Miles de "sardinas" invaden Roma y se le plantan al neofascismo
Miles de italianos se concentraron en Roma contra las políticas de ultraderecha.
Decenas de miles de personas llegaron hoy hasta Roma desde puntos de Italia para participar de una gran manifestación contra el neofascismo y las políticas de ultraderecha.
Las llamadas "sardinas", militantes de un movimiento cívico y apartadista nacido hace un mes en Bolonia, colmaron la plaza San Giovanni de la capital italiana y se reivindicaron como los "partisanos del siglo XXI".
El principal blanco de la protesta fueron las políticas ultraderechistas que promueve el líder de la Liga, Matteo Salvini, ex ministro del Interior, a quien acusan de fomentar el odio y el racismo con una retórica anti inmigrantes que va en contra de la libertad, la tolerancia y la igualdad.
Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia, también fue varias veces mencionada por los manifestantes en su condición de cabeza de otra agrupación de extrema derecha.
Antiguos militantes de movimientos de izquierda y jóvenes estudiantes convergieron en la plaza y entonaron el "Bella ciao", la canción convertida en himno por los partisanos que combatieron al fascismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Cómo surgió el movimiento
El movimiento nació después de una convocatoria lanzada por cuatro jóvenes a través de las redes sociales y el 14 de noviembre pasado miles de personas se reunieron en Bolonia y quedaron como "sardinas enlatadas" en una plaza de esa ciudad para denunciar al partido de Salvini.
En declaraciones difundidas por Europa Press, Carla Nespolo, presidenta de la Asociación Nacional de Partisanos de Italia (ANPI), se mostró feliz por el hecho de que este sector haya "recuperado" la Plaza de Sam Giovanni, escenario frecuente de movilización para la ultraderecha.
Entre la multitud se distinguieron cientos de pancartas, todas con consignas contrarias al neofascismo o lemas humanistas, como "Roma no se rinde" o "No al odio".
Desde el 14 de noviembre, las "sardinas" hicieron varias concentraciones en diversas ciudades italianas y hoy llegaron a la capital del país con el objetivo de sumar voluntades para frenar las ambiciones de la ultraderecha.