Mamá se tatuó el Hospital Garrahan por salvar la vida de su hijo
Tras enterarse que su pequeño tenía una esperanza de 48 horas de vida, prometió grabarse en la piel la imagen del establecimiento de Parque Patricios si el menor lograba recuperarse.
Este jueves, Patricio se recupera feliz junto a su mamá Daniela Petrucci y su familia. "Mi hijo fue trasplantado cuatro años atrás, luego de sufrir una hepatitis que aún hoy no sabemos por qué. Tenía todas las vacunas y estudios al día. Esa hepatitis detonó en una de autoinmune fulminante", cuenta la mamá a Crónica. "Primero estuvo en el hospital Posadas donde lo pasamos mal. Entonces, decidimos ir al Garrahan. Le hicieron estudios, para ese momento ya no comía y tenía una encefalopatía severa", recuerda.
Apenas unos días después de esa primera internación, a Daniela le informaron que Patricio necesitaba un trasplante de forma urgente ya que "la enfermedad había devastado el hígado de mi hijo y sólo le quedaban 48 horas de vida. El procedimiento fue arduo, urgente y no hubo tiempo para hacer una prueba de compatibilidad conmigo".
"La operación duró 18 horas (participaron 50 profesionales) y a pesar de que en principio salió todo bien, comenzaron las complicaciones por lo que debió estar veinte días en terapia intensiva. De hecho, rechazó dos veces el órgano y se le complicaron el estómago, los riñones, los pulmones y tuvo lesiones estomacales. Estuvo casi un año en internación, sin ver el día, el sol o la lluvia. Yo me quedé todo el tiempo con él porque tenía riesgo de vida y nadie me podía suplantar porque mis padres son personas mayores", agrega Daniela.
El primer tatuaje
Finalmente, Patricio superó la crisis y entonces Daniela, fanática de Patricio Rey, se realizó un primer tatuaje con la frase: "Mi único héroe en este lío". Debajo, escribió el nombre de su hijo con una coronita. "Lo hice porque el padre de mi hijo es fanático de la banda",explica. Sin embargo, siete meses después los resultados del laboratorio salieron mal. Entonces, Daniela hizo una nueva promesa: si su hijo se recuperaba volvería a tatuarse. "Me hice el hospital con un retoque de flores y una frase alusiva porque ahora llevamos una vida normal, pero siempre contamos con los cuidados del hospital y la medicación correspodiente", aclara. La mujer del flequillo "rolinga" dice con orgullo que es la pionera en el grupo de madres del hospital en tatuarse la emblemática fachada. "Mi tatuaje es un homenaje al Hospital y a él, dice mirando a su hijo, que pasó por tantas cosas mucho más duras", concluye. (Fuente: Crónica)