Los ñoquis de Juana, la receta de la abuela traída desde Italia
Juana Gaiotti llegó de Italia a los 11 años y consigo trajo las tradiciones de su familia, el amor por la cocina y por los ñoquis que hoy prepara para su familia.
Juana Gaiotti (73) abre las puertas de su casa acompañada de "Pupi", su perro galgo que la acompaña por estos tiempos. Sus ojos celestes cristalinos y el pelo rubio dan cuenta de su sangre bien "tana".
Sobre la mesa, Juana tiene la masa para empezar a armar lo que serán unos apetecibles "gnocchis", nombre con el que se los identifica en la comunidad italiana.
La comida es el motivo de encuentro con LA VOZ DE SAN JUSTO y su relato permite conocer cuál es su relación con este alimento que la transporta a sus años en Italia antes de emigrar a Argentina.
Los gnocchis vinieron de la vieja Europa y Juana los trajo consigo en su maleta cuando a los 11 años llegó a estas tierras.
Cosa de familia
Juana es una italiana de pura cepa, amante de la cocina. Los ñoquis para ella son una comida que heredó de su abuela y que es motivo permanente de reunión con su familia.
La mujer nació y vivió hasta los 11 años en Italia. Sus raíces están en Conegliano, un poblado de la provincia de Treviso en la región del Véneto. Llegó a estas pampas junto con la familia de su madre, luego de que su papá muriera en la guerra.
"Vine acá con la familia de mi mamá porque mi papá murió en la guerra, él era de la resistencia Italiana", recordó la mujer. Giovanni - como era su nombre - murió a los 18 años sin saber mucho de su pequeña.
El hombre conoció a Ángela -la madre- cuando trabajaban en un hotel. El contexto era el de una Italia convulsionada y violenta. Él murió y la niña terminó adoptando el apellido de su madre ya que no pudieron casarse.
Al llegar a Argentina, Juana mamó los saberes y consejos culinarios de su abuela y madre, entre ellos los ñoquis. "Me gusta cocinar, la tradición de los ñoquis fue trasladándose, es una comida que nos gusta mucho y yo ya los comía en Italia", afirmó.
Ñoquis para muchos
Gaiotti es una cocinera familiar. Cuando sus nietos empiezan a pedirle ñoquis ella se los concede gustosa: "Cocino para toda mi familia, somos a veces 11 y 'Pupi' que come todo lo que está a su alcance", dijo en referencia a la perra.
La receta suya no tiene secretos ni mucha vuelta. Toma papas, harina, un huevo, aceite y listo; aunque para darles la forma tradicional que se acostumbra a ver usa el "aparatito", que en realidad se llama tabla estriada.
Asimismo cuenta que "prefiere la elaboración tradicional" a pesar de haber probado alguna variante. "Comí con acelga pero no me gustó, prefiero los de papa", expresó con una amplia sonrisa.
Aunque la ayuda su hija, ella se sincera diciendo que elige disfrutar de la cocina en solitario como una actividad que la distiende y revitaliza.
Por supuesto que los ñoquis no serían nada sin una buena salsa y para esta cocinera italiana la mejor opción con esta preparación es la bolognesa: "Me hago picar la carne, agrego cebolla, tomates naturales y a veces le pongo puré para darle más color. Después condimento con orégano, ají molido y mucha dedicación algo que siempre necesita la cocina".
Aunque usualmente los días 29 es el día de los ñoquis, Juana dice que no se trata de fechas, de hecho, con su familia cualquier ocasión es buena para servir un buen plato y qué mejor que hacerlo amasados por manos de una inmigrante italiana.
Receta
de larga
data
Allá por el siglo VIII - mucho antes de ser santo- el joven médico Pantaleón visitó y pidió un plato de comida en un hogar. Allí vivía una familia muy humilde que puso frente a él un plato de gnocchis.
Ese día estaba en el norte de Italia aunque era conocido por ser un profesional que caminaba todo el país para ayudar a pobres y enfermos. La jornada en que conoció a esta familia fue un 29, en agradecimiento les dijo que iba a ser para ellos el inicio de una época de buena cosecha y que los sacaría de la pobreza.
No fue para nada una casualidad ese contexto, puesto que la existencia de esta comida también está asociada a que cómo es un alimento de preparación económica siempre viene bien a fin de mes, justo cuando el dinero no abunda en los bolsillos.