La diversidad se abre camino en localidades más pequeñas
Benjamín Gianastacio es el primer varón trans en Carlos Pellegrini (Santa Fe) que ahora luce orgulloso su acta de nacimiento acorde a lo que siempre sintió que era su verdadera identidad.
Benjamín Gianastacio nunca se sintió cómodo ni completo siendo mujer. Desde pequeño sintió que le gustaban las chicas y que su identificación con ellas no era una cuestión de empatía por alguien del mismo género. Su búsqueda no era externa sino interior y a medida que pasó el tiempo esa necesidad se fue haciendo más grande.
"Desde chiquito siempre me distinguí, éramos todas compañeras pero en mí estaba el nene", dijo al Portal Pellegrinense a quienes mostró por primera vez el acta de nacimiento donde ya no está más su "deadname" (el que le pusieron sus papás cuando nació y era una nena).
Su caso es el primero que se conoce en esta pequeña localidad del interior en la provincia de Santa Fe pero no es el único. "Benja" es parte de la gran comunidad trans que durante años luchó para que le sean reconocidos sus derechos, entre ellos, figurar en su partida de nacimiento y Documento de Identidad como realmente se autoperciben.
Un año de cambios
"No es que de un día para el otro me levante y diga ya soy Benjamín", expresó el joven, por el contrario su camino fue largo y pasó por diferentes etapas donde debió explorar y buscar el camino para sentirse bien consigo mismo.
"Desde chiquito siempre me distinguí, éramos todas compañeras pero en mí estaba el nene. Siempre me gustaron las mujeres y me llevó tiempo en soltarme", indicó. A medida que pasó el tiempo y creció la ropa de mujer como vestimenta le resultaba cada vez más incómoda.
Entonces tomó una gran decisión. Comenzó a vestirse como varón y a "sentirse bien", por eso cree que se está encontrando consigo mismo. De ahí que resaltó: "Me estoy encontrando con mi verdadero yo".
"Hice un cambio de vida literal, hace más de un año que vengo analizándolo, pensándolo, más que nada porque es una situación difícil de afrontar, no es que de un día para el otro me levante y diga ya soy Benjamín", puntualizó.
Fueron muchos días y tiempo pensando hasta que se acercó a la justicia a charlar y le explicaron el procedimiento. "Me elegí un nombre yo solo, y pude hacer los papeles. Ya tengo el acta y estoy esperando el documento".
Cariño ante todo
Benjamín nunca tuvo miedo de compartir sus deseos de indagar como se sentía más cómodo y los pasos que debía dar para eso. Le contó primero a sus amigos que "están al pie del cañón en todo momento".
También se lo comunicó a su familia, con quien tendió puentes de diálogo y obtuvo buenas respuestas basadas en el amor y el acompañamiento. Pese a esto no se puede suponer que todo sea entendido desde el comienzo: "Con la familia es difícil. Mi hermana me bancó siempre. Mi mamá no tanto, le cuesta mucho... pero mi viejo sí, me acompaña y acepta en todo. Obviamente que esto es lo que más me importa, porque las opiniones del resto no me afectan, porque trato de ser feliz nada más".
Lo que viene
El joven ahora con su partida y DNI que lo identifican como Benjamín va por un nuevo gran paso. Iniciará un tratamiento hormonal porque así siente que debe ser. Sus primeras averiguaciones y consultas fueron con médicos de la localidad y después se reunió con miembros del grupo trans de la ciudad de Rosario.
"Tenía muchas dudas, y la verdad es que ahora es todo más sencillo con su ayuda. Sé que voy a tener una transformación mayor, me va a cambiar la voz, me van a salir más vellos, se me formará distinto el cuerpo, ensanchará la espalda por ejemplo. Estoy analizando operarme las mamas, para que me las reduzcan del todo", indicó.
Cabe destacar que gracias a la ley 26.743 de Identidad de Género se pudo inscribir en sus documentos personales con el nombre y el género de elección y el tratamiento que encarará también está cubierto en los derechos de salud.
Camino a la aceptación
Después que empezó con todos sus cambios, a Benjamín "le costó muchísimo encontrar trabajo" como le ha sucedido a muchas otras personas que privilegian erróneamente los prejuicios.
Logró estudiar y recibirse de peluquero y ahora trabaja desde su casa o a domicilio pero lejos de quedarse estancado ahí también comparte otras tareas laborales. "También soy Niñero, cuido a una nena y a un bebé. Estoy muy agradecido por la confianza que me tiene la familia de esos niños, porque sé que hago bien mi trabajo, y ellos no juzgan esta cuestión de género, sólo ven la persona", relató.
La gente "hacía muchas suposiciones" y eso le complicó en algún momento la búsqueda laboral pero ante todo siempre tuvo el apoyo de su familia y los clientes que le permiten sostenerse económicamente.
Sin hipocrecía
El joven tiene la capacidad de no solo pensar en sí mismo, también comprende que hay muchas personas que les tomará su tiempo acostumbrarse que aquella nena pequeña no existe.
Ahora solo está Benjamín, un varón que necesitaba expresarse. "Yo entiendo que no es fácil acostumbrarse a llamarme con mi nuevo nombre. A mi familia, a mis tíos y a mis primos, les cuesta. Me vieron crecer de otra forma. Pero espero que de a poco se naturalice, que se acostumbren", agregó y continuó diciendo: "Yo me animé a la transformación, no fui hipócrita y esto es lo que soy. No podría intentar nada que no me haga feliz. Con la frente en alto, yo soy esto, Benjamín Gianastacio".