La indiferencia, violencia sutil que puede llegar a matar
"Matalo con la indiferencia"... ¿Quién alguna vez no escuchó esa frase o la dijo?. La persona que tiene actitud de indiferencia hacia otro o hacia algo, no siente, no sufre, es neutra emocionalmente. Quien es víctima de esa indiferencia suele sufrir una profunda herida emocional e incluso consecuencias en la salud física.
La indiferencia es una forma de
violencia psicológica sutil que, aunque parezca exagerado, puede
anular a las personas, "matando" su autoestima y se convierte en
el peor de los castigos. Esto puede ocurrir en el ámbito laboral,
relaciones interpersonales, de pareja o de amistad.
¿Qué implica ser indiferente hacia otra persona?. ¿Cómo identificar a una persona que tiene actitud de indiferencia y enfrentarla?. La licenciada en Psicología, María Emilia Gobbo (MP-6876) explicó que la reacción de indiferencia "se da frecuentemente en un contexto donde también se presentan o se han presentado otras conductas hostiles como burlas, descalificaciones, gestos despectivos. Ser indiferente es una forma de anular al otro y despojarlo de su subjetividad. Es una modalidad muy sutil de violencia psicológica".
Cómo son las personas indiferentes
Gobbo explicó que las personas que adoptan este tipo de conducta hacia otro individuo "tienen rasgos patológicos en su personalidad como la envidia, los celos y la tendencia a generar vínculos de rivalidad u hostilidad".
"Suelen ser personas con rasgos narcisistas, por lo cual se comportan de manera arrogante, se sienten superiores a los demás y no respetan ciertas normas sociales de respeto y convivencia. Carecen de empatía y utilizan a otras personas para satisfacer sus propios deseos", dijo.
Agregó que estas personas "suelen manifestar indiferencia en general y oscilan entre la frialdad y el optimismo exacerbado o la manía. Se creen merecedores de favores y de la admiración y obediencia de quienes lo rodean. Por lo general el motivo que subyace a estas conductas es la competencia y una exacerbada ambición de poder".
Negar la existencia del otro
Las consecuencias emocionales en quien es víctima de indiferencia suelen ser serias. La licenciada Gobbo aseguró que las consecuencias "siempre van a depender de las modalidades de afrontamiento y de la fortaleza psicológica de quien padece este tipo de violencia".
Explicó que el ser anulado por otra persona "implica el negar la existencia del otro por lo cual es un ataque directo a su autoestima, la persona víctima de estos ataques puede llegar a dudar de su propio desempeño y de su salud mental".
"El objetivo de quien ignora al otro es desestabilizarlo y desequilibrarlo, y en muchas ocasiones lo logra. A nivel emocional puede generar diversas consecuencias como angustia, tristeza, incertidumbre y vergüenza, incluso la víctima puede llegar a sentirse culpable de la situación y replantearse aspectos de su propia identidad y personalidad. Si se trata de una persona muy vulnerable seguramente habrá manifestaciones y consecuencias a nivel físico, producto del estrés de esta situación", afirmó la licenciada.
Lic. María Emilia Gobbo
La indiferencia en el trabajo
La indiferencia es una actitud frecuente en ámbitos laborales cuando se produce mobbing o acoso laboral y suele darse junto a otras conductas hostiles, de manipulación o tendencia a la anulación del otro.
"Ante una situación como ésta es importante no perder el objetivo de nuestro trabajo y la función que cumplimos dentro de la institución y adoptar una posición de seguridad, confianza y fortaleza", afirmó.
Aseguró que muchas veces "personas con estas características necesitan límites marcados de sus compañeros o jefes y si el límite no es reconocido no debemos perder de vista nuestro objetivo. Entiendo que es importante no adoptar la misma postura que ellos y actuar con madurez y responsabilidad".
Diferencias entre la indiferencia y el anular al otro
Pero a veces ser indiferente no es tan malo, porque la indiferencia suele ser un mecanismo de protección. En este sentido, la licenciada Gobbo dijo que es "importante remarcar la diferencia entre ser indiferentes y directamente anular al otro".
"Podemos ser indiferentes ante alguna situación o algún aspecto de otra persona que nos daña y esto operaría como un mecanismo sano de defensa o protección, pero el anular al otro a través de la indiferencia extrema es un acto de violencia que siempre contiene la intencionalidad, consciente o inconsciente, de dañar al otro", remarcó.
Ser uno mismo y actuar con coherencia
Gobbo aseguró que no existe "ninguna fórmula o receta mágica para captar la atención de alguien que tiende a comportarse despectivamente hacia otros".
Aconsejó que para enfrentar la actitud de indiferencia de otros "es importante ser uno mismo, y actuar de manera coherente a nuestros valores y aspiraciones. Si una persona tiene actitudes despectivas o violentas, no es sano luchar por captar su atención o construir un vínculo con ella, ya que seguramente será un vínculo patológico".
"En muchas ocasiones no es posible tener un buen vínculo con todas las personas con quienes quisiéramos y es algo que debemos aceptar", finalizó.