La influencer que no se cambió de ropa durante un mes como parte de un experimento
Marina Testino, hija del famoso fotógrafo de moda peruano, usó el mismo traje rojo. "Fue liberador y me sentí empoderada", aseguró.
Vestir siempre igual puede ser liberador. Eso es lo que se propuso demostrar la influencer Marina Testino a través de un particular experimento que llevó a cabo en Instagram: usar todos los días el mismo traje rojo, durante un mes. Lo llamó #Onedresstoimpresss (un atuendo para impresionar).
La joven de origen peruano es la sobrina del mismísimo Mario Testino, uno de los fotógrafos de moda más importantes del siglo XX (aunque últimamente caído en desgracia luego de varias denuncias de abuso sexual). Además, es diseñadora y creadora de la firma Point of View.
Según explicó, con su proyecto quiso también "plantear el debate sobre lo que parece ser una creciente obsesión por lo último" y romper con el tabú que está mal repetir vestimenta. "Cuando entré en la industria, sentí la presión de estar constantemente a la moda", contó.
Marina comparó vestir su traje rojo con "tener una pizarra en blanco todos los días para jugar con los accesorios". Un día lo llevó con un top negro y stilettos, otras con zapatillas blancas y remera. "Vestir una prenda con confianza destaca más que seguir la última tendencia", aseguró, quien declaró que se sintió empoderada y liberada durante el experimento.
En los últimos años, varias mujeres públicas comenzaron a romper la presión externa que existe para que no repitan ropa. Desde figuras de la realeza o de la política como la reina Letizia de España, la reina Máxima de Holanda o la primera dama local Juliana Awada hasta actrices de Hollwyood como Cate Blanchett o, el caso más extremo, la comediante Tiffany Haddish que asiste a muchos eventos importantes -inclusive los Oscars- con el mismo vestido blanco de Alexander McQueen de 4.122 dólares que se compró cuando daba sus primeros pasos en su carrera.
"El vestido me costó 4.000 dólares. Lo voy a llevar muchas veces. No me importa lo que diga la gente. De verdad ese recibo podría ser la entrada de un auto o una factura médica. Por mucho que alguien me diga que no debería llevar ese vestido más veces en público podés estar seguro de que me lo volveré a poner", contó en una entrevista cuando le preguntaron por qué repetía tanto el atuendo. Por otra parte, algo que jamás le cuestionarían a un hombre.
(Fuente: TN)