Mujeres, dueñas de su propio destino y también del mercado
Tres mujeres de distintas edades analizaron el emprendedurismo a la luz de su propia experiencia como empresarias. Desde hace décadas o meses, todas afrontan desafíos propios buscando crecimiento y autofinanciación.
Por Ivana Acosta
Las mujeres ponen el pecho frente a situaciones muy complejas en los distintos aspectos de la vida. Y el mercado, no aquel donde se hacen las compras, se convirtió en uno de ellos. Muchas por decisión propia y otras porque heredaron un oficio del que se enamoraron, aseguran que emprender les da independencia económica para crecer y abrirse al mundo.
Según datos obtenidos de un relevamiento realizado por la Asociación de Emprendedores (Asea), el 40 % de los emprendimientos que se desarrollan en Argentina son liderados por mujeres. Es decir, son quienes toman las decisiones, organizan, planifican y afrontan el negocio.
Daniela Rodríguez empezó con la repostería hace 30 años, y desde al menos 20 amplió su trabajo a la decoración. Hoy no hay publicación en internet donde no la mencionen como una persona responsable y entusiasta.
En Brinkmann, Ana Paula Amarante es la cara visible de "Dircom", la primera agencia de Comunicación y Marketing Digital de esa ciudad, la cual creó poco tiempo después de recibirse de comunicadora social en el Cusf.
Finalmente, en pleno Bv. 25 de mayo, Gimena Garrone recibe a sus clientas de todas las edades en su comercio de marroquinería. Lo heredó de su padre que perdió hace dos años, pero lejos de hacerse a un lado decidió transformarse en la nueva dueña y forjar su futuro.
Todas dialogaron conLA VOZ DE SAN JUSTO sobre lo que significa ser directrices de su propio destino, artífices de su éxito y dueñas o decisoras de su pasar económico.
En vistas de un nuevo evento, Daniela prepara la decoración
La comunicación "al pueblo"
Aunque es una ciudad, Ana Paula siempre se refirió a su Brinkmann natal como "el pueblo", porque no lleva muchos años con esta nueva categoría. De todas maneras considera que es una comunidad en pleno desarrollo en la cual luego de terminar sus estudios universitarios decidió volver y seguir apostando.
En febrero de 2018 nació "Dircom", la primera agencia de Comunicación y Marketing Digital brinkmanense. Consciente de los desafíos que esto presenta sobre todo en un campo poco conocido como la Comunicación Institucional, considera que "es posible la transformación" a través de su uso como herramienta.
"Comencé a estudiar - Comunicación Social - y con el correr de los años fui descubriendo que mi pasión era la comunicación institucional. Si bien ya trabajaba en el Departamento de Prensa y Comunicación de dos instituciones de mi ciudad, sentía la necesidad de realizar un paso más grande", expresó la joven que hace casi un año lanzó su propio emprendimiento.
Amarante es el motor de su propia empresa, diagrama las actividades, publicidades y difusión propia. Sin embargo, esto lo ve solo como un primer paso ya que indicó cuáles son sus objetivos en un futuro cercano: "Aunque por el momento estoy sola, la idea es poder formar un grupo de trabajo que esté integrado por profesionales que se desempeñen en las ramas de marketing y diseño", aclaró.
Ana Paula después de estudiar montó su propio proyecto laboral
Pionera en el rubro
El caso de Daniela es diferente. Ella comenzó a trabajar por su cuenta e hizo crecer su pequeña empresa ("Decoraciones Daniela"), pero nunca se vio como emprendedora. Su afición por la repostería y la decoración le hicieron buscar cada vez más recursos para solventar gastos en su casa.
"A mí siempre me gustó la decoración, si bien nunca pude por cuestiones económicas hacer un curso aprendí nuevas técnicas y miro tendencias en internet y los programas de televisión", detalló mientras acomodaba las telas que serán parte de una nueva fiesta que se encuentra organizando.
Esta labor de coordinación no es nada sencilla porque con el tiempo por la demanda debió ir empleando a otras mujeres para que la ayuden. Además de que en algunos casos debe también planificar en conjunto con fotógrafos, quienes filman o se encargan de la parte gastronómica en un evento.
Abrirse camino
El caso de Daniela es la prueba de la transformación de un emprendimiento, algo a lo que por ejemplo Ana Paula aspira. Una suerte de ejemplos de cómo una empresa puede ir cambiando y ampliándose con tenacidad y esfuerzo, además de tiempo.
También existen experiencias como la de Gimena Garrone, que empezó como colaboradora y empleada en el negocio de su papá y luego de su pérdida decidió seguir adelante haciéndolo su fuente plena de ingresos.
"Empecé a los 15 años a trabajar los sábados a la tarde y me ganaba la plata para salir. En el 2010 venía a la tarde después del colegio para juntar dinero e irme a Bariloche. Y cuando murió mi papá decidí hacerme cargo del negocio por un tema sentimental. Él pasó mucho tiempo acá y conozco todo el trabajo", describió la actual propietaria de Crash, un negocio de marroquinería.
Desde abajo y con esfuerzo
Aunque Gimena heredó clientes y proveedores de su papá, no todo fue fácil. El negocio anteriormente también estaba enfocado por igual a la regalería pero ahora los tiempos cambiaron y profundizó en la marroquinería.
"Hoy soy yo acá la que hago y decido todo, aunque a veces me ayuda mi mamá a atender. En mí está comprar, elegir, armar la vidriera y viajar, por suerte tengo el mismo trato con los proveedores que el que tenían ellos con mi papá", subrayó la joven de 25 años, que además agregó que "no imagina otro rubro de trabajo que no sea la atención y trato con el público".
Desde abajo
Empezar de abajo es una cualidad que une a las entrevistadas. Para ellas, cada una en su rubro, la motivación económica y más aún la de superación y autorrealización fueron importantes para lanzarse al mercado y trabajar en forma independiente.
La decisión de crear "Dircom" para Ana Paula no fue fácil, ni nació de un día para el otro. Tras un estudio de mercado llegó a la conclusión que su idea podía adaptarse a la ciudad donde vive pero principalmente porque considera que "tiene potencial de crecimiento y la comunicación puede ser fundamental para ese desarrollo".
"A las instituciones les hacemos saber que estamos para ayudarlos a concretar sus objetivos. Es un negocio que recién arranca pero que de a poco va ganando confianza en la gente que pregunta, consulta. La idea es llegar a la región con grandes y medianas empresas", dijo Amarante sobre su proyecto.
Daniela coincidió en que el esfuerzo es la clave. Cuando ella empezó, poco se sabía sobre el área en que se especializó pero eso no la desalentó. "Hoy hay mucha gente que hace lo mismo por eso el profesionalismo es a lo que también hay que apuntar", agregó.
Sin miedo al fracaso
Los tiempos de éxito no son permanentes y bien lo saben estas tres mujeres, sin embargo, ninguna pese a los infortunios sienten que sea un factor determinante de peso. Ellas consideran que "pese a que siempre está el miedo al fracaso, nunca hay que bajar los brazos".
Por eso apelan a nuevos recursos en forma permanente, desde capacitaciones hasta aprender tendencias por internet, tratar al cliente y explicar e interpretar lo mejor posible lo que desea.
"Hay que animarse, ser positivos y pensar siempre en grande", quizá esa sea la clave de los propósitos para que los emprendimientos tengan verdadero éxito.
Gimena lo tradujo como "algo que las empuja siempre"; Daniela "como una pasión que heredó y le permite manejarse por sí misma", en tanto que Ana Paula consideró que "el emprendedurismo es una herramienta que permite a las mujeres hacer grandes cosas".