Los Scouts vuelven al ruedo en Frontera con el desafío de cambiar una realidad sociocultural adversa
La vecina ciudad tiene desde hace algunos años un alto índice de hechos de inseguridad, en ese marco los valores scouts pueden representar un valioso aporte para muchos niños y jóvenes.
Tras permanecer cerrado por 19 años, el Grupo Scout Nuestra Señora de Fátima, de la ciudad de Frontera, dará inicio a sus actividades en la parroquia homónima de dicha localidad; el mentado proyecto resurgió a raíz de la iniciativa de exdirigentes y jóvenes que pertenecieron al grupo en su niñez y adolescencia.
Cabe destacar que la agrupación abrió sus puertas por primera vez en el año 1988 con un grupo de varones de 12 a 14 años, que se denominó Tropa, coordinado en aquel entonces por Gustavo Sosa, gran artífice hoy de esta reapertura, ayudado también por algunos de aquellos niños y adolescentes.
Precisamente, exintegrantes de aquel grupo serán quienes coordinen a las nuevas formaciones y en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO expresaron los desafíos planteados, como el de inculcar valores a chicos cuyo entorno social dista mucho de ser el más favorable.
Sonia Bottero, quien estará a cargo del grupo de Caminantes (adolescentes de 14 a 18 años), se refirió a cómo surgió la posibilidad de volver a darle vida al grupo: "Gustavo se llegó casa por casa comentando que quería abrir nuevamente el grupo y hace desde diciembre que nos venimos reuniendo para que esto se concrete. Cambió todo, son 20 años los que pasaron, es volver a empezar de cero y capacitarse en un muchas cuestiones".
Con el tiempo aquel grupo fue creciendo y se sumaron tanto niños como niñas y también adolescentes. En sus mejores años llegaron a contar con 70 integrantes que trabajaron para la comunidad de la Parroquia de Fátima, como así también para Frontera en general, ayudando y colaborando en lo que fuera necesario.
Décadas atrás no era extraño salir un sábado por las calles de la vecina ciudad y encontrarse alguna persona con su pañoleta colgada al cuello, portando orgulloso los colores de la Virgen que los patrocina. A finales del '97, principios del '98 el grupo cerró sus puertas debido a la falta de adultos que tuvieran el tiempo necesario para dedicarle a esta maravillosa vocación.
"El escultismo -prosiguió Sonia- sigue teniendo los mismos principios y nosotros queremos inculcarlo a los chicos de hoy, trasmitirles el amor que sentimos y enseñarles otra forma de vivir más allá del celular y la computadora. Se puede ser feliz de otro modo. Esta mañana (por ayer) estuvimos en escuelas secundarias y les comentábamos a los chicos que nuestra meta (aprendida del creador del escultismo: Robert Baden-Powell) es dejar el mundo en mejores condiciones del que lo encontramos, y eso implica empezar por uno mismo y el entorno", afirmó Sonia.
Cabe destacar que la invitación a sumarse al grupo scout es extensiva también a los chicos de San Francisco, "las puertas están abiertas, no hay distinción ni de clases sociales ni de religión, si bien somos un grupo católico no hay impedimentos con eso", expresaron las integrantes.
Ir de campamento: un paréntesis en la vida
Los campamentos suelen ser dos por año, uno en invierno y otro en verano.
María Julia Aranda, quien tiene a su cargo el grupo Manada (niños de 7 a 10 años)
expresó: "Tenemos muchos recuerdos de los campamentos y vivir en la naturaleza, a la que tenemos que cuidar. Yo como mamá le inculco esas enseñanzas a mis hijas. Ellas van a formar parte de los scouts, que es una gran familia".
En tanto, Sonia indicó que "irse de campamento es un paréntesis en la vida, se brinda amor, contención, valores y principios. Somos unos locos lindos los scouts".
Respecto a la posibilidad de que los viajes se concreten, las coordinadoras coincidieron en que "dependerá de las ganas que le pongamos, la situación hoy no es fácil pero ahí está el valor del esfuerzo y ganarse las propias cosas para hacerlo posible. Los viajes son la recompensa del trabajo del año. Además, nosotras calculamos que un 80% de los chicos con los que vamos a trabajar nunca han ido de vacaciones de verano a ningún lado. Nuestras mejores vacaciones fueron con los scouts, nos esmerábamos para ir a los campamentos y buscaremos que ellos hagan lo mismo".
El apego a lo tecnológico es una cuestión no menor para el valor que los scouts le dan a la vida en la naturaleza. Ante ello las mujeres se expresaron: "Ahí está lo emocionante de plantearle una actividad al chico, no le vamos a obligar a dejar el celular, trataremos de que se enganchen con las propuestas. Si quieren llevar un celular al campamento lo podrán hacer pero no tendrán dónde enchufarlo. Tampoco estamos en la edad de piedra, no se trata de una cuestión de prohibir".
Con el apoyo de la Iglesia
Es ejemplar el apoyo de los sacerdotes de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima: los padres Víctor Balangero y Raúl Cortes. "Tenemos el patrocinio de la iglesia y el apoyo de los dos sacerdotes, que participan de las reuniones y actividades, se arremangan para trabajar a la par nuestra como si fueran uno más", indicó Raquel Arellano, a cargo del Grupo Unidad (compuesto por chicos de 11 a 14 años).
"Saúl había trabajado con nosotros en aquel tiempo cuando éramos adolescentes, fue como nuestro asesor espiritual, se podía charlar con él y te daba otra mirada sobre muchas cuestiones. Incluso ha ido de campamento, sabe los valores y principios que se manejan", señalaron las presentes.
Abordar una realidad complicada
Tal como se mencionó, una cuestión fundamental es la realidad sociocultural que se vive hoy en ciertos sectores en Frontera, para nada próspera tanto para chicos como adolescentes; en este sentido el desafío se torna doble para las coordinadoras. "Nuestro objetivo es trabajar con todos los chicos, sin embargo queremos apuntar a los más necesitados, atraer e integrar a sus familias. Nosotras trabajamos también en conjunto con la Parroquia Nuestra Señora de la Merced (Estación Frontera) y la Parroquia Medalla Milagrosa (Santa Ana). Queremos ayudar a estos chicos a que aprendan a generar sus propios recursos. Darles herramientas para que luchen y sigan adelante, y sacarlos un poco de la calle. Los valores scout serán de mucha ayuda para ellos", señalaron las mujeres.
Por la ubicación, el Grupo Scout Nuestra Señora de Fátima pertenece a la jurisdicción de Rafaela, aunque ello no incide en lo más mínimo en la hermandad generada con sus pares sanfrancisqueños. "Estamos en contacto con los scouts de San Francisco, con los grupos de Cristo Rey, Consolata y Daniel Ñañez) nos han dado una mano muy importante en la organización, nos apoyan en los que necesitemos, sea en capacitación o lo que sea. Porque es así: somos todos hermanos scouts", expresaron, por último, las entusiastas coordinadoras.
Lugar de encuentro
Las actividades se llevarán a cabo los días sábado de 15 a 18 en la Iglesia Nuestra Señora de Fátima, sita en calle 9 esquina 92. Todos aquellos niños y adolescentes, entre 7 y 18 años, que quieran sumarse, serán bienvenidos como así también los adultos que quieran colaborar.
Para mayor información pueden comunicarse al teléfono de la parroquia: (03564) 439521, o a los celulares de algunos dirigentes: 15619373, 15629410 o 15607382.