Lo importante es que tengan valor
Hay discusiones sobre asuntos que, comparados con los graves problemas que tiene el país, terminan siendo nimiedades. Lo realmente importante es que los gobernantes actuales y futuros tienen la obligación de que el país vuelva a tener una moneda confiable. Lo central es que los billetes tengan valor duradero, ése que ha sido destrozado por 70 años de inflación.
A pocos días del traspaso de mandato presidencial, variados y profundos son los temas que debe abordar el presidente electo y su equipo de colaboradores. Como siempre ocurre, están presentes las especulaciones políticas sobre reacomodamientos, unión de fuerzas parlamentarias y posiciones que se adoptarán en los ámbitos más importantes de la gestión de un gobierno que asume. Pero también aparecen discusiones sobre asuntos que, comparados con los graves problemas que tiene el país, terminan siendo nimiedades.
Muchas de estas discusiones estériles a la luz de la seriedad de las circunstancias que vive la población son producto de iniciativas de dirigentes que parecen tener tiempo para abrir más las grietas existentes, demostrando su inutilidad a la hora de pensar los grandes temas que deben resolverse en la Argentina. Otros debates son producto de preguntas periodísticas poco atinadas o que no se condicen con el actual contexto.
Esta introducción se justifica ante recientes declaraciones del presidente electo, en las cuales planteó su idea de quitar de los billetes de circulación legal las figuras de animales impuestas en la gestión que está terminando y reemplazarlas por retratos de personajes políticos, históricos o de la cultura. En medio del berenjenal en el que está inmerso el país, el sentido común indica que esta cuestión es absolutamente secundaria.
Vale recordar que en 2016 el gobierno nacional anunció el reemplazo de los próceres en los billetes por figuras de animales como la ballena franca austral, el yaguareté y otras especies autóctonas, varias de ellas en peligro de extinción. El debate que originó esta medida solo fue protagonizado por los sectores más politizados de la sociedad. El resto de la población mantuvo una indiferencia notable. El argumento fue que la aparición de animales en los billetes de curso legal iba a eliminar las discusiones sobre qué figuras políticas debían aparecer en ellos. Es preciso señalar que el billete de 100 pesos hoy tiene dos variantes: una con la cara del ex presidente Julio Argentino Roca y la otra con la de Eva Perón. La grieta ideológica e histórica de la Argentina tiene un símbolo perfecto en el billete más utilizado en la actualidad.
En verdad, tomar posición y debatir este asunto en el tiempo actual asoma como una de las tantas exageraciones de la vida nacional. Se puede señalar que como siempre ha ocurrido, el gobierno que llega quiere desterrar todo vestigio del anterior. También, que la aparición de billetes con animales rompió una larga tradición en la confección de las distintas monedas nacionales. Por lo mismo, se puede recurrir al argumento de que en la Argentina este tipo de discusiones son lanzadas para alejar del debate público aquellas temáticas sobre las cuales no hay planes concretos ni ideas acerca de cómo se resolverán.
La ciudadanía asiste indiferente en algún caso y atónita en otros a una polémica que no tiene hoy razón de ser. Porque lo realmente importante es que los gobernantes actuales y futuros tienen la obligación de que el país vuelva a tener una moneda confiable. Lo central es que los billetes tengan valor duradero, ése que ha sido destrozado por 70 años de inflación.