta hace unos años era terreno casi exclusivo de hombres. Son mujeres que realizan el curso de carpintería gestionado por la municipalidad de San Francisco ante el Ministerio de Trabajo de la Nación y la Secretaría de Equidad y Promoción del Empleo y se da a través del Centro de Desarrollo Regional (Ceder), que dura tres meses y se dicta en las instalaciones de la "escuela del trabajo", brindando la posibilidad de una salida laboral.
Cuando antes se pensaba que las mujeres debían buscar tareas "más femeninas", en la actualidad ellas se capacitan y trabajan a la par del varón, ganando cada vez más terreno en todas las áreas.
En este momento son cinco las mujeres que realizan el curso, acompañadas por mayoría de hombres que las ayudan y las consideran como iguales, bajo las directivas del profesor Rubén Ángel Murisengo.
Cuatro de ellas, Melisa Gallo, Natalia Ingaramo, Nilda Vega y Valeria Alcántaro, transmitieron a LA VOZ DE SAN JUSTO sus experiencias, sus sueños y proyectos de emprendimientos, realizando una tarea que aman: la carpintería.
Melisa Gallo tiene 29 años, se interesó por carpintería porque estudió la tecnicatura en Diseño de Espacios y quiere buscar una salida laboral diseñando sus propios muebles. "En este momento estoy sin trabajo y aprender a fabricar muebles u objetos en madera puede ser una salida laboral, por eso de todos los cursos el de carpintería es el que más me interesó", comentó Melisa.
Agregó: "Me gustaría diseñar mis propios muebles, tener conocimiento de lo que es la maquinaria y los materiales y por qué no tener mi propio taller".
"El curso es muy bueno, es mixto, nos ayudamos entre todos y compartimos ideas. Cada uno eligió su proyecto, hacemos sillas o muebles puntuales. Es muy bueno poder trabajar en lo que uno tiene ganas, en lo que le gusta y esta es una excelente oportunidad que se nos brinda", destacó Melisa.
"Cuando yo era joven, la carpintería era algo impensable para nosotras"
Natalia Ingaramo, de 38 años, afirmó que decidió hacer el curso de carpintería "porque siempre me gustó fabricar cosas, me gusta crear y la carpintería me gustó desde siempre, trabajo con mi marido que hace herrería y lo acompaño, trabajando junto con él y fabricando algo para la casa".
"El aprender nunca está demás y ojalá en algún futuro pueda hacer un emprendimiento para una salida laboral. Es muy lindo el curso, recomendable", afirmó.
Nilda Vega, de 63 años, mamá de Natalia y cantante, agregó que hace el curso porque siempre le gustó la carpintería. "Cuando yo era joven, la carpintería era algo impensable para una mujer, pero ahora las mujeres estamos a la par del hombre", destacó.
Dijo que esto "lo tomo como una salida laboral, porque siempre alguno nos pide algún mueble y también como algo que me gusta, porque es lindo decir que un mueble de la casa lo hice con mis propias manos. Hace un tiempo pintaba y me armaba los cuadros. Es muy linda esta oportunidad".
Finalmente, Valeria Alcántaro, de 29 años, afirmó: "Siempre me gustó trabajar con madera pero nunca vi que haya un lugar que enseñara y cuando vi la oportunidad, lo primero que hice fue anotarme".
"Cuando tuvimos la primera clase todas veníamos pensando en que haya otras mujeres para no estar solas entre hombres y por suerte encontré varias. Estoy haciendo una silla para mi hijo y tengo un proyecto para empezar mi propio emprendimiento, con esto tenemos una base para hacerlo", dijo.
El objetivo del curso
El profesor Rubén Ángel Murisengo, a cargo de los cursos del Ceder, aseguró que el curso tiene una duración de tres meses. "Lo que se intenta es que los alumnos logren adquirir destreza en herramientas manuales, algo de herramientas manuales eléctricas y manejen máquinas pesadas", dijo el profesor.
Remarcó que los alumnos "haciendo lo que ellos quieren, aprenden a utilizar todas las máquinas y después pueden hacer cualquier cosa".
En cuanto a la presencia de mujeres, dijo que cada vez son más. "No hay diferencia con los varones, manejan las máquinas por igual y hay mucha armonía".
Para más información, recurrir a la Oficina Municipal de Empleo, sito en Libertad 1168, de lunes a viernes de 7.30 a 13.30.