Mascotas y coronavirus: las recomendaciones de dos expertos
Aseguran que incrementan su ansiedad al modificarse sus rutinas por el aislamiento.
Las rutinas diarias de las mascotas también sufrieron modificaciones por el aislamiento social preventivo de sus dueños en el marco de la pandemia por coronavirus. Durante el asilamiento obligatorio los paseos están permitidos, siempre que sean breves.
El estrés es algo que hay que tener en cuenta ya que puede ser un aspecto que tienda a modificar el comportamiento habitual de estos acompañantes del grupo familiar.
LA VOZ DE SAN JUSTO consultó a dos especialistas que coincidieron en que el encierro incrementa el estrés y la ansiedad de nuestros amigos de cuatro patas y en algunos casos, pueden encontrarse nerviosos, orinar o defecar en lugares que antes no lo hacían, roper cosas, entre otros cambios de comportamiento.
Cambios en el comportamiento
Diego Braccamonte, experto en entrenamiento canino, aseguró que "los perros están muy afectados por la cuarentena", lo que disparó en estos últimos días "muchas consultas por problemas de comportamiento" por parte de canes que usualmente no tenían ese inconveniente.
"El encierro les cambia el comportamiento a los perros", dijo y lo atribuyó a que "muchos venían de una rutina de paseos diarios o algunos lo hacían dos o tres veces por semana. Y de repente, y por efecto del aislamiento, no se lo sacó más".
A través del paseo habitual, y al igual que ocurre con los seres humanos, los perros liberan energía al tiempo que se relajan disfrutando de una actividad que les resulta placentera.
A esto hay que agregar que antes del confinamiento de la población "los perros estaban acostumbrados a estar parte del día solos en la casa, sobre todo cuando sus dueños se iban a trabajar y ahora están todos juntos y eso los termina desorientando".
Estos cambios, según señaló el especialista, "terminan generando mucha ansiedad en los perros" mientras que una vez que finalice esta cuarentena "se les vuelve a cambiar la rutina y eso los volverá a estresar".
Qué cambiará post cuarentena
Consultado sobre lo que puede ocurrir que a medida que se vaya flexibilizando más el aislamiento y regularizando la rutina familiar, Braccamonte pronosticó que "seguramente el perro experimente un comportamiento más activo en la casa, posiblemente genere roturas y algunas reacciones que antes no tenía".
Si bien puede parecer que algunas razas de perros pueden soportar mejor que otros un período prolongado de encierro, en realidad esto está relacionado con el nivel de actividad que tenga cada animal. "Si en casa tenemos un perro que no sale nunca, en realidad no va a advertir muchos cambios, pero sí ocurrirá lo contrario con aquellos que están acostumbrados a un paseo diario".
Al igual que los niños, las mascotas solo pueden realizar paseos breves
La importancia del paseo diario
Lucía Domínguez toda las mañanas solía caminar acompañada de varios perros a los que paseaba por distintos lugares de la ciudad.
En tanto, la cuarentena terminó de lleno con esta rutina e impactó en el comportamiento de los canes que de un día para el otro se vieron obligados a estar encerrados entre cuatro paredes.
Lucía aguarda con ansias que entre las próximas actividades a habilitar por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE Central) se la de los paseadores de perros.
"La caminata para los perros aporta muchos beneficios. Ellos están felices desde el mismo momento en que salen", comentó la entrevistada.
Precisamente, sostiene que las caminatas permiten una notoria reducción en el estrés y contribuyen a modificar de manera más favorable el carácter de estos animales.
"Ellos necesitan sociabilizar con otros perros y les hace muy bien dar una vuelta", explicó Lucía para luego comentar que "el encierro los estresa mucho" y cuando logran salir a pasear "liberan mucha energía y al final terminan muy cansados pero se los ve felices".
Consejos:
-Generar rutinas de salida, intentar sacarlos siempre en el mismo horario, generar momentos y espacios de juego y pautar horarios para llevarlos a cabo.
-Presentar alternativas de juego diferentes cada 3 o 4 días. Los juegos deben ser cortos en tiempo con 10 minutos como máximo.
-Debido a que los cambios en sus rutinas habituales pueden aumentarles ansiedad, sugieren no estar pendientes todo el tiempo de ellos.
-Tampoco realizar cambios en la dieta sin hablarlo previamente con un veterinario.
-No generarles hábitos nuevos que después nos resulten incompatibles con las formas en la que buscamos convivir con ellos, por ejemplo dejarlos subir a sillas, sillones o camas o permitirles comer en lugares distintos.
-En el caso de contar con un patio grande, el lugar puede ser utilizado para marcar un circuito de paseo con el perro y de esa manera pueda gastar energías.