Manejar a los 70: entre la autonomía y los límites de la salud
No hay una edad límite para sacar el carné de conducir. Sin embargo, el trámite es más exigente para los adultos mayores. Y con razón: la visión, el oído y los reflejos ya no son los mismos. Ahora bien, ¿cómo darse cuenta que llegó el momento detenerse?, cuando conducir los hace sentir útil. El 25 % las licencias que se otorgan en San Francisco corresponden a mayores de 70 años.
Con 78 años Raúl Porporatto sigue manejando su auto y asegura que para él es una necesidad porque se siente activo, trabajando junto a sus hijos en su comercio de mercería de la ciudad.
A medida que pasan los años, los cambios en la salud pueden afectar los reflejos y sentidos fundamentales como la visión y el oído, provocando limitaciones en los conductores mayores.
No todos envejecen de la misma manera y el aumento de la expectativa de vida hace que cada vez más haya adultos mayores activos en la sociedad... y conduciendo en las calles.
¿Hay una edad para dejar de manejar?¿Cuáles son las señales que indican que llegó el momento de decir basta? En San Francisco, según establece la ordenanza Nº 2.213, no hay una edad límite para manejar, aunque sí, a partir de los 70, los conductores -hombres y mujeres- deben renovar la licencia una vez al año.
Son muchos los que siguen frente al volante. Se otorgan en promedio 300 licencias de conducir por mes a mayores de 70 años, lo que representa el 25 % del total de las emitidas mensualmente.
Tras los exámenes y requisitos, llega la prueba de manejo y el otorgamiento de la licencia
Sentirse útil
La jornada comienza desde muy temprano a la mañana en la oficina de Licencias de Conducir de la Dirección de Policía Municipal -a cargo de Adrián Bonavita- y rápidamente la sala de espera para renovar el carné se va poblando.
Llegan jóvenes que por primera vez van a gestionar el carné, algunos acompañados por los padres, y entre ellos son varias las personas mayores que se preparan para el examen médico y los trámites que le permitirán contar de nuevo con el permiso para manejar.
Durante la recorrida por las distintas dependencias, entre turnos y requisitos, Raúl Porporatto contó a LA VOZ DE SAN JUSTO que piensa seguir manejando mientras le den el carné.
"Todavía me siento bien, me siento útil, para mí es una necesidad porque sigo al frente de mi negocio junto con mis hijos", aseguró.
Aunque aclaró: "Si veo que pierdo la capacidad de ver bien o reaccionar o no me da la salud, creo que hay que dejar de manejar; tengo que proteger a mi familia que llevo en el auto y a los demás".
Raúl consideró que si la persona está apta para manejar no tiene por qué haber un límite en la edad. "Si la persona está bien, tiene buena vista, oídos y reflejos, lo puede hacer. También es importante estar controlados por el médico".
En la sala de espera de la Dirección de Tránsito se mezclan jóvenes con adultos mayores que llegan a renovar su carné
La mirada social
Cuando ocurre un accidente protagonizado por un conductor mayor, hay comentarios prejuiciosos que se repiten y apuntan hacia la edad. ¿Por qué le dan el carné si tiene 80 años? ¿Cómo ese viejo va a manejar todavía? ¿Dónde están los inspectores para controlar?.
Sin embargo, entre la opinión pública y la realidad hay muchos grises y se debe atender cada caso en particular.
Pasar la prueba
Como en todos los casos, el trámite para obtener la licencia consiste en completar una declaración jurada, se realiza la audiometría, el control de la visión y el examen médico con lo que se evalúa si la persona está apta o no para manejar.
En el caso de los adultos mayores, deben complementar el trámite con la prueba de manejo. Además, en el caso de aparecer alguna limitación, se solicita un certificado del médico de cabecera para otorgar la licencia. A partir de los 80, el certificado del médico particular es requisito para obtener la licencia.
Hay personas que pasan la prueba sin problema, pero también están quienes no reciben el apto físico para manejar y siguen reclamando el carné. Muchas veces los hijos, la familia, deben intervenir para que entiendan cuál es su situación.
Gustavo Miguel Remi, a cargo delárea de Licencias de Conducir de Policía Municipal, comentó que cuando les dicen que no les pueden otorgar el carné"hay gente que lo toma bien pero otros no. La familia, los hijos, tienen que tomar conciencia y hablar con los padres para que entiendan cuál es el momento de dejar de conducir si la salud no se lo permite".
En la ciudad y... ¿en la ruta?
En el otorgamiento de la licencia pueden existir dos situaciones: una que la persona pase todos los exámenes y si está bien, puede conducir tanto en la ciudad como en la ruta. Pero en el caso que la persona no cumpla con las condiciones de visión o audiometría, presente alguna enfermedad o situación particular, el carné se le otorga pero para manejar dentro del ejido municipal y no en la ruta.
Adrián Bonavita y Gustavo Remi, de Tránsito municipal
"En los casos de que no pueda salir del ejido urbano por la negativa del médico en el examen, puede traer un certificado de su médico de cabecera en el que conste que está apto para manejar en ruta", añadió Remi.
El examen médico es clave
¿Hubo choques, abolladuras o rayones desconocidos?¿Se desorientó en algún momento?¿Tiene más infracciones?¿La familia le advirtió sobre su manera de conducir? Los mayores que manejan deben estar atentos a distintas señales y realizarse estudios médicos para saber si están en condiciones de hacerlo de manera segura.
El médico Alfredo Oscar Lami (MP-16837; ME-6257) que realiza los controles en las oficinas de Tránsito, aseguró que en los adultos mayores "el problema se plantea no solamente en visión y audición, sino en los reflejos que estas personas tienen para conducir, saber reaccionar ante un imprevisto. Muchas de esas personas tienen enfermedades de base, toman medicación o pasaron por alguna operación".
Por eso, "a partir de los 80 años, además de la renovación en un año y el examen físico, pedimos el certificado del médico de cabecera para otorgar el carné".
Lami advirtió que el riesgo es que la persona que sale a la calle, puede ocasionar un accidente si tiene algún problema de salud. "Muchos adultos mayores no entienden cuando se les dice que no están aptos. Algunos llegan acompañados de los hijos, algunos con problemas motrices y eso también es peligroso porque esa persona en el caso de un accidente no puede salir del auto".
En números:
Entre 15.000 y 20.000 licencias de conducir por año Por día, entre 15 a 20 mayores de 70 años y hasta 85 años renuevan el carné; 75 por semana y 300 por mes.
Una vez al año
Costo: $ 248.
"No es solamente manejar hacia adelante es saber si ingresa un auto del costado o del otro, medir las distancias, no es lo mismo manejar en ruta que en la ciudad. Mucha gente dice que no sale a la ruta porque no se siente capacitada, es bueno que sepan reconocerlo y tomar la decisión", dijo el doctor.
Contención para aceptar los condicionamientos
Los miedos y las inseguridades para alguien que siempre manejó están directamente relacionadas con su estado físico: la vista, oído, corazón y ciertas condiciones de salud. A los 70, los movimientos son más lentos y la capacidad de reaccionar se ve disminuida. Sin embargo, hay muchos adultos mayores que están en excelentes condiciones físicas y pueden seguir conduciendo.
¿Qué debe hacer la familia cuando llega el momento en que no pueden manejar más? El licenciado en Psicología, José Emilio Macello (MP-1352), afirmó cuando el adulto mayor sufre limitaciones para manejar es importante "hacerle ver el peligro que representa para los demás y para él mismo. También el sufrimiento que podría traer a la familia. La edad y la experiencia ayudan a tomar conciencia rápidamente, es muy raro una conducta testaruda u obstinada en estos casos".
"Si la familia le brinda amor, se ofrecerán voluntariamente para trasladarlo sin hacerle sentir fastidio. Por lo general cuando una persona va envejeciendo, sale cada vez menos, tal vez porque va siendo consciente de su progresiva vulnerabilidad", dijo.
En los casos de personas que están bien físicamente y cognitivamente, el psicólogo aconsejó que lo"mejor es dejarlos hacer y no infundirles miedos inútilmente".
Aceptarse
La persona no pierde su independencia por no poder manejar, sino porque al no estar bien con ella misma, no se relaciona bien con los demás, explicó Macello.
En ese sentido, "el primer paso es aceptarse y aceptar su condición para eliminar miedos y frustraciones que llevan a tener conductas inadecuadas. Lo aconsejable es que le preste atención a sus habilidades para relacionarse".
La personas mayores suelen compensar esa lentitud con la prudencia al manejar, que puede verse con la marcha lenta de los vehículos.
"En comparación con los jóvenes, suelen ser más respetuosos a las normas de tránsito. Cuando un joven tal vez pasaría un semáforo en rojo si no ve a nadie, alguien con más experiencia no lo hace por temor a lo inesperado: un niño corriendo una pelota de fútbol o una bicicleta bajando de la vereda", siguió Macello.
¿Tiene sentido envejecer?
Históricamente, la humanidad le ha dado el sentido de poder y saber transmitir experiencia, sabiduría y valores. "A través de los errores cometidos, se puede aprender mucho de ellos y saber qué no se debe hacer. Desde ese lugar, las personas de edad tienen mucho que enseñar a los jóvenes", opinó el psicólogo.
Si el deterioro de la persona es mucho y no puede hacer esto,"para los jóvenes debe ser un motivo, una oportunidad para amar y servirle en lo que pueda".
"Aunque creamos que esta filosofía esté devaluada hoy, en realidad no es así porque en última instancia es lo único que nos puede acercar a la felicidad", finalizó.