“La infancia que se calla”: una obra que llama a que los niños vuelvan a ser niños
Alumnas de cuarto año del profesorado de Nivel Inicial toman el rol de actrices para mostrar"las infancias" que no son una como a menudo se cree y reducidas a lo lúdico sino que tienen diversas facetas.
En el marco del ciclo Teatreando que se lleva a cabo en el Teatrillo Municipal, el jueves 28 de septiembre, a las 20.30, se exhibirá la obra"La infancia que se calla", del grupo Iniciales, de Escuela Normal Superior"Dr. Nicolás Avellaneda".
Alumnas de cuarto año del profesorado de Nivel Inicial toman el rol de actrices para mostrar"las infancias" que no son una como a menudo se cree y reducidas a lo lúdico sino que tienen diversas facetas.
Andrea Gargiulo, quien lleva adelante la cátedra llamada Educación Artística Teatro, lo define: intenta trabajar con lo expresivo desde lo poético, tomando conceptos académicos que se aprenden en el profesorado, con el fin,"que el mensaje llegue no sólo a los especialistas en educación sino a todos los implicados a las infancias".
"El objetivo de la cátedra -prosiguió- es manifestar las emociones y generarlas en el otro. Para que cuando ellas estén frente al aula puedan conectarse con las emociones de sus alumnos. Cada clase debería ser una puesta en escena en tanto que es más divertido que si me paro y te cuento o te repito un teorema. Se apela a lo creativo, a eso las oriento, para que lleguen al corazón de los alumnos".
Para la profesora es un problema creer"que los nenes por estar en la infancia son felices, y no tienen problemas... la realidad es que hay infancias que no son felices, y muchas veces son los mismos adultos los que influyen en esto sin saberlo. Por esto hay diferentes conceptos de infancia".
Representar las infancias
En este sentido, las infancias tienen que ver con las vivencias de los pequeños."A los niños muchas veces se los toma como adultos, se los viste de esa forma; las niñas cuando bailan en academias las visten como adultas y se mueven como mayores, y así todo. Lo mismo pasa, por ejemplo, en el fútbol. Hay entrenadores que les exigen como si fueran profesionales. Estas son algunas de las problemáticas, por eso tomamos distintas infancias para representar, como el trabajo infantil, que tiene que ver con darles responsabilidades que van más allá de lo que pueden absorber. Como cuando le dicen que por ser el hermano más grande debe cuidar a sus hermanitos, cuando en realidad sus responsabilidades deben ser otras", indicó Gargiulo
Otro de los enfoques es de no compartir momentos en familia, reemplazando el afecto por la tecnología,"le damos el chupete electrónico para que se calmen, como el celular, o la televisión. Los chicos cada vez miran más pantallas que ojos humanos", añadió.
"Representamos cuadros de la infancia, trabajamos con luces y sombras, la idea que quisimos representar es el alma de los chicos. Esto les llevó a las alumnas tener un trabajo corporal muy intenso, se transmite precisamente por el cuerpo más que por el gesto y la palabra", precisó sobre la actividad.
Asimismo, en la obra participan cuatro alumnas del Profesorado de Educación Especial, de segundo año,"intervienen para hablar de las infancias en la diferencia, hay chicos con capacidades diferentes, y ellas nos ayudan a ver qué pasa cuando, sin saber, les exigimos cosas que los exceden, o no les damos el tiempo suficiente para que puedan aprender y actuar".
"Ponerse en la piel del que recibe el maltrato"
El bullying está dentro de otra de las infancias."Pensamos que las agresiones siempre se dan entre chicos pero no, se puede manifestar con los adultos, cuando los rotulamos, 'este es el bueno o este es el que pega, este se porta mal o este se porta bien'. No hay una intención de dañarlos pero lo hacemos. Y mis alumnas sufrieron mucho porque tuvieron que ponerse en la piel del que recibe el maltrato y del que lo hace. Fue muy movilizante para ellas", dijo Gargiulo.
Asimismo, la hipersexualidad está en el abordaje."Está presente cuando se pone al nene como adulto, los padres que quieren que las nenas bailen y actúen, y las llevan de un casting a otro. O las visten o pintan como adultas. Y se les hace preguntas como tenés novio, o cuestiones por el estilo".
"Esas expectativas que ponemos en los chicos hacen que estén sometidos en vez de jugar que es lo que en definitiva importa para tener un desarrollo sano. El mensaje es dejemos a los niños ser niños. Lo que no implica sacarlos del contexto de la realidad, pero tampoco exponerlos a estímulos tan grandes que no pueden procesar. A veces, ni los adultos podemos. Y buscamos que los espectadores empaticen con esto que sucede".