Lucas Ludueña cumplió su promesa y peregrinó hacia la Virgen de Lourdes
Junto a su suegro, Ricardo Nieto, caminaron 29 de los casi 49 kilómetros que separan la ciudad de Córdoba de Alta Gracia para agradecerle a la Virgen haberle dado fuerzas para salir adelante ante su problema cardíaco.
En el día en que se rindió honor a Nuestra Señora de Lourdes, protectora de los enfermos, un sanfrancisqueño visitó el santuario de la Virgen en Alta Gracia (Córdoba), a casi un año de someterse a un trasplante de corazón que le dio una nueva oportunidad de vida.
Se trata de Lucas Ludueña, quien cumplió así su promesa a la Virgen de Lourdes. Junto a su suegro, Ricardo Nieto, caminaron 29 de los casi 49 kilómetros que separan la ciudad de Córdoba de Alta Gracia para agradecerle a la Virgen haberle dado la fuerza para salir adelante y la esperanza que el órgano que necesitaba para seguir viviendo, finalmente llegaría.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Lucas, quien relató el espiritual momento: "Esto me llenó de energías", dijo el joven. "La caminata me sirvió para ir reflexionando junto a Ricardo todo lo que habíamos vivido", contó Lucas, quien estuvo durante 10 años padeciendo una cardiopatía dilatada que lo llevó al trasplante de corazón.
"La homilía de la misa que viví hoy (por ayer) en el santuario de la Virgen de Lourdes fue sobre escuchar al otro y lo que esa persona está necesitando. Esta fue una lección para aprender que tengo que acompañar y ayudar a los que están pasando por lo que yo pasé y llevar el mensaje correcto sobre la donación de órganos y romper con los tabúes sobre esto, que en definitiva es un gesto de amor".
"Latido a latido"
Cuando Lucas estaba esperando su corazón en febrero de 2016 y su salud atravesaba el peor momento, su suegro Ricardo le propuso una promesa que había que cumplir. "El 11 de febrero del año pasado era la peregrinación hacia Alta Gracia y yo estaba internado complicadísimo de salud. Mi suegro me dijo: `Mirá gordo, si te salvás de ésta, para el año que viene cumplimos la promesa de ir hasta la Virgen de Lourdes.´ Le dije de inmediato que sí. Siempre le busqué la parte risueña a todos esto, aunque estaba muy mal", recordó Lucas.
El corazón de Lucas llegó y el 21 de febrero de 2016 fue intervenido exitosamente. La promesa se mantenía más en pie que nunca. "Empezamos a salir a caminar, de a poco con mi suegro y él me decía que me prepare para pedir el día en el trabajo porque íbamos sí o sí", agregó el joven luchador.
Con el aval médico, Lucas y Ricardo comenzaron la procesión el viernesa las 20.30 desde la Circunvalación Agustín Tosco, en Córdoba, hacia Alta Gracia. "Era nuestra promesa, solo de hombres".
Equipados con lo necesario, los hombres de 33 y 62 años respectivamente, se sumaron a la caravana de miles de peregrinos de la Virgen de Lourdes. "Llevamos agua mineral, saborizada y frutas para no acalambrarnos y no detuvimos la marcha por 29 kilómetros".
Sin ningún altibajo en la caravana, los hombres terminaron la procesión en colectivo hasta la terminal de Alta Gracia y desde allí, caminaron 2 kilómetros. "Hicimos la procesión a nuestro ritmo y cómo podíamos porque lo que queríamos era llegar como sea", expresó Lucas.
Los hombres llegaron al Santuario de Alta Gracia a las 5.30 para participar de la misa de sanación que se dio a las 7 de la mañana de ayer. "Había muchísima gente, personas con piernas amputadas que caminaban con sus muletas, niños enfermos y nosotros estábamos los dos enteros y de pie, aunque con algunos calambres. Estuvimos en peores condiciones, ¿Cómo íbamos a bajar los brazos en esta promesa?", se preguntó.
"Lo único que pensé allá fue en mi ángel, mi donante. Esa persona que no está más en esta vida y que me dio y me da las fuerzas para seguir adelante. Esta procesión fue latido a latido, porque él me impulsó a seguir hasta el final", concluyó Lucas.