Los ataques delictivos en rutas y autopistas
El fenómeno no es nuevo. Días atrás, se encontraron los denominados "miguelitos", en un sector de la autovía 19, entre San Francisco y Frontera. Esto obliga a extremar los controles en ese tramo que une San Francisco con Santo Tomé. La presencia de las fuerzas de seguridad allí, es prácticamente nula.
El tema se instaló otra vez en la escena
pública cuando se conoció el hecho en el que un hombre atropelló y mató con su
camioneta a un joven que habría intentado interceptarlo con fines de robo sobre
la Autopista Panamericana, a la altura de la localidad bonaerense de Campana, y
cuando se detuvo para asistirlo, fue robado y atacado a puñaladas por cómplices
del fallecido.
El hecho se produjo cuando el automovilista se vio sorprendido por la presencia de tres jóvenes en la ruta lanzándole piedras con el fin de obligarlo a detener su marcha y asaltarlo. El conductor atropelló a uno de los jóvenes, a pesar de intentar esquivarlos. El hombre se detuvo con la intención de asistir a la víctima, pero fue atacado y recibió varias puñaladas. Pero pudo escapar y dar aviso a las autoridades.
El fenómeno de los "tira piedras" en las autopistas y autovías del país no es nuevo. Estos delincuentes, en su mayoría muy jóvenes, no trepidan en poner en riesgo su vida y la de quienes viajan para asaltar, a veces con violencia inusitada. Las recomendaciones de no detenerse cuando se recibe un ataque de este tipo no siempre son posibles de cumplir, por lo que cualquier conductor queda expuesto de la manera más brutal.
Se ha dicho hasta el hartazgo que es responsabilidad de las autoridades policiales y judiciales poner freno a esta modalidad delictiva que lleva muchos años y para la cual no se ha encontrado solución. El dilema al que se enfrentó el conductor agredido en el hecho referido puede presentársele a cualquier ser humano. Advirtió que había atropellado sin pretenderlo a una persona que intentó asaltarlo y, sin embargo, se detuvo a asistirlo. Por asumir una conducta ética irreprochable sufrió varias puñaladas por parte de quienes ni siquiera se preocuparon por la vida de su cómplice, lo que habla de un descenso de la condición humana hasta niveles impensados.
Más allá del episodio y trayendo el asunto a la realidad cotidiana en nuestra región, es conocido el riesgo que se corre al ingresar a la ciudad de Córdoba ante la aparición de los "tira piedras". Tanto que algunas empresas de micros han decidido modificar el recorrido para salir o ingresar a la capital provincial, en virtud de que han padecido varios ataques, algunos de los cuales terminaron con personas lesionadas.
Más cerca aún, un conocido empresario y deportista de la ciudad denunció hace poco en las redes sociales que en un sector de la autovía 19, entre San Francisco y Frontera, encontró las trampas denominadas "miguelitos", que utilizan los delincuentes para pinchar cubiertas y hacer que los vehículos frenen con el fin de robar.
Esta advertencia, con la constatación gráfica de la existencia de los clavos arrojados por delincuentes, obliga a extremar los controles en ese tramo de la autovía que une San Francisco con Santo Tomé. La presencia de las fuerzas de seguridad en ese tramo, justo en el límite interprovincial, es prácticamente nula. El alerta explícito de la publicación de este deportista exige que las autoridades despierten del letargo y accionen para que la delincuencia no tenga tantas facilidades y para evitar que se produzca una tragedia.