"La presencia de dios también se llama Rohingya", dice el Papa junto a refugiados en Bangladesh
Francisco saludó a los refugiados en el esperado encuentro que se transformó en la clave de la gira del pontífice por el sur asiático.
El papa Francisco afirmó hoy que "la presencia de Dios también se llama rohingya", pronunciando así el término que no había mencionado en su gira asiática por Myanmar y Bangladesh por el consejo de la Iglesia birmana, y tras encontrarse con un grupo de esta perseguida minoría musulmana en la capital bangladesí.
"La presencia de Dios también se llama rohingya. Que cada uno tenga su respuesta", dijo Francisco en italiano durante su encuentro con 16 miembros de la minoría musulmana procedentes de los campos de refugiados en la provincia de Cox's Bazar, donde debieron asentarse al huir de la persecución que sufren en el vecino Myanmar.
El papa Francisco saludó uno a uno a los 16 refugiados en el esperado encuentro que se transformó en la clave de la gira del pontífice por el sur asiático, al concluir la reunión interreligiosa de la que Francisco participó hoy en el jardín de la sede del arzobispado con representantes de musulmanes, budistas, hinduistas y otros cristianos en Dacca, la capital bangladesí.
Un grupo de tres familias, integrado por 16 personas en total, entre ellas dos mujeres con nikab (que deja solo descubiertos los ojos), una niña y un bebe, se acercaron a saludar al Papa, quien se detuvo con cada uno de ellos para intercambiar algunas palabras, informaron la agencia de noticias EFE y el sitio especializado Vatican Insider.
"Estamos cerca de ustedes, su situación es muy dura. En nombre de todos los que les han hecho daño, por la indiferencia del mundo, pido perdón", les dijo el pontífice.
La crisis rohingya, que obligó a más de 620.000 miembros de esa minoría a refugiarse en Bangladesh en lo que la ONU considera una "limpieza étnica" por parte del Ejército birmano, atraviesa la gira papal desde su inicio el lunes pasado en Myanmar.
El Papa llegó a bordo de un carrito tradicional guiado por un joven bangladesí al encuentro interreligioso y ecuménico, la última cita de su segundo día en Bangladesh, un país con 163 millones de habitantes, donde el 90 % son musulmanes.
Antes de encontrarse con los refugiados rohingya, el mensaje de Francisco apuntó a consolidar la diversidad no como "mera tolerancia" sino como una auténtica "apertura del corazón".
"Que este compromiso, aquí en Bangladesh, donde el derecho a la libertad religiosa es un principio fundamental, sea una llamada de atención respetuosa pero firme hacia quien busque fomentar la división, el odio y la violencia en nombre de la religión", dijo.
En una referencia global en la que resuena la crisis humanitaria rohingya, el Papa señaló que "hay que tender la mano al otro en actitud de comprensión y confianza recíproca, para construir una unidad que considere la diversidad no como amenaza, sino como fuente de enriquecimiento y crecimiento".
Más temprano, Francisco celebró hoy una misa a la que asistieron decenas de miles de fieles en el parque Suhrawardy Udyan de Dacca y en la que ordenó a 16 nuevos sacerdotes para la pequeña Iglesia del país, que cuenta con menos de 400.
El Papa llegó ayer a Bangladesh desde Myanmar con la prioridad de mostrar su cercanía a la pequeña comunidad católica de menos de 500.000 personas, que representa cerca del 0,2 % de la población bangladesí. (Télam)