La “negociación es clave” para mantener los alquileres, dicen desde las inmobiliarias
La suba del dólar y una inflación sin techo provoca en los inquilinos la necesidad de buscar alternativas menos costosas. Desde las inmobiliarias reconocen un impacto muy negativo ante la situación. Aseguran que hasta la suspensión de horas que figuran en los recibos de sueldo afecta al trabajador que pretende alquilar.
El aumento del dólar que lleva a una proyección inflacionaria por encima del 42% impacta negativamente en los bolsillos de los inquilinos a quienes les cuesta cada vez más afrontar el alquiler de su casa. Además, desde las inmobiliarias -y también propietarios consultados- indican que la actualización de los alquileres está por debajo de la inflación.
Actualmente, los precios varían de acuerdo a la ubicación y los servicios que tengan las propiedades. Por ejemplo, alquilar un departamento de un ambiente cuesta en promedio más de $5.000 y una casa para una familia tipo ese valor parte de los $7.500 en adelante.
Asimismo, el reajuste es cada seis meses y no anual, rondando entre el 12,5% y 15%.
Desde las inmobiliarias aseguran que muchos inquilinos achican gastos y eligen viviendas más chicas o en lugares más alejados de donde alquilaban. También sostienen que en algunos casos hay menos demanda por que no pueden cubrir los requisitos como garantías y costos de contrato. Y en este escenario es donde empieza a jugar un aspecto clave: la negociación entre locatario e inquilino.
La negociación, el recurso clave
Gustavo Previtera, de Inmobiliaria Premium, advirtió que para el sector inmobiliario local todo lo que está sucediendo con el aumento del dólar y la inflación "es sumamente negativo".
Analizó que el valor de los alquileres queda relegado si se tiene en cuenta que en septiembre la inflación fue de entre un 5% y un 7%, y se estima que a fin de año la inflación sea de entre un 45 y un 50%, cuando los contratos de locación se venían renovando con un incremento anual de entre un 25 y un 30%.
"El valor de los alquileres no tiene correlato con la inflación pero tampoco se puede llevar a costos reales porque la gente no puede alquilar, los salarios son muy bajos y así sería imposible acceder a una vivienda", dijo.
Por eso, la negociación entre las partes es el recurso principal que se aplica con el objetivo de que el negocio inmobiliario se mantenga.
Previtera explicó que en el momento de firmar el contrato "se deja pactado con el inquilino y propietario cuáles serán los incrementos en dos años. Lo ideal sería una actualización del 15% semestral para medianamente ajustarnos al incremento en la economía, pero en el momento de la negociación siempre se baja un poco, se aumenta un 13% porque hay que negociar entre lo que pretende el propietario y lo que el inquilino puede pagar, porque los sueldos no se ajustan a la inflación", manifestó.
"Se trata de ver los valores actuales de mercado que quedan un poco por debajo, priorizar en forma conjunta con el propietario de mantenerlos en las propiedades y quizá perder un poco en el valor del alquiler pero ganar en tranquilidad que brinda conocer al inquilino", dijo.
Sobre la demanda de alquileres, afirmó que tienen durante todo el año y que aunque no notan una baja reconocen que el inquilino sigue en la política de achicar costos en lo que va del año eligiendo viviendas más chicas o alejadas de la zona céntrica.
"La gente no puede más"
Una situación similar es la que manifestó Fernanda Oldrino, de la inmobiliaria que lleva su apellido, quien advirtió que la situación es "preocupante, porque vemos que la gente no puede más, se le hace cada vez más difícil alquilar".
Explicó que anualmente se está manejando una actualización de como máximo un 30% y que las semestrales son de entre un 12,5% o un 15%, dependiendo del precio con el que se comienza a alquilar.
"No se puede hacer un reajuste de un 25 o un 30% al año cuando no se sabe qué va a ocurrir en los próximos meses", aseguró.
Oldrino afirmó que todo se negocia con el inquilino y el propietario, una vez que se firma el contrato se da por sentado que se aceptan las condiciones. "No todos están en condiciones de aceptar un reajuste semestral porque los ingresos no aumentan en proporción a la inflación", remarcó.
Con respecto a la demanda aseguró que es baja, aunque hay bastantes consultas. Remarcó que aunque hay necesidad de alquilar, la gente no puede cubrir las exigencias tanto de la inmobiliaria, como son garantías y costos, como del propietario.
"Las posibilidades de la gente bajan porque hay muchos que tienen recibo de sueldo pero actualmente tienen horas suspendidas, hay poco poder adquisitivo, lamentablemente se ve afectado todo. Es un impacto muy negativo", finalizó.