Las Rosas: el crecimiento del barrio impacta en el tránsito
"Circule con precaución. Área residencial", reza un cartel en el barrio residencial Las Rosas. Es que el crecimiento del número de familias impacta en el tránsito en ese sector, donde los vecinos piden obra de cordón cuneta.
Los vecinos de barrio Las Rosas sin duda disfrutan de un entorno envidiable para muchos otros sanfrancisqueños que ven en ese lugar, ubicado al oeste de la ciudad, una oportunidad de vivir en contacto con el verde urbano.
Sin embargo, esa paz y tranquilidad es fruto de mucho esfuerzo por parte de dirigentes vecinales y los mismos residentes del barrio que hacen todo lo posible por mantener inalterable ese equilibrio de sensaciones placenteras.
Una de las preocupaciones es el aumento de tráfico vehicular desde que muchas familias se mudaron a ese sector residencial, por lo que plantean la necesidad de contar con el cordón cuneta.
Si bien en un principio barrio Las Rosas había sido concebido como un lugar donde se construían casas de fin de semana, casas quinta, con el paso del tiempo muchos vecinos eligieron ese destino para residir de manera permanente.
Atraídos por el verde, las grandes arboledas, las calles de ripio y por sobre todo, la tranquilidad, en los últimos años esa urbanización fue cobrando más protagonismo e incorporando nuevos servicios, como el gas natural, y el movimiento que antes se advertía con mayor predominancia los fines de semana, hoy es cotidiano.
Viven unas cien familias
Viven en este sector alrededor de 100 familias y aproximadamente el 70 por ciento de esa cantidad, abonan una cuota mensual de 500 pesos al Centro Vecinal para encarar trabajos de mantenimiento.
Asimismo, la entidad barrial gestiona fondos y servicios que ayuden al mejoramiento general de todo el sector.
Los fondos que provienen del municipio son actualizados dos veces al año y se destinan para el riego de calles y el mantenimiento general de espacios verdes. No obstante, a raíz de las necesidades existentes en ese barrio, muchas veces el dinero público resulta insuficiente para la entidad vecinalista.
El presidente del Centro Vecinal Barrio Las Rosas, Guillermo Pastore, explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO el barrio se transformó en un lugar de residencia permanente para numerosas familias, muchas de ellas con niños pequeños, "sobre todo en verano", cuando se registra un incremento en la circulación vehicular.
"En el barrio ya no hay lomas de burro. Anteriormente se habían hecho pero como no tuvieron mantenimiento, fueron desgastándose con el paso del tiempo. Nuestro barrio tiene mucho movimiento durante todo el año y por eso circulan muchos vehículos para ir y venir a distintos lugares de la ciudad sumado a la presencia de clubes como Don Orione o Antártida Argentina que aportan chicos y jóvenes de manera permanente", dijo Pastore.
"Nuestro centro vecinal se encarga de regar y reparar las calles internas del barrio, siempre con la colaboración de la municipalidad. No obstante, con los recursos actuales que recibimos desde el municipio no se llega a mantener las calles como debería ser", agregó el vecinalista y reconoció que "la reparación de calles no debería ser tarea para el centro vecinal".
También aguardan cloacas
Tras recordar que el barrio forma parte de los alcances de un convenio de mantenimiento de espacios verdes, riego y recolección de inertes por el cual se reciben fondos, Pastore aclaró que con los mismos "no alcanzamos a pagar la totalidad de estos servicios" razón por la cual "los vecinos aportamos una cuota al centro vecinal y con esos recursos mejoramos la situación".
Entre las principales necesidades que requiere el barrio, el entrevistado no dudó en señalar que "sería bueno contar con el cordón cuneta sobre todo porque eso beneficiaría el tránsito vehicular y además ayudaría a un mejor escurrimiento del agua. Igualmente una obra que esperamos los vecinos es la red cloacal, que es muy necesaria a partir del crecimiento urbanístico que tiene el sector".