La discapacidad tiene cupo laboral en Arroyito
Esta ciudad de San Justo "hace punta" en la inserción laboral de personas con discapacidad. Mediante el programa Promover son 15 los jóvenes que hacen su experiencia laboral en el municipio o empresas de la ciudad. Apuestan a lograr su primer empleo formal.
Por Vanina Panero | LVSJ
Mediante el programa nacional "Promover", municipio y empresas generan igualdad de oportunidades a través de la inserción laboral de personas con discapacidad.
Desde la Oficina de Empleo y de Discapacidad y Accesibilidad, creada por la actual gestión que encabeza intendente Benedetti, brindan apoyo a los arroyitenses que necesitan tramitar su certificado de discapacidad y mediante una base de datos, le buscan un lugar propicio a los mayores de 18 años para realizar su primera experiencia laboral.
Entre el ámbito público y lo privado, actualmente son 15 los beneficiarios de este programa que consta de un entrenamiento laboral rentado, por el lapso de seis meses y 20 horas semanales.
De los 15, nueve se desempeñan en distintas dependencias municipales, cumpliendo así con el cupo del 4% del personal total, que establece la Convención Internacional de Discapacidad.
Según manifestaron desde la Oficina de Empleo, otras diez personas ya venían trabajando en el edificio municipal y actualmente cuatro están en proceso de evaluación para ser incluidos.
El resto, está distribuído en dos empresas de la ciudad: cinco de ellos en 8A y uno en Radio Cooperativa Cotramaa, contando con otro número de jóvenes en lista de espera para sumarse a alguna de estas pymes o particulares que ya manifestaron su interés en el programa.
En la radio se desempeña desde el mes de diciembre el joven Mario Stampanone, mientras que en enero se sumaron a la fábrica 8 A: Héctor Adrián Giussano, Mailén Kriger, Facundo Díaz Mandrile, Nicolás Schiavoni y Natanael Astudillo.
De esta manera, la ciudad "hace punta" en la inserción laboral de personas con discapacidad aunando esfuerzos entre lo público y lo privado.
En la fábrica de cartón corrugado son cinco los beneficiarios del Promover.
"El municipio es el puente para llegar a las empresas"
La coordinadora de la Oficina de Discapacidad, María Elena Moyano destacó el rol del municipio como "puente para llegar a las empresas".
"El primer paso fue la creación de la Oficina de Discapacidad desde la cual se realizó un censo con las necesidades de la población. A partir de allí se generó una base de datos, cursos y capacitaciones vinculadas a emplear personas con discapacidad, derribar mitos y miedos de las empresas", comentó.
"Se trató de talleres virtuales en los que participaron un promedio de 60 personas entre empresas e instituciones abocadas al trabajo de personas con discapacidad", añadió Moyano.
Por otro lado, la funcionaria municipal explicó que "desde la oficina se los ayuda a obtener el certificado de discapacidad y a su vez se busca un lugar propicio para que tengan su primer contacto laboral, ya sea en el ámbito público o privado".
Moyano resaltó que "La idea es encontrarle un trabajo formal, pero estas pasantías son el puente para llegar a las empresas".
El municipio también genera empleo a personas con discapacidad.
"Se realizan evaluaciones mensuales tanto con las personas incluidas como con las empresas para ver que dificultades están teniendo y cómo podemos ayudar. Desde el municipio también realizamos el acompañamiento para que los beneficiarios puedan perseverar, sea fructífero y exitoso y no sea una mala experiencia", sostuvo.
"Las familias están muy contentas porque era una gran preocupación poder insertarlos laboralmente; la devolución tanto de las empresas como de las áreas municipales siempre ha sido muy positiva", concluyó.
Adrián Guissano
tiene 32 años y desde 2015 está desocupado. En enero fue incorporado a la
fábrica de cartones corrugados donde desempeña diferentes tareas. Para él, esta es
la gran oportunidad de contar con un empleo formal. "Le estoy poniendo el mejor
empeño para lograr un trabajo en blanco. Si bien no soy tan grande, veo que la
mayoría de los chicos que trabajan ahí tienen entre 21 y 28 años". "Es la
oportunidad para ganarnos un trabajo formal"
En la radio
cooperativa, también dan lugar a la discapacidad.
Adrián valora mucho esta oportunidad porque reconoce que para ellos es difícil encontrar empleo. "Antes había llevado currículum a otras empresas pero no tuve suerte. Vivo con mi mamá y ella también está muy feliz. Mis padres muchas veces me acompañaron a buscar trabajo y es muy difícil conseguir".
A Adrián le diagnosticaron esquizofrenia en 2015. "Creo que es difícil conseguir trabajo porque muchos piensan que tenemos límites en las capacidades cuando en mi caso estoy medicado, controlado y puedo desempeñarme bien en cualquier trabajo", opinó.
"El hecho de seguir una rutina diaria de levantarme temprano y poder aprender ya es un gran paso", expresó Guissano.
Además resaltó la inclusión desde lo social. "No sólo trabajamos, sino que establecemos relación con los compañeros con quienes voy a jugar al fútbol los martes", contó Adrián.
"Cada cosa que nos dan es una alegría enorme: el uniforme de trabajo, los elementos de seguridad, el calzado; todo es una gran felicidad", expresó.
"Si bien en mínimo el ingreso, le ponemos todo para demostrar que podemos y ganarnos un trabajo formal.Estoy muy ansioso por conseguirlo", finalizó.
Más del 10% del
plantel que integra la empresa 8A son personas con discapacidad. La fábrica de
cartones corrugados cuenta con 43 operarios de los cuales cinco pertenecen al
programa Promover. De esta manera,
las hijas de Carlos Ochoa (fundador de la empresa ya fallecido) concretan el
sueño de su padre: generar igualdad de oportunidades. Así lo manifestó
Gabriela Ochoa a LA VOZ DE SAN JUSTO. "Mi padre siempre había tenido la idea de
incluir en la fábrica a personas con discapacidad, pero no se daba por las
dificultades que encontraba con los gobiernos anteriores, hemos enviado notas y
mantuvimos reuniones pero no se concretó". "Hay que dejar el
miedo de lado y apostar a
la inclusión"
Benedetti
recorrió la fábrica 8A junto a empleados y empresarios.
"Ahora podemos materializar esta iniciativa a través del programa nacional Promover y el acercamiento con el municipio que nos facilitó esta propuesta", resaltó.
Desde su experiencia personal Gabriela dejó un mensaje alentador para otros empresarios: "No hay que tener miedo, hay que apostar a la inclusión".
En este sentido, la empresaria arroyitense "con este gesto no sólo aportamos a la sociedad y nos sentimos mejores personas, sino que además aprendemos mucho de estos chicos, inclusive desde lo afectivo ya que generan un ambiente laboral muy agradable y tienen valores que hoy escasean".
"Más allá de la cuestión altruista, estos chicos tienen un valor productivo. Obviamente respetamos sus tiempos y condiciones, pero ellos saben que vienen a trabajar y las exigencias son las mismas para todos", reflexionó.
Al respecto comentó que los chicos reciben un aporte económico desde Nación y como extra, la empresa les paga de manera voluntaria, un bono de presentismo. "La mayoría necesita ese ingreso para sus gastos personales o colaborar en su casa con las familias", reconoció Ochoa.
Asimismo rescató el valor que tiene para estos jóvenes llegar a su casa con su propio dinero. "Nosotros le pedimos el CBU a sus padres para depositar el dinero, pero a uno de ellos se lo damos en mano, a pedido de su madre, siendo que para él es altamente gratificante llegar a casa con la plata que se ganó con su trabajo. Para ellos todo tiene un plus".
Consultada sobre el desempeño de los jóvenes, la empresaria admitió que "superó nuestras expectativas. Luego de un tiempo lógico de aprendizaje el rendimiento es similar al del resto de sus compañeros".
Posteriormente reconoció que fue todo un desafío para la empresa incluir a estos jóvenes, sobre todo para los encargados y los mismos compañeros.
"Si bien nosotros decidimos la incorporación los que trabajan y comparten el día a día son sus compañeros. Realmente nos sorprendió la paciencia con la que le enseñaron y como lograron integrarlos al grupo. Nuestro personal entiende que son jóvenes que necesitan trabajar, al igual que todos", manifestó.
Finalmente anticipó que evalúan la posibilidad de incorporar a alguno de ellos a planta permanente una vez que concluyan los seis meses del programa o de renovarles la pasantía, en otros casos.