La trampa de las comparaciones
La manía de compararse con otras naciones puede ser un síntoma de la idiosincrasia argentina de pretender amoldar la realidad a los deseos personales o sectoriales. No importa si se cotejan peras con manzanas o si algunas de ellas son directamente falsas. Solo hay que tirar la idea. Algunos la comprarán. Pero en este tiempo, la mentira tiene las patas mucho más cortas.
Las comparaciones entre las políticas de distintos países y las realidades que generan son un juego al que los dirigentes políticos se prestan casi a diario para argumentar sus posturas en torno a los más variados temas. Uno de los personajes más afectos a formular parangones entre lo que se vive en la Argentina y lo que ocurre en otras naciones es, precisamente, el presidente de la Nación.
Aunque parezcan lejanas en el tiempo, vale recordar aquellas frases en las que elogiaba las medidas restrictivas tomadas ante la pandemia del Covid 19 y sus resultados, con cuadros en los que aparecían las estadísticas de otros países que, a primera vista, eran mucho menos satisfactorias que las alcanzadas aquí. A poco de andar, tras las réplicas de los gobernantes de algunas de estas naciones y a los datos que la prensa recababa, se demostraba que la comparación no tenía sustento en la realidad.
Pese a ello, ninguno de los datos cotejados erróneamente pareció mover de su postura a los funcionarios que los difundieron. Esta pasión por comparar, aun cuando no se tengan precisiones sobre la veracidad de los hechos, se mantiene desde hace tiempo en las más altas esferas del partido que ejerce el poder hoy en la Argentina.
Basta recordar aquella sentencia prácticamente definitiva que establecía que en Alemania había más pobreza que en nuestro país. Ministros de rostro duro lo aseveraban sin siquiera ruborizarse. Más acá, ya en tiempos de Covid, las comparaciones llevaron al malestar de muchos países vecinos y no tanto que salieron a replicar. Hace poco, en la Cámara de Diputados, el presidente del bloque oficialista comparó las jubilaciones argentinas con las del país germano. La jubilación mínima en nuestro país no llega a los 100 Euros. El salario mínimo de un jubilado alemán tiene un cero más: 1000 Euros. En todos los casos, nadie se preocupó por ratificar o rectificar las informaciones difundidas a la opinión pública. No se sabe si porque no interesa hacerlo o porque existe una conciencia generalizada de que es sencillo engañar a la ciudadanía.
Este introito viene a cuento porque una nueva comparación formulada por el presidente de la Nación fue inmediatamente desmentida. En una entrevista radial, el presidente de la Nación dijo que "el mundo demanda carne, producen en pesos, pero ¿por qué los argentinos pagan el kilo de asado como lo paga un chino, un francés o un alemán? Si producen todo en pesos, ¿por qué?". Basta ir a un supermercado de cualquier país europeo o asiático para tomar nota de la falsedad de la afirmación.
Un diario digital de la Capital Federal publicó que "un vistazo a los precios de la carne argentina en "Metro", un supermercado mayorista alemán, muestra valores de entre 14 y 30 euros (2.800 y 6.000 pesos) el kilo. En los escasos supermercados minoristas que venden algún corte argentino, el valor es aún mayor. Ninguno de esos cortes es asado. La parrillada mixta de ternera en uno de los principales supermercados argentinos se cotiza a 539 pesos, 2,70 euros al cambio blue, o cinco euros al cambio oficial. Un argentino que vive en Italia expresó en la misma nota: "Un kilo de lomo allá vale 40 euros. Acá en el supermercado lo encontré a seis euros. Llené el changuito, no lo podía creer".
La manía de compararse con otras naciones puede ser un síntoma de la idiosincrasia argentina de pretender amoldar la realidad a los deseos personales o sectoriales. No importa si se cotejan peras con manzanas o si algunas de ellas son directamente falsas. Solo hay que tirar la idea. Algunos la comprarán. Pero en este tiempo, la mentira tiene las patas mucho más cortas. Y, así, algunas comparaciones se convierten en una trampa que ningún discurso podrá evitar.