La lluvia golpea a los lavaderos de autos y salva a los de ropa
Visitamos locales de nuestra ciudad que confirman que el mal clima extendido perjudica a algunos negocios y beneficia otros. En los lavaderos de autos aseguran que el mal tiempo y la inflación castigan la actividad. En el caso de las prendas, hay demora hasta dos días.
Las intensas lluvias que se registran desde hace varios días y que se extenderían hasta el viernes inclusive, trajeron un aumento en la demanda en los lavaderos de ropa y un importante descenso en el trabajo de los lavaderos de autos.
Los primeros tienen una mayor demanda tanto en el servicio de secado como en el de lavado. Mientras que los dedicados al lavado de vehículos, el mal tiempo se ha transformado en un problema para la actividad, además de los precios que se van retocando a medida que crece la inflación.
La lluvia y la inflación conspiran contra los
lavaderos de autos
Para lavar y secar ropa,
hasta dos días de espera
El refrán que dice "al mal tiempo, buena cara" parece que le cabe perfecto a aquellos que se dedican a auxiliar a las preocupadas amas de casa ante pilas y pilas de ropa que se van amontonando a la espera del sol.
"Sol Radiante" es un claro ejemplo de que en estos días el rubro trabaja sin descanso. Al menos así lo expresa su propietario, Ricardo Podadera. "Este clima nos sobrepasó la capacidad de trabajo. Esta demanda siempre se da cuando hay varios días de humedad, se amontonan pedidos porque la gente necesita la ropa y viene con mucha urgencia a tener su ropa limpia y seca 'para dentro de un rato'".
"La gente trae de todo, desde acolchados, frazadas, abrigos, ropa, ropa interior, etc", agregó Ricardo en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
El proceso de lavado y secado demanda un tiempo estimado de una hora y media por canasto de prendas, que se coloca en cada máquina para hacer el proceso y luego se trasladan a otra para el secado.
Ricardo Podadera confirmó la alta demanda en los lavaderos de ropa
Cada cliente, según indicó el entrevistado, "trae aquí a lavar y secar un promedio de dos a tres canastos, que demandan igual cantidad de lavados. En días normales, vienen por la mañana y se lo llevan por la tarde. De todas maneras, en días como estos de mucho trabajo, hay una demora de hasta dos días en algunos casos".
A partir de la sucesión de días nublados, Ricardo reconoció que "la demanda nos ha sobrepasado. Para normalizar la situación deberíamos contar con el doble de máquinas que las que tenemos. Nosotros tenemos en uso 8 lavadoras y 8 secadoras trabajando a full de 8 a 12 y de 15.30 a 19".
Marilyn Oreglia junto a una pila de ropa
que espera por lavado y secado
Una situación similar ocurre en "Lavarrap Roca", de Marilyn Oreglia, quien comentó a este diario que "estamos con trabajo a toda hora, pasando pedidos para varios días porque la demanda nos está excediendo. Hay días en los que llegamos a sacar todo lo que nos traen pero en otros ya no. Hacemos lo que se puede".
Recordó que "la gente que viene nos pide que tengamos prioridad con la ropa para los chicos, sobre todo los más pequeños porque luego de unos días ya se quedan sin stock y tienen que tener ropa limpia y seca para cambiarlos. En esta situación dejamos de lado la limpieza de acolchados y cortinas y le damos prioridad a lo que es ropa y sábanas. Al resto de las prendas las tomamos igualmente pero no damos un plazo de entrega inmediato".
La contracara, los lavaderos de autos
La realidad siempre tiene dos caras y en este caso, la opuesta a esta hiperactividad de los lavaderos de ropa lo exhiben los lavaderos de autos. La falta de sol y la excesiva humedad conspiran de manera directa contra este negocio.
Diego Besuzo, de Autolavado "El Sol", describió perfectamente el inconveniente que le genera el tiempo desfavorable.
"Hace 15 días que no entra un vehículo" dijo con total resignación para luego indicar que "no solo tiene que ver el factor climático sino que también conspira contra nuestra actividad que la situación económica del país ha hecho decrecer mucho la cantidad de personas que traen sus autos a lavar. Hace como cuatro a cinco meses que no se trabaja lo que se tiene que trabajar".
Diego Besuzo: "Hace 15 días que no entra un vehículo"
El entrevistado explicó que "estamos esperando que el tiempo mejore y seguro que cuando eso ocurra van a querer venir todos a lavar sus vehículos y los querrán de inmediato. Ahí vamos a tener el problema de la falta de tiempo, sobre todo en esta época del año donde oscurece más temprano".
Por su parte, Matías Peralta, de Lavadero "Benito", comentó que "hace una semana que no estamos lavando casi nada, salvo una que otra camioneta con barro, pero nada más. Tuvimos un pequeño momento de trabajo el sábado cuando salió el sol y ahí aprovechamos a lavar algo pero fueron pocos vehículos".
Matías Peralta. Los lavaderos de autos "estamos perdiendo mucho"
"Estamos esperando a que salga el sol para que podamos trabajar. Para nosotros es un problema si no hay buen tiempo porque no tenemos clientes".
Tal como ocurre en estos casos, dijo que "un sábado de sol trabajamos a full. Seguramente lavamos entre 20 y 25 vehículos mientras que en días de semana de sol lavamos alrededor de 10 autos. Con esta seguidilla de días nublados, húmedos y lluviosos estamos perdiendo mucho y por eso esperamos que el clima cambie pronto para que empiece a llegar la gente a lavar sus autos".
Precios
El precio de lavado y secado de cada canasto de ropa oscila entre los 140 y150 pesos mientras que si se busca solo el secado de prendas, se pueden conseguir entre 80 y 100 pesos por canasto.
Por su parte, el precio para el lavado de vehículo oscila según los lugares entre los 200 y los 230 pesos por automóvil mientras que para un utilitario o camioneta, el precio es de 250 y 350 pesos.
En todos los casos, además del lavado exterior, la tarea incluye el aspirado interior, limpieza de tableros y colocación de silicona en las cubiertas.