Le dan pelea al estrés a través del canto
"Resistiré, erguido frente a todo...., Me volveré de hierro para endurecer la piel...", se escucha desde una de las aulas en la Facultad Regional San Francisco de la UTN. La música y el canto inundan los distintos espacios de la universidad, llevando armonía y tranquilidad.
Por Isabel Fernández
Desde que comenzó en junio pasado el
taller Aula de Canto superó las expectativas, no solo por la gran
convocatoria, sino también por los beneficios que aporta en cuanto
al aprendizaje de técnicas para el canto y también porque se
convierte para muchos en una terapia que ayuda a combatir el estrés
diario, mejorando la salud.
Ya en el aula, con parlante y micrófono en mano, cada uno de los integrantes da rienda suelta a la interpretación de distintas canciones. Es la noche del ensayo grupal, ya que las clases son personalizadas y una vez al mes se encuentran todos para cantar juntos, frecuentemente con la presencia de algún artista invitado.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con algunos de los integrantes quienes destacaron cómo el canto los ayuda a liberar tensiones, expresarse y hace que se sientan bien en cuerpo y alma.
Marilí Vignolo
"Descubrí que es una terapia"
Para la kinesióloga Marilí Vignolo, el canto es muy importante, asegura que llegó al taller para perfeccionar las técnicas ya que participa en el coro de la iglesia Divino Niño en barrio El Prado, pero también encontró bienestar.
"Me gusta mucho cantar, quería perfeccionar las técnicas porque estaba maltratando mis cuerdas vocales, ví en el diario que se abría el aula y me anoté", dijo Marilí que agregó que luego "descubrí que es una terapia porque desde que vengo me animo más a soltarme, a cantar delante de la gente".
Agregó que en el taller "pude mejorar mucho mi autoestima, porque antes me daba vergüenza y aquí me solté, para mí es una terapia porque también me ayuda a calmar el estrés de todos los días, a veces vengo cansada pero después de cantar me voy mejor".
José Ledesma
"A la mayoría le gusta cantar"
José Ledesma empezó a cantar de grande y asegura que a "la mayoría le gusta cantar, algunos mal, otros bien, pero todos siempre tenemos ganas de cantar. Canto en fiestas desde hace unos años, antes lo hacía en casa y este taller me ayuda a aprender más sobre la técnica".
En cuanto a la salud José destacó que estos minutos de canto "me ayudan a despejar la mente, me liberaba de todas las tensiones y el estrés del trabajo. Además se formó un grupo muy lindo, la gente de la UTN, la profesora y el grupo de compañeros, todos son excelentes".
Sandra Gieco
"Es arte que influye en todo nuestro cuerpo"
"Venir fue un desafío personal, porque siempre creía que no iba a poder cantar. Siempre me gustó cantar y descubrí acá que todos podemos hacerlo" Sandra Gieco
Agregó que el canto "es arte, que como tal influye en todo nuestro cuerpo, en lo espiritual, en lo emocional. Ese día si estoy mal por algo, cuando vengo canto lo que tengo ganas y puedo descargar emociones, liberarme de los nervios y los miedos".
Martín Cucco
"Uno se puede perfeccionar y dar más"
Martín Cucco es de Saturnino María Laspiur y no duda en viajar a nuestra ciudad para participar del aula de canto en la UTN. Martín canta como solista en fiestas y el taller lo ayuda a mejorar su rendimiento.
"Se fortalece mucho más lo que se puede hacer naturalmente con el canto, uno se puede perfeccionar y dar más. También es una forma de relajar tensiones, despejarse a través de este arte, interpretando letras que pueden enseñarnos en el momento de la vida que estamos pasando. Nos podemos encontrar con la posibilidad de avanzar y compartir con otras personas, ", dijo Martín.
"La voz es un instrumento individual y único, por eso las clases son personalizadas", dijo la profesora María Elizabeth Montenegro Nieto (Gentileza Marcelo Asencio)
El canto, un arte que ayuda a sanar
"El
canto por excelencia es el arte que tenemos incorporado desde el
nacimiento y tiene muchas funciones que complementan y benefician al
ser humano, tiene una cuestión sanadora muy importante", destacó
la profesora María Elizabeth Montenegro Nieto, a cargo del Aula de
Canto en la UTN.
La profesora destacó que los integrantes del taller "demostraron muchas ganas de aprender, disfrutar los espacios, animarse en un ambiente ameno. Se trata de que encuentren un espacio en la música y en el canto que los ayude a mejorar su nivel de estrés y ansiedad".
Las clases tienen la particularidad de ser personalizadas, son de una duración de 40 minutos. "Como en cualquier espacio de aprendizaje de canto, la voz es un instrumento individual y único, por eso las clases son personalizadas", dijo la profesora.
Afirmó que a diferencia de cualquier otro instrumento "la voz está dentro de nuestro cuerpo y la guía del profesor tiene que ser a través de la educación vocal".
"la técnica apunta, más que nada a lograr que el instrumento funcione correctamente con todo el cuerpo. El instrumento no son solamente las cuerdas vocales sino todo el cuerpo del cantante. Entonces la meta es lograr un nivel óptimo entre todas las funciones que intervienen en el canto, respiratoria, aparatos resonadores, tratando de que la producción de la voz sea menos forzada", explicó.
Precisó que la finalidad "es poder encontrar un equilibrio y un conocimiento propio de las funciones de la voz, adquiriendo herramientas con el paso del tiempo para cuidar la voz y todo el cuerpo".
Montenegro Nieto recordó que nace por un "proyecto que acerqué a la Facultad para ofrecer un espacio alternativo, teniendo en cuenta lo bien que se está trabajando allí en la parte de Extensión y Cultura. La idea es fomentar el canto para todo público, teniendo en cuenta que no siempre se puede acceder a pagar una cuota elevada en una academia".
Adelantó que el taller "continuará el año próximo por lo que las inscripciones estarán abiertas en febrero o marzo y estará abierto a toda la comunidad, también se incorporará un grupo de niños".
Finalmente agradeció a la Secretaría de Extensión Cultura y a las autoridades de la UTN que propiciaron el espacio.