La Patria en cuarentena
En medio de una situación inédita y excepcional, la reflexión sobre la patria no puede salir del marco de una realidad compleja que avizora un futuro incierto y que presagia una “normalidad” que ya no será la de antes. En este contexto, la permanencia de las disputas antinómicas poco ayuda.
La Patria celebra hoy 210 años de existencia. Cada 25 de Mayo, el pueblo argentino encuentra el motivo para reunirse en todas las plazas del país y demostrar su espíritu patriótico. El mismo que supieron exhibir grandes próceres, pero también ignotos ciudadanos que contribuyeron a la grandeza de este país con su talento, su esfuerzo, su trabajo y su altruismo. Sin embargo, hoy no se verán estos tradicionales festejos.
El aislamiento social, preventivo y obligatorio determinó que la fiesta patria adquiera otras connotaciones. No serán las escuelas o los desfiles callejeros los sitios de recordación. Los hogares, los medios de comunicación y las redes sociales serán los albergues de la conmemoración en la que revivirán sensaciones y emociones basadas en el orgullo de pertenecer, en la fidelidad y el afecto a la idea simbolizada por el paño celeste y blanco, en la transmisión de la herencia cultural y en la defensa del patrimonio común.
En medio de una situación inédita y excepcional, la reflexión sobre la patria no puede salir del marco de una realidad compleja que avizora un futuro incierto y que presagia una "normalidad" que ya no será la de antes. En este contexto, la permanencia de las disputas antinómicas poco ayuda. No se trata de que no haya diferencias. La unidad nacional supone la diversidad. De otra manera se convierte en la imposición de las ideas o intereses de un grupo sobre otro. Pero la historia argentina tiene características de metonimia, una figura retórica que privilegia la parte por sobre el todo. Algunas voces se autoadjudican la verdadera conformación de la Patria. Todo lo que se oponga a sus acciones o ideas es enemigo y no puede considerarse compatriota.
Nada más alejado del verdadero simbolismo de una palabra que a todos nos reúne en una mesa común. De la idea, del sentimiento conjunto que aglutina voluntades, nos distingue del resto del mundo. De la huella dejada por nuestros antepasados. De la convicción de que en esta Patria vale la pena vivir. Porque es mucho más que el terruño donde hemos nacido o el sitio geográfico en el que tenemos la posibilidad de crecer como personas.
No será posible hoy conmemorar como siempre la gesta del 25 de Mayo de 1810. No habrá desfiles ni grandes festejos. Que el Día de la Patria en cuarentena no nos impida expresar la alegría de pertenecer y, tomando prestado versos del uruguayo Mario Benedetti, "mirar al cielo y ver acá mis nubes y allí mi Cruz del Sur. Mi alrededor son los ojos de todos y no me siento al margen, ahora ya sé que no me siento al margen. Quizá mi única noción de patria sea esta urgencia de decir Nosotros".