Malvinas: nuestros soldados ilustres
Los sanfrancisqueños tienen en los excombatientes de una guerra que no debió haber ocurrido, un faro de dignidad, abnegación, valentía y patriotismo. 37 años de honor y emoción sin fin.
Se cumplen 37 años del desembarco argentino en las Islas Malvinas, día que marcó el comienzo de una contienda bélica en la que miles de jóvenes argentinos lucharon con dignidad y arrojo frente a una de las fuerzas militares más potentes del mundo. Ha transcurrido mucho tiempo y los vaivenes de este país también se observan en el reclamo justo de soberanía y en la percepción social acerca de lo que significa no poder ejercerla en parte del territorio nacional.
De hecho, es cíclica la historia respecto de esta cuestión. La guerra no debió haber ocurrido. Fue producto de una decisión justificada en intereses de poder. A ella le siguió la desmalvinización, es decir se arrojó bajo la alfombra todo lo sucedido. Con esto se olvidó a los héroes que defendieron a nuestra patria en aquel confín austral. Luego, la política se encargó de ir para uno y otro lado sin que hasta el momento puedan ser realidad las legítimas aspiraciones soberanas.
En este contexto se vuelve a vivir el 2 de abril. Pero una diferencia notable ha surgido, al menos en San Francisco y en otras poblaciones. Es que el Concejo Deliberante de nuestra ciudad declaró días atrás ciudadanos ilustres a los 19 sanfrancisqueños -de nacimiento o por adopción- que pusieron en juego sus vidas en el Atlántico Sur. La emoción que significó este reconocimiento dio paso a la sensación de que las cosas se pusieron en su lugar.
Porque no puede la Argentina avanzar hacia una reivindicación completa de su reclamo soberano si la sociedad no comprende que es necesario acomodar las cargas. Y en esto es central que se rescate el sacrificio de tantas personas que fueron llevadas a la guerra y que, pese a todas las adversidades, dieron una muestra cabal de hombría, de dignidad y de amor a la Patria.
Así lo entendió el Concejo Deliberante al declarar ciudadanos ilustres a los ex combatientes de nuestra ciudad. En los fundamentos de la iniciativa se calificó a esta declaración como "imperiosa" porque sin dudas resultaba necesario destacar a quienes "realmente tuvieron que afrontar un proceso bélico, descabellado, sin formación en su gran mayoría y sin capacidad para poder hacerlo en situaciones de terrible desventaja, y aún en situaciones demográficas y ambientales totalmente adversas, y que realmente han sido en la mayor parte del tiempo desde el año 1982 a la actualidad casi escondidos por parte de nuestra comunidad con algunos destellos de luz en favor de ellos aisladamente y no de manera sistémica".
Pasaron 37 años. El refrán popular cobra renovada vigencia: "Más vale tarde que nunca". Las nuevas generaciones de sanfrancisqueños tendrán, a partir de ahora, otros 19 ciudadanos ilustres que se convierten en faro de dignidad, abnegación, valentía y patriotismo.