Médico devotense contagiado de Covid-19 en Buenos Aires: “No le conté a muchos vecinos por miedo a ser discriminado”
Carlos Zabala es traumatólogo y devotense. Trabaja como director de guardia en el Hospital Piñero de Buenos Aires y hace unos días fue diagnosticado con Covid-19. Contó su experiencia a LA VOZ DE SAN JUSTO para concientizar a la población en la necesidad de prevenir y "cuidar más al personal de la salud en lugar de discriminarlo".
Por estos días, las noticias de médicos discriminados por sus propios vecinos son moneda corriente, sobre todo en edificios porteños. Carlos Zabala, traumatólogo y profesional del Hospital Piñero es el caso número 637 de coronavirus en la ciudad de Buenos Aires que contrajo la enfermedad en su ámbito laboral.
Zabala es devotense pero se trasladó a la capital bonaerense en el año 1999. Se desempeña en la guardia del hospital Piñero, pero también presta servicios en el hospital Zubizarreta de Villa Devoto y en el complejo Penitenciario Federal, cárcel de Devoto.
Estima haberse contagiado de un asintomático aunque a ciencia cierta no sabe donde como adquirió el virus ya que cuenta con pluritrabajos. Lo cierto es que apenas se supo de un positivo en su equipo de trabajo, todos se aislaron evitando que el virus se siga propagando.
"La sociedad debe cuidarnos más"
Según señalo Zabala (50) a LA VOZ DE SAN JUSTO "al principió sólo le dije a una vecina y al portero del edificio por miedo a que me discriminen".
Es que el profesional vive sólo y necesitaba de ayuda para obtener elementos esenciales para pasar la cuarentena, que comenzó el 27 de abril.
En este sentido reflexionó: "Los profesionales de la salud somos los que más nos cuidamos por eso es injusto que muchos sean discriminados".
Al respecto, el traumatólogo devotense precisó que aún antes de aislarse por la enfermedad, "siempre salí de mi casa con guantes, barbijos, bajé por las escaleras directamente a la cochera, cosa de no compartir espacios comunes".
"Pase lo que pase estoy tranquilo de que tanto yo como mis compañeros actuamos bien. Fuimos conscientes y nos aislamos, también todas las enfermeras del equipo, cosa de no seguir propagando el virus".
"Estoy tranquilo de que el virus se quedó en casa conmigo y conmigo se va a ir", enfatizó el profesional.
"Creo que la sociedad debe cuidarnos más. Los aplausos son bien recibidos, pero la lucha es que nos garanticen los elementos de protección y entender que somos la primera barrera de contención que van a pasar quienes tengan la sintomatología, no se pueden autocurar", reflexionó.
El primero del país con lesiones dérmicas
El traumatólogo no hizo fiebre, ni tuvo complicaciones respiratorias. Los primeros días, tuvo algunos síntomas como tos y dolor de garganta, pero pasó varios días hasta ser diagnosticado porque no presentaba fiebre.
Lo que sorprendió a los médicos que lo atendieron días más tarde es que presentaba lesiones dérmicas en la cara interna de los brazos, en el abdomen y en los muslos.
Se transformó en el primer paciente en presentar esta sintomatología en la Argentina y el tercero en el mundo.
"Si bien había algunos casos en Europa, nunca se había visto en Argentina. Las imágenes de mis lesiones empezaron a circular por fotos de dermatología para advertir", precisó Zabala.
"Los aplausos son bien recibidos, pero la lucha es que nos garanticen los elementos de protección y entender que somos la primera barrera de contención que van a pasar quienes tengan la sintomatología, no se pueden autocurar",
Las mismas aparecieron en la cara interna
de los muslos, cuello, brazos y antebrazos.
"Nunca tuve temperatura ni dificultades para respirar, pero cuando me hicieron un análisis de laboratorio, tenía síntomas. Lo que los desorientó fueron las lesiones de la piel que eran compatibles con varicela", dijo.
De hecho reconoció que lo que más lo asustaba era tener otra enfermedad, más que el coronavirus en sí.
Algunas de las lesiones dérmicas que aparecieron en su brazo producto del Covid
La
tecnología, una aliada para
la recuperación
Zabala atraviesa su recuperación sólo en su departamento y asegura que la tecnología lo ayuda mucho en su cuarentena. "A quienes estamos aislados por coronavirus, la tecnología acorta distancias y nos hace sentir acompañados".
Asimismo manifestó que "las lesiones se están apagando y mas bien se
trasformaron en manchas".
"No se si me quedarán secuelas porque todo es muy nuevo", dijo el profesional devotense.
No obstante se mostró optimista al señalar
que "ya no tengo viralidad" y que en los próximos días deberá realizarse un
nuevo hisopado para comprobar la negatividad del virus.
No obstante cuenta que los cuidados son los mismos que tenemos todos los argentinos, aún más reforzados. "Dos veces al día paso alcohol con agua en superficies y limpio con lavandina porque no sabemos si podemos reinfectarnos", dijo.
De médico, a paciente
Por otro lado, el profesional se mostró satisfecho de que la ART haya incluido al coronavirus como enfermedad profesional. Asimismo transmitió un mensaje de esperanza manifestando que "es una enfermedad nueva y los médicos están abocados a la investigación, por ello lo mejor es no sobre informarse y seguir el consejo de los que saben".
En su caso particular y aunque reconoce que no es una simple gripe, Zabala contó que "yo lo tomé como médico pero me pasé del lado del paciente y dejé todo en manos de los que saben. No busqué más información ni me comparé con otros casos, ya que no todos los organismos reaccionan igual a la enfermedad".
"Quiero contar mi experiencia no para dramatizar, sino para concientizar", expresó.
"No busqué más información ni me comparé con otros casos, ya que no todos los organismos reaccionan igual a la enfermedad".
Asimismo sostuvo que no sabe cuando volverá su actividad laboral ya que tiene que someterse a nuevos análisis de sangre y a una tomografía el día 30 del cursado de la cuarentena.
Inclusive deberá seguir una dieta estricta "nada de frituras y grasas, ya que el hígado queda inflamado como si hubiera tenido una patología hepática".
Pidió testeos a los asintomáticos
También pidió por mayores elementos de protección y testeos al personal de salud.
"Deberían hacerle el hisopado a todos aquellos que hayan tenido contacto con un positivo de Covid- 19 aunque no tengan síntomas, ya que al personal de salud es quienes más deben cuidar", opinó.
Devoto, siempre presente
Zabala tiene nueve hermanos por lo que cada dos o tres meses visita la localidad de Devoto y la región, donde residen sus familiares. Su última estadía fue el 20 de enero y planeaba volver para las Pascuas, pero no pudo por el "doble" aislamiento.
No obstante segura que mantiene contacto con sus ex compañeros de secundaria y amigos del pueblo y que "Devoto está siempre presente en su vida".
"La paradoja de la vida es que de los tres trabajos que tengo, dos son en Devoto: en el hospital Zubizarreta del gobierno de la ciudad que está en Villa Devoto y en el complejo Penitenciario Federal que es el de Devoto. Sin querer terminé en Devoto", expresó sonriente.
"Deseo de que esta situación esto nos haga mejores personas y no nos permita cometer los mismos errores. Valorar la salud y la vida".
También manifestó su preocupación de que el coronavirus no llegue a "nuestro Devoto", en San Justo sobre todo por la gran cantidad de adultos mayores que allí residen. "Se que están muy bien cuidados y que se adoptaron medidas preventivas. Pero que la gente no se relaje, ni se confié en el uso de barbijos", advirtió.
Finalmente expresó su deseo de que "esta situación esto nos haga mejores personas y no nos permita cometer los mismos errores. Valorar la salud y la vida".