Menopausia: ¿principio o fin?
Uno de los mayores miedos que tienen las mujeres que inician este período es el de aumentar de peso. Este temor no es infundado, ya que las grasas se incrementan. Por eso es indispensable revisar los hábitos alimentarios y hacer actividad física para generar gasto calórico.
Por lo general, la menopausia es vista como el fin o la pérdida de la fertilidad, de la vida reproductiva, e incluso, de la femineidad. Sin embargo, es simplemente el comienzo de otra etapa en la vida de cualquier mujer, que ocupa casi la tercera parte del ciclo vital.
Uno de las mayores miedos que tienen las mujeres que inician este período es el de aumentar de peso. Este temor no es infundado, ya que las grasas se incrementan.
Cada mujer vive la menopausia o climaterio de un modo particular. Algunas padecen de calores y no logran conciliar el sueño durante la noche. Otras, en cambio, empiezan a notar ciertas irregularidades en el período menstrual y sin otros síntomas, lo pierden en forma definitiva.
Lo importante es reconocer cuándo se inicia esta etapa y aprender a transitarla como un hecho normal que atañe a cada mujer del planeta. De hecho, sería anormal si no ocurriera.
Empecemos por definir qué es la menopausia o climaterio. Es el período en que los ovarios dejan de producir hormonas: estrógeno y progesterona. Con frecuencia, los primeros síntomas aparecen entre los cuarenta y cinco y los cincuenta y cinco años.
La edad varía según diversos factores: genética, clima, etnia y hábitos de vida, entre otros. Se extienden hasta que la que la mujer menstrúa por última vez. Y deben haber transcurrido al menos doce meses desde el último sangrado para confirmar la ausencia de futuras menstruaciones.
El descenso en los valores de estrógenos distribuye las grasas en el cuerpo de un modo diferente. Si durante el período fértil la grasa se localizaba en la cola, el muslo y las caderas, durante el climaterio y las posmenopausia se ubicaran en el tronco, la panza y a veces, el busto.
Muchas veces se oye a las mujeres quejarse de que perdieron la cintura. Y es así: el cuerpo deja de parecer una pera para que volverse una manzana. Hasta aquí, el panorama se ve funesto y aterrador. Pero, tranquilas: pueden evitarse los kilos de más y sí es posible mantener un peso saludable y una nutrición óptima.
La clave es preguntarse: "¿Cómo me veo? ¿Cómo me siento? ¿Qué hago para verme y sentirme mejor?". También es indispensable revisar los hábitos alimentarios, si se cumplen o no con las cuatro comidas aconsejadas y cada cuánto se realizan. Además, es esencial hacer actividad física para generar gasto calórico.
El climaterio no el fin ni la pérdida de nada. Solo hay que aceptarse con los nuevos cambios que se producen, encontrarse con una misma desde otro lugar, desde otra perspectiva, y cuidarse para preservar nuestra calidad de vida.
En cuanto a la alimentación, no hay que olvidarse de incorporar ciertos nutrientes. Es necesario consumir lácteos y carnes de buena calidad, en especial, pescado, porque aportan proteínas, calcio y vitamina D, fundamentales para evitar problemas osteoarticulares (en los huesos y articulaciones).
Asimismo, es aconsejable incorporar cinco raciones de verduras y frutas al día para cubrir la falta de las vitaminas y los minerales que decaen en esta etapa, y legumbres porque son fuente de fibras, proteínas e hidratos de carbono complejos. Los fitoestrógenos de la soja son muy beneficiosos.
La soja se puede consumir en ensaladas o hamburguesas caseras con verduras y cereales. No es recomendable hacer una dieta estricta. Tampoco dejar de comer las cosas que nos gustan. La alimentación consciente, placentera, ordenada, pautada y organizada hará que cada mujer pueda transitar esta etapa de forma saludable, tanto a nivel orgánico como psíquico. Nutrí tu esencia y protegé tu cuerpo. Es nuestro único y mejor hábitat.