La conmovedora historia de una mamá que decidió donar los órganos de su hija
Alfonsina Bordese tenía 23 años cuando murió tras un accidente de tránsito en febrero de este 2018. Sus padres decidieron donar sus órganos para salvar cuatro vidas. Su mamá, María Eugenia, contó cómo fue ese doloroso proceso.
Fue una decisión de amor en medio del dolor más grande del mundo que es perder un hijo. El "Sí" de su familia salvó la vida de cuatro personas, en las que ella sigue viviendo. María Eugenia Merlini, la mamá de Alfonsina Bordese -la joven de 23 años que murió tras sufrir un accidente con su motocicleta en febrero de este año- relató la decisión que tomó junto a Miguel, el papá de la joven, de donar sus órganos luego que le declararan muerte cerebral.
En el Día Nacional de la Donación de Órganos, celebrado ayer, Eugenia incentivó y concientizó sobre la importancia de la donación a través de su testimonio.
"Ante el dolor piensen que pueden dar vida, donemos los órganos, donar es dar vida y hay mucha gente que lo necesita, que están esperando durante mucho tiempo", afirmó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO y AM 1050.
Merlini aseguró que la muerte de su hija marcó su vida pero no la rompió. "Mi camino es de otra manera ahora, pero no está roto", señaló.
Comentó que la primera pregunta tras lo sucedido fue: ¿por qué?, ¿por qué su hija? ¿por qué a ellos?
"Ahora ya no es esa la pregunta sino que es ¿para qué?, si ese para qué era para donar esos órganos, para esas cuatro vidas que se prolongaron más allá de ella", agregó.
"En ese momento dije yo no puedo hacer nada por mi hija, pero si puedo hacer algo por otros, es lo que ella quería, es lo que le enseñé", indicó sobre la donación de órganos. "Una familia en ese momento escuchó que sonaba el teléfono y le dijeron prepárense porque hay un órgano para su hijo. Hay familias que llevan años esperando", manifestó Eugenia.
Honrar la vida
En otro momento de la entrevista, la mujer sostuvo: "Honro los 23 años de una hija maravillosa, y la mejor manera es honrando la vida por los que quedan, por ella que ya no está, con la esperanza algún día de volver a reencontrarnos; tengo que vivir y la fuerza no es otra que el amor, es lo que mueve al mundo, esto no se puede entender desde otro lugar que no sea desde el amor, somos todos hermanos", indicó consternada.
María Eugenia relató luego que cuando estuve en el Hospital Iturraspe "salí y vi la ambulancia que trajo el Incucai, me acerqué y vi a un señor y le dije: 'Usted es el chofer, tenga cuidado en la ruta porque lleva para mí la carga más preciada del universo'; el señor agachó la cabeza y me preguntó 'usted es la mamá'".
Sobre la decisión, la entrevistada contó: "Sé que hay un período en el que hay que esperar, en el que se constata que efectivamente el donante tiene muerte cerebral y que ya no hay nada para hacer, no es que sacan los órganos sin constatar".
"Es tan doloroso aceptar que se van y la donación te permite pensar que un poco de ellos está aún acá. Recién pude despedirme de ella en el momento en el que vi la ambulancia salir por el portón del Hospital, así sentí que se iba. Cuando el médico me preguntó si era donante me dijeron que yo dije que sí enseguida. Ese sí no fue mío, sino que pienso que fue más de ella que mío", destacó, asegurando que es doloroso explicar la sensación de perder un hijo: "Cuando te toca a vos, lo doloroso es la respiración a tres cuartos, me falta un cuarto y me va a faltar el resto de mi vida. Lo doloroso es pensar en una vida tan joven con tanto por delante. Toda una generación se terminó con ella".
"La gente tiene que tomar conciencia que cualquiera de nosotros puede necesitarlo, no solamente ser donante sino también ser receptor", afirmó.
Más información
Por otro lado, la mamá de Alfonsina advirtió que todavía hay mucha desinformación con respecto a la donación de órganos, sobre cómo hacer para ser donante.
Recordó que su hija la noche anterior al accidente "estuvo hablando sobre la donación de órganos en una sobremesa y no era muy común tocar el tema, si bien se hablaba. Esa noche hizo mucho hincapié sobre lo que poco que se difundía y se insistía en hacer el trámite para decir que uno era donante".
"Hay mucho mito sobre esto, por eso creo que hay que educar, no hay mucha información por eso es muy difícil", finalizó, sin antes agradecer al Hospital J. B. Iturraspe afirmando que está "muy bien preparado para acompañar a los familiares y también su equipo médico para llevar adelante los operativos de ablación".
El caso
Alfonsina perdió la vida luego de protagonizar un accidente en avenida Rosario de Santa Fe al 1100, tras perder el control de su motocicleta y caer violentamente al pavimento. En ese momento, no llevaba puesto el casco de seguridad.
"Ojalá tuviese la oportunidad de preguntarle '¿por qué no te pusiste el casco esa noche?'", sostuvo Eugenia, quien instó a los motociclistas a usarlo pensando en resguardar su vida y la de su familia.
El Senado aprobó ayer por unanimidad y giró a la Cámara de Diputados un proyecto de ley que establece que todos los ciudadanos mayores de edad serán donantes a menos que manifiesten su voluntad de no serlo. En el marco del Día Nacional de la Donación de órganos, la llamada "Ley Justina", en homenaje a la niña de 12 años que falleció el año pasado por no recibir un trasplante de corazón a tiempo, fue aprobada con 68 votos y enviada a la Cámara baja para su sanción definitiva. "A través de esta ley estamos avanzando en acciones directas y eficaces para procurar la agilización y simplificación de muchos de los conceptos que hoy tiene la regulación", afirmó el presidente de la Comisión de Salud del Senado, Mario Fiad (Cambiemos). Fiad indicó además que "más allá de que tenía 58 firmas de senadores, el proyecto se enriqueció, se le ensamblaron cosas que faltaban como la donación renal cruzada, el implante de células y se pudo finalmente tener un dictamen de consenso". Por su parte, el senador Juan Carlos Marino (Cambiemos), que presentó el proyecto impulsado por los padres de Justina Lo Cane, consideró que "esta es una ley que va a dar un cambio de paradigma" porque "Argentina se va a convertir en un país líder en América en lo que tiene que ver con la donación de órganos". "Esto nace desde el dolor más profundo, que es perder una hija. Ella nos dejó una enseñanza, previendo el final, cuando le dijo a su 'papá hagan lo que puedan por los demás'. Los padres no se encerraron en el dolor y el luto, lo transformaron en esperanza, en solidaridad", sostuvo Marino. El proyecto modifica la actual ley 24.193 de trasplante de órganos, de manera que toda persona mayor de 18 años será considerada como donante a menos que manifieste voluntad en contrario, lo que implica que tampoco serán los familiares de alguien fallecido los encargados de autorizar la donación. "Podrá realizarse la ablación de órganos y/o tejidos a toda persona capaz mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de oposición a que después de su muerte se realice la extracción de los mismos", señala el proyecto. La iniciativa también impondrá la obligación a los profesionales médicos de notificar al Incucai los tratamientos de diálisis que le realicen a un paciente, o cuando le indiquen la realización de un trasplante. También establece que para asegurar la calidad de todo lo relativo a donación y trasplante, se deberá destinar como mínimo un 20% de los recursos del Fondo Solidario de Trasplantes a capacitación. El Senado aprobó el proyecto de "Ley Justina"