La cuarentena la animó a grabar su primera canción
Chiara Baudracco Ray atravesó el aislamiento con su guitarra y así surgió Amarillo,No; su primer tema compuesto por ella.
Los adolescentes, así como los niños y los adultos mayores, son los que vivieron esta pandemia de una manera muy especial. Lejos de sus pares, apegados a la computadora y a las redes sociales, ellos atravesaron los días más duros de la cuarentena.
Chiara Baudracco Ray, de 17 años, buscó la forma de aprovechar el tiempo y se refugió en la música. De esas intensas jornadas, la joven compuso "Amarillo No", su primera canción que se animó a grabar. "Es un tema donde se entremezclan algo de pop y de rock pero que rompe todos los esquemas y modismos que estamos acostumbrados en la música de nuestra ciudad", aseguró Chiara.
La joven sueña con una carrera profesional en la música
Música en cuarentena
"La cuarentena hizo que pudiera dedicarle tiempo a las cosas que me hacen feliz. Pude relajarme y conectarme conmigo misma. La guitarra fue mi mejor aliada. Pasé días sentada en mi habitación disfrutando de mi música y cantando a dúo con mi padre", contó Chiara a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Según palabras de su autora, Amarillo No es una canción atravesada por el desamor, el engaño, el abandono. "Al principio, me inspiré en una situación personal luego, sentí que muchas personas se iban a poder identificar con este tema y quise expresar lo que significa el desamor para mí"
"El significado del nombre lo dejo a criterio del oyente. En sí, es algo personal. Prefiero que cada uno lo interprete a su manera y le den el sentido que quiera. Las primeras líneas y composiciones surgieron zapeando melodías".
Esta canción de la adolescente nacida en Córdoba Capital pero que vive desde niña en nuestra ciudad, aseguró que su nueva canción "al ser guitarra y voz, es difícil encuadrar la canción en un estilo. No quiero encapsular un solo género, pero si tuviera que elegir uno sería pop rock".
Sobre el proceso de llegar a grabar y producir un videoclip, Chiara comentó que contó con el apoyo y respaldo de su familia que apoya su carrera en la música. "Mis padres siempre me apoyaron y me alentaron en seguir mi sueño. Me acompañaron en todo el proceso y me ayudaron a conseguir los medios para poder grabar el tema. Primero, buscamos diversos estudios de grabación hasta encontrar el indicado y luego realizamos lo mismo con los fotógrafos para llevar a cabo el videoclip. Fue un éxito porque pude trabajar con gente muy buena onda con la compañía de la familia y los amigos"
Como adolescente, la música fue un gran escape durante la pandemia. "Todos sufrimos haber perdido uno de los mejores años de nuestras vidas, y quizá la mayoría no tuvo oportunidad de profundizar sus sueños y pasiones encerrados dentro de sus casas, pero para mí fue un golazo. Tuve tiempo para descansar y enfocarme en mis metas".
Y así surgió esta canción. "Años atrás me hubiese aterrado muchísimo la idea. Hoy por hoy, fue lo mejor que me pasó en la vida. Realmente cumplí el primer escalón de mi sueño y es lo que más felicidad me da en el mundo. Es todo lo que quiero para mi vida. Pasó todo tan rápido que aún no me hago la idea de lo grande que fue este primer empujón. Me encanta poder mostrar mi música al mundo y que algunas personas puedan identificarse con ella", explicó la adolescente.
Empezar de niña
Para Chiara, la música está presente en ella desde muy niña: "Desde que tengo memoria la música estuvo en mi vida. En mi casa siempre está presente, no puede faltar. Cuando era niña era muy inquieta y cuando mi padre se ponía a cantar y zapear la guitarra yo me relajaba o intentaba sacársela de encima diciendo ´¡Ahora me toca a mí!´ . Nunca lo dejaba en paz".
"La mayoría del tiempo sonaba rock nacional, yo bailaba, actuaba y cantaba los temas apasionadamente. Siempre me encantó todo lo relacionado con el ambiente de la música", contó Chiara. .
Nacida en Córdoba Capital, vivió allí hasta los 7 años. "En esos momentos era cerrada ante el mundo y solo mi familia sabía que me encantaba la música. De Capital nos mudamos a Capilla del Monte, en las sierras donde mi madre había vivido de chica. Si bien ya no era tan cerrada ante el mundo, seguí teniendo vergüenza de desenvolverme y mostrar mi voz. Me animaba únicamente a tocar el piano en muestras escolares porque me importaba mucho lo que los demás pensaran de mí", relató la joven.
"Todo cambió cuando a fines de 2014, a los 11 años nos mudamos a San Francisco. Sabía que era mi oportunidad para comenzar una vida nueva desde cero. De a poco dejé todos mis miedos e inseguridades atrás y crecí mucho como persona y musicalmente también. Seguí estudiando piano, comencé canto y guitarra. Aunque quien mejor me enseñó sobre guitarra siempre fue mi padre porque él me transmitió la magia, la fuerza y el sentimiento en cada canción que sonaba".
Estudiante de quinto año del Instituto Fasta Inmaculada Concepción, Chiara aseguró que cuenta con el apoyo de amigos y familiares. "Mis compañeros me alientan a seguir adelante porque saben todo lo que significa la música para mí. Siempre me tiran buenas vibras y se alegran por mis logros", afirmó.
Luego de Amarillo No, el camino está allanado para esta adolescente que quiere abrirse camino en la música. "Pienso en seguir componiendo mis canciones y actuando en fiestas o bares, donde me sigan invitando. También me gusta actuar, bailar. De niña fui a teatro y me propuse que al terminar el secundario comenzaría clases de baile. Sé que de grande voy a vivir de la mano de la música, sea de la forma que sea. Es mi pasión y no me imagino trabajando de algo que no sea eso", concluyó.