"Las instituciones tienen que garantizar el acceso a la interrupción legal del embarazo”
Así lo afirmó el jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital "J. B. Iturraspe", Saúl Kohan, quien planteó los desafíos que tendrá la salud pública.
El jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital "J. B. Iturraspe", Saúl Kohan, explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO que de aprobarse la ley "se deberán establecer protocolos, equipos de trabajo y asegurar el seguimiento antes, durante y después de la interrupción del embarazo, para que quien toma esta decisión salga lo más indemne posible".
El médico recordó que el protocolo de actuación "existe, fue publicado por el Ministerio de Salud en 2015 y que determina cuáles son los pasos a seguir, los cuidados, las indicaciones y cómo se tendría que usar la medicación".
Agregó que también se debe contar con un equipo transdisciplinario con médicos, trabajadores sociales, psicólogos y otros profesionales que aseguren que la decisión de la paciente será respetada, que no será obstruida.
Paralelamente estimó que no aumentarán en forma significativa las internaciones, ya que -según su opinión- la mayoría de los procedimientos serán de manera ambulatoria: "Son embarazos muy recientes, el promedio de consulta no creo que vaya más allá de las diez semanas", vaticinó.
Objeción de conciencia
Por otra parte, al ser consultado sobre la objeción de conciencia y el cuestionamiento de las clínicas privadas, Kohan aseguró que en esa cuestión "el proyecto de ley es muy claro, establece objeción de conciencia individual, no institucional. Las instituciones tienen que garantizar el acceso a la interrupción legal del embarazo".
Asimismo explicó: "Así como es fundamental el respeto de quien toma una decisión tan trascendental como es la interrupción del embarazo, también hay que respetar a quien toma la decisión tan trascendente de decir: 'soy objetor de conciencia'".
Sin embargo, resaltó que la institución tiene que garantizar disponer de un profesional interno o externo que esté dispuesto a realizarlo.
Kohan remarcó que en la iniciativa la objeción de conciencia individual "se respeta a rajatabla", aunque marcó: "La otra cuestión son las complicaciones que pueden aparecer y en ese caso no hay objeción, por ejemplo en el caso de una mujer que se hizo una interrupción del embarazo y que tiene una hemorragia o hay riesgo de vida", finalizó.