La ENA monumento a la historia antigua y viviente
Al trabajo de la Comisión Patrimonial de la Escuela Normal que puso en práctica el sistema de visitas guiadas, ahora se le sumó el Fondo Antiguo un proyecto que rescató obras que perdurarán para siempre gracias a la digitalización.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Entrar a la Escuela Normal "Nicolás Avellaneda" es hacerlo a un lugar que es más que un edificio escolar. No solo porque en su entrada tenga un cartel en recordatorio de la declaración de Monumento Histórico (desde 2018) sino porque hay un entimiento y dedicación que se dedica a revalorizarlo.
Su historia no se estanca, en realidad, sigue en permanente cambio y desarrollo. El hecho de que sea un Monumento Histórico da un condimento especial porque es el único en la ciudad con este rango y asimismo forma parte del puñado que revisten la misma calidad en la provincia.
A la luz de estos acontecimientos surgió desde hace un año la Comisión Patrimonial formada por el Daniel Lario, Julia Ryser, Ana Ameri y Paula García Veritá que vela por las actividades que la escuela tiene en distintos eventos culturales y en revalorizar de forma permanente su importancia histórica.
El grupo forma un núcleo que no se encierra en sí mismo sino que quiere "transversalizar a todos los niveles del colegio la importancia del patrimonio y el carácter que tiene la institución".
Las cosas cambiaron en la escuela centenaria, "la gente se acerca más en el último año y los chicos tienen más conciencia del lugar donde están o el cuidado que hay que tener". Todos trabajan para que el edificio perdure en el tiempo pero no como un bloque de ladrillos donde los alumnos solo pasan sino como una entidad que abraza, contiene e involucra a todos los que se inscriben allí.
Así le dieron forma al proyecto de las visitas guiadas que tiene forma para desarrollarse en lo que resta de este año y continuar el entrante para revivir ese pasado y seguir hilando el presente histórico.
Un tour por la escuela
Era común que en el colegio llegaran contingentes de exalumnos para visitarla cuando las promociones querían recordar el lugar donde estudiaron tantos años. Pero no fue hasta hace mucho tiempo que esa idea se transformó en un proyecto institucional.
Una exalumna que ahora es docente motivó a sus estudiantes a ir a visitar ese colegio pero no por simple cordialidad sino como parte los contenidos pedagógicos que involucran enseñarle a los chicos y chicas acontecimientos históricos de nuestra ciudad.
Después de eso se pusieron a trabajar y llegaron a la conclusión que dadas las circunstancias y afluencia permanente de estudiantes las visitas debían tener días específicos. Cualquier persona o entidad puede acercarse a pedir información pero los "tours" solo se hacen dos viernes al mes entre las 16 y 18 de la tarde.
En ese momento, el patio está libre, los chicos en las aulas y aun los adultos del Nivel Superior no entraron a clases.
El camino transcurre por una recorrida alrededor de todo el colegio, incluso en la parte trasera donde ahora está la "parte nueva" que antes estaba poblada de ejemplares de ceibos. También pasan por el Laboratorio "Cecil Newton", el Museo Escolar, y es infaltable la llegada a la amplia biblioteca con su sala de lectura incluida.
El laboratorio "Cecil Newton" es uno de los espacios donde se hacen paradas especiales en las visitas guiadas.
Parada especial
Precisamente allí en la biblioteca hay que hacer una parada especial. Allí hay libros nuevos que los chicos usan todo el tiempo dentro de las aulas pero también otros que están en depósito, forman el archivo y también los pertenecientes al Fondo Antiguo.
Éste último es el proyecto que desarrollaron los estudiantes del Nivel Superior pertenecientes a la carrera de Bibliotecología donde Julia (la bibliotecaria) da clases también.
Ella reconoce que en la biblioteca de la Normal no hay códices ni tampoco pergaminos pero sí tiene sus propios lujos. Por ejemplo aun teniendo carácter escolar por tener más de 100 años hay obras literarias que se mantienen en buen estado y son del siglo XIX.
El objetivo de este espacio llamado Fondo Antiguo es puntualmente revalorizar esas obras antiguas que para ser parte deben ser anteriores hasta 1950. Los estudiantes hicieron en la carrera un relevamiento de qué obras son, sus contenidos, a quien pertenecían y se las sistematizó para luego digitalizarlas, un método mejor que el simple escaneado.
Como resultado han separado a la biblioteca en áreas. Por un lado está la ordinaria de todos los días a la que van los chicos, después los ejemplares que están en depósito y archivo cuyo uso es menos frecuente y finalmente las digitalizadas en el Fondo Antiguo que alcanzan las 1050.
A esto deben sumárseles las bibliotecas personales que tienen entre otros personajes relevantes a Cecil Newton o Maestro José Aristóbulo Aguirre que formó parte como autoridad de la institución. La Escuela Normal no se quedó con la simple chapa de ser una institución considerada por la provincia como Monumento Histórico, queda a las claras que ese solo fue su primer objetivo.