“La memoria del pueblo mapuche está viva en las mujeres”
La poeta mapuche - tewelche Liliana Ancalao se nutrió de las mujeres de su comunidad aborigen para autodescubrirse y defender los derechos de los pueblos originarios. En sus poesías y una entrevista, la escritora de 58 años repasa la deuda del Estado argentino con su gente y los valores que pregona.
El pueblo mapuche asentado en la Patagonia se caracterizaba por ser recolector y cazador, pero uno de sus rasgos más relevantes es la importancia que le daban - y le dan- al lenguaje y la literatura como un modo de preservación de su identidad.
La profesora en Letras y escritora mapuche - tewelche Liliana Ancalao, de 58 años, reconoce que es a través la escritura de sus poemas que hizo un autodescubrimiento de su historia, de su memoria y de sus antepasados para poder ser quien es hoy: una defensora de los derechos de los pueblos originarios.
Ancalao se inspiró en las mujeres de este grupo aborigen. Se valió de sus valores y espiritualidad para escribir su segundo y último libro de poemas "Mujeres a la intemperie - Pu Zomo Wekuntu Mew" (El Suri Porfiado, 2009) que trajo a San Francisco el pasado fin de semana para compartir con amantes del género literario en el Espacio Cultural Somos Viento. En ese marco, la escritora dialogó con VOZ MUJER.
La esencia de un pueblo contada por mujeres a través de una poeta.
- Te criaste en Diadema Argentina, un barrio petrolero de Comodoro Rivadavia, y uno piensa en el clima hostil y el aislamiento. ¿Eso te llevó a refugiarte en la lectura y la escritura?
Muchos mitos son los que rodean a La Patagonia y sus dificultades climáticas o la misma lejanía. Siempre fui una favorecida con la calefacción porque nunca pasé frío en casa, pero ese clima hostil que todos imaginan solo lo sentimos a la intemperie. Lo que me ocurre a mí es lo mismo que le pasa a los escritores que habitan en zonas frondosas. Escribir tiene que ver con la esencia misma del ser humano y con el deseo de expresar lo que se va viviendo.
- Sobre eso, el poema "Las mujeres y el frío" de tu segundo libro
"Mujeres a la intemperie - Pu Zomo
Wekuntu Mew" es un texto que revela las vivencias de las niñas en el sur como
la historia de tu mamá en el Cushamen.
Ese poema pertenece a un libro donde hago una especie de crónica de un viaje tanto interior como exterior que hice participando en ceremonias mapuches donde estuve acompañada sobre todo, por mujeres. Creo firmemente que la memoria de nuestro pueblo está viva en ellas porque los hombres tenían que dedicarse al trabajo o a otros espacios tradicionalistas, por eso lo escribí en idioma mapuche y la versión en español.
- ¿Cómo es la mujer mapuche?
La sabiduría y el modo de ver el mundo son muy parecidos en casi todos los pueblos originarios de América Latina. La mujer mapuche, en particular, es un ser de gran espiritualidad, con una gran relación con la tierra, mucho respeto y amor por la familia. Hoy su lucha es la visibilidad de los derechos del pueblo mapuche, demostrando interés como actora social relevante.
- ¿Es un pueblo patriarcal?
Esa es una idea occidental. Nosotros no tenemos un dios patriarcal con nombre masculino que domina el mundo y la primera persona en la Tierra, para nosotros, tampoco es un hombre. Eso ya te cambia todo tipo de idea respecto al lugar del hombre y la mujer. Las fuerzas a las cuales nosotros le "rezamos", por decir de alguna manera, son hombres, mujeres, jóvenes y viejos. Para nuestro pueblo, hombres y mujeres son valiosos por igual.
- ¿Qué otras características tiene tu comunidad?
Existe un respeto por los elementos de la Tierra y el universo, y por los intercambios entre los seres visibles e invisibles de todas las dimensiones del Planeta están encarnadas en los pueblos. Con mi escritura pude conectarme con poetas de otros pueblos originarios y ellos me demostraron que hay universos parecidos y paralelos.
Consolidar la propia identidad
"La mujer mapuche es un ser de gran espiritualidad, con una gran relación con la tierra, mucho respeto y amor por la familia", asegura la poeta Liliana Ancalao que se inspira en su pueblo para escribir
- ¿Cómo fortaleciste tu identidad?
Cuando era chica iba al campo de mis abuelos maternos en el corazón de Cuchamen. Para mí, ir a ese lugar no era más que una visita a un lugar durante las vacaciones de verano y vivía la vida mapuche sin reconocer que esa era mi verdadera identidad. En mi juventud empecé a atar cabos y en 1992 hubo un gran movimiento literario en La Patagonia donde todos los escritores se dispusieron a realizar una revisión histórica sobre la llamada Conquista del Desierto. En ese momento sentí la necesidad de consolidar mi identidad.
Mi primer libro de poemas que se llamó "Tejidos con lana cruda", surgió en 2001 y es donde el asombro fue mi fuente de inspiración y le escribía a cada cosa que amaba hasta que llegó el momento del autodescubrimiento y ahí nació la investigación sobre mi pueblo y mi segundo libro.
- ¿Qué deuda tenemos los argentinos con tu pueblo?
En La Patagonia se está difundiendo con mucha fuerza la identidad mapuche y los pueblos originarios pero en la Argentina aún no hay conocimiento de la cultura y las costumbres. Esto tiene que ver con el silenciamiento que hizo el Estado argentino durante mucho tiempo y el genocidio de nuestro pueblo.
- El caso Santiago Maldonado formó parte de una construcción de un relato sobre tu comunidad.
El de él (el joven artesano desaparecido y hallado muerto luego de la represión de Gendarmería en una protesta realizada por la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia de Cushamen) es un ejemplo de lo que vivió mi pueblo y cómo el Estado argentino contó un hecho trágico. Santiago estaba defendiendo la causa mapuche, nuestra tierra, nuestra historia.