Medicamentos vendidos sin receta
El crecimiento de estas prácticas se debe al mayor acceso de la población a las nuevas tecnologías, a la publicidad indiscriminada, a la tendencia a la automedicación que tenemos los argentinos y también a la inexistencia de legislación actualizada que regule este tipo de comercio.
Los medios de toda la provincia se
hicieron eco de la noticia que afirma que la Justicia de Villa Carlos Paz
investiga una "broma" que casi le cuesta la vida a un adolescente de 13 años,
cuando dos de sus compañeras le colocaron dos pastillas con la droga sildenafil
en una botella de gaseosa. Las jovencitas de 13 y 14 años de edad colocaron el
viagra en la bebida sin que el joven lo sospechara. Al rato de consumirlas, el
menor se descompuso y debieron internarlo de urgencia.
Por fortuna, el menor parece recuperarse lentamente de esta situación que puso en serio peligro su existencia. Pero la denuncia de sus progenitores avanza en la Justicia para dilucidar algunos interrogantes o puntos oscuros que poco tienen que ver con una broma adolescente, sino con el modo de funcionamiento de una sociedad en la que las leyes son solo textos escritos y en la que los controles a veces no existen.
Después del momento lamentable que debió atravesar este joven, la mirada se centra en cómo dos preadolescentes compraron libremente en una farmacia la droga sin que existiera una receta al menos. Es más, la Justicia analiza algunos videos que podrían ser del momento en que las chicas compran el viagra. "Durante el transcurso de esto me comunico con una de las nenas y me confirma que sí pasó todo esto. Fue un momento durísimo. Las nenas habían conseguido comprar el medicamento. Hay una filmación", sostuvo el padre del joven lesionado.
En toda su dimensión aparece aquí la inobservancia de la legislación. A la ya peligrosa automedicación que es costumbre en buena parte de la sociedad argentina se suman los remedios truchos que se venden en cualquier comercio -hasta en la calle en determinados casos-, además de la falta de responsabilidad de algunos comercios farmacéuticos y la escasa acción de control de los organismos públicos encargados de velar por la salud de la población.
Peor aún. Desde hace algunos años se alerta sobre la venta de medicamentos por Internet, fenómeno que es potenciado por un Estado ausente en el contralor que le corresponde. El crecimiento de estas prácticas se debe al mayor acceso de la población a las nuevas tecnologías, a la publicidad indiscriminada, a la tendencia a la automedicación que tenemos los argentinos y también a la inexistencia de legislación actualizada que regule este tipo de comercio.
¿Cómo es posible que dos adolescentes compren una droga que sólo puede ser vendida bajo estrictas condiciones impuestas por la ley? ¿De qué manera funcionan los controles? ¿Son de gran magnitud las redes de expendio de medicamentos "truchos"? Interrogantes que son fáciles de formular pero complicados de responder mediante el sentido común. Porque no encuadran en lo que debiera ocurrir si las normas vigentes se cumpliesen de manera acabada.