La Escuela Normal, monumento histórico
La declaración de Monumento Histórico de la Escuela Normal es un episodio más que trascendente, porque rescata el perfil urbanístico de ese sector de la ciudad y porque ha sido fruto de la identificación plena de los alumnos con su escuela, valor de suma importancia para alcanzar el éxito en el proceso educativo.
El edificio de la centenaria Escuela Normal Nicolás Avellaneda de la ciudad fue declarado como Monumento Histórico Provincial por medio de un decreto de la gobernación que data de diciembre pasado pero se dio a conocer recientemente. Así, comunidad educativa de la querida institución de calle Rivadavia encuentra un motivo más de orgullo, entre tantos otros que cimentaron su prestigio en más de 105 años de existencia.
El dato particular de esta declaración es que surgió en 2016 de una iniciativa de los alumnos de sexto año de la institución. Se trató de un hecho para destacar, puesto que habla del sentido de pertenencia de los alumnos y de su identificación con los valores que pregona su escuela desde hace muchas décadas. La idea cobró cuerpo teniendo como objetivo central el reclamo de conservación del edificio histórico y evitar que en el futuro la construcción pueda modificarse en sus aspectos centrales. Se sumaron luego profesionales de la arquitectura apoyados en sus vínculos entrañables con la escuela y luego la acción legislativa que ponderó la investigación de los estudiantes y avaló el pedido.
Que el edificio de la Escuela Normal Dr. Nicolás Avellaneda sea hoy Monumento Histórico Provincial es un hecho que alegra a la comunidad toda, pero que también obliga a la reflexión sobre el cuidado que debe la comunidad tener para con sus construcciones más emblemáticas. Por cierto, no es el único emplazamiento en la ciudad que debiera ser preservado del crecimiento edilicio, no siempre homogéneo y respetuoso de la historia del patrimonio urbanístico.
En la ciudad hemos observado en los últimos tiempos cómo algunos edificios antiguos fueron demolidos. En otros, por fortuna, los desarrollos empresariales buscaron preservar fachadas de casas históricas, con lo que se preservó la imagen de antaño, adecuándolas a los tiempos actuales. Claro es que se trata de emprendimientos privados y no de edificios públicos. En este último caso, la acción estatal debe dirigirse de manera directa a la preservación.
En el mundo entero se protegen los edificios más representativos de una comunidad. La declaración de Monumento Histórico de la Escuela Normal es un episodio más que trascendente, porque rescata el perfil urbanístico de ese sector de la ciudad y porque ha sido fruto de la identificación plena de los alumnos con su escuela, valor de suma importancia para alcanzar el éxito en el proceso educativo.
En este punto, solo resta instar a que sean muchos más las construcciones que puedan ser declaradas como Monumento Histórico o bien que sean preservadas mediante la acción planificada del Estado. Un ejemplo de ello es el anhelo de que el Palacio Tampieri pueda ser recuperado en su totalidad y protegido para que sea disfrutado también por las generaciones que vienen.