La caricatura, la otra manera de decir las cosas
El arte visual satírico es una de las formas de expresión que llevan al límite a personajes y situaciones. En medio de la pandemia y los puestos en las decisiones de los políticos de turno, Fabián Zaccaria se anima a "dibujar" la otra mirada.
Por Stefanía Musso
El 20 de marzo Alberto Fernández se puso la cinta de capitán de la selección argentina y empezó a jugar su partido más difícil.
El contrincante, llamado coronavirus, llegó a su territorio para darle pelea. Pero entre toque y toque, Alberto para la pelota de la pandemia y espera poder finalmente patearla afuera de la cancha.
Así, con el bigote remarcado, guitarra en mano y sonriente, la caricatura de Fabián Zaccaria dice tantas cosas como las que el presidente pronuncia en conferencia de prensa.
En esta mezcla lograda entre la realidad y la sátira, las caricaturas - y principalmente las políticas- se convierten en un medio poderoso de comunicación en tiempos de crisis y aunque estos dibujos parecen haber pasado a segundo plano por la fotografía y otros recursos del diseño gráfico, están hoy ante un nuevo resurgir.
"Alberto está parando la pelota que es el coronavirus, frenando al virus porque la batalla no está ganada, pero logró frenar la curva y le puse la cinta de capitán porque para mí se puso la 10 en todo esto", dijo el caricaturista Zaccaria a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Su trabajo es realmente exquisito. Cada día en su muro en Facebook, el artista de 42 años nacido en Lanús Oeste, en el conurbano bonaerense de la provincia de Buenos Aires pero adoptado sanfrancisqueño, invita al público a viajar a través de sus ilustraciones de la actualidad que ofrece la plataforma Netflix como los noticieros y otros programas.
Sabe que, con su lápiz y un papel, puede dar vida - irónicamente- a cualquier personaje que se le cruce en su camino. "La caricatura tiene un rol muy importante ya que no es meramente el dibujo de un rostro exagerado, sino que a través de ella sin necesidad de un texto que acompañe la imagen, se puede enviar un mensaje claro y directo utilizando diferentes elementos en la composición o simplemente con algún guiño que connote alguna característica del personaje a dibujar", expresó Zaccaria.
"La caricatura es un lenguaje totalmente visual. En algunos casos puede enviar un mensaje al espectador e interpelarlo y en otras ocasiones puede ser una simple interpretación gráfica del artista sobre el personaje", agregó.
Informar, prevenir y concientizar
Su ilustración del presidente interpela y hace reflexionar no solo sobre lo que ocurre sino también sobre el rol de la caricatura en estos tiempos difíciles. "La caricatura desapareció de los medios gráficos debido a la importancia que tomó la fotografía, lo que hizo que junto a la ilustración pasen a un segundo plano. En estos tiempos de pandemia la caricatura puede transmitir un mensaje informativo, preventivo y concientizador al ser un medio gráfico y quizás puede tener un impacto más profundo que un texto, por ejemplo, ya que es entendible y accesible para todo tipo de público", dijo el dibujante.
La caricatura del presidente de la Nación Alberto Fernández por Fabian Zaccaria
La caricatura y la política
Los chistes y la caricatura política son un discurso retórico con una clara intención humorística y política al mismo tiempo. Es ocurrente y gracioso, reflexivo y alarmante. Significa decir las cosas de otra manera.
En su ilustración del presidente, el artista se tomó algunas licencias jugando al límite de la burla pero sin humillar. La caricatura, una vez más, es elemento: "Por el hecho de ser un dibujo se toma ciertos atrevimientos que quizás no se dan en la fotografía y te permite crear situaciones irreales y hasta incluso ofensivas hacia determinado personaje, por lo cual muchas veces está sujeta a la censura como pasó con la revista Humor en nuestro país, cuna de inmensos caricaturistas argentinos, donde se satirizaba sin ningún tapujo a los protagonistas de la dictadura militar. La caricatura siempre fue un instrumento para ilustrar a la camada política a lo largo de la historia", apuntó Zaccaría.
Pero, ¿se estigmatiza al dibujado? La caricatura provoca y también crea reacciones buenas y malas de un lado y del otro. "La caricatura no discrimina. Es más bien inclusiva ya que la misma se puede aplicar y siempre se hizo a diferentes estratos sociales y a personalidades de los más diversos rangos, conocidos o anónimos. "Desde una buena caricatura se puede ver el alma del personaje, o sea, ver la esencia de la persona retratada", aseguró el artista.
Con el sello Zaccaria
Fabián Zaccaria tiene un estilo propio que lo diferencia de otros caricaturistas. "Me gusta trabajar con la composición del personaje, hacer una buena búsqueda de fotografías para lograr una buena caricatura y sobre todo trabajar con el contexto del mismo, trabajar con sus manos, su cuerpo y no solo focalizarme en el rostro"
Para lograrlo, juega con los elementos del pasado como el lápiz pero también se anima a lo digital: "Utilizo lápiz de grafito hasta técnicas más complejas como los acrílicos, las acuarelas, pasteles tiza, carbonilla, lapicera, marcadores, lápices de colores y coloreado digital. Por lo general trabajo bastante variado, pero disfruto mucho trabajar a lápiz en blanco y negro".
Fabián lleva su arte a los veranos de Carlos Paz
Un modo de vida
Desde barrio Jardín hace 5 años, acompañado por su compañera Paola Porporatto y su hijo León (6), el caricaturista recordó que la pasión por el arte satírico comenzó desde muy chico cuando se topaba con los kioscos porteños que lo sorprendían con las tapas de las revistas Humor o Satiricón, o los álbumes de figuritas de futbol de los '80. "Me fascinaba esa forma de representar los personajes de manera distorsionada y exagerada. De ahí en más recuerdo volver loca a mi mamá para que me compre esas en las ferias para copiar las tapas hasta el cansancio", recordó.
Por aquel entonces conoció el trabajo del afamado caricaturista Luis Ordoñez en la televisión, pero por su corta edad y los costos, no podía acceder a los cursos.
Fue entonces que se apropió de lápices y papeles y solo, empezó a practicar y aprender la técnica de la caricatura.
Con retratos de amigos y familiares, el pulso de Zaccaria se fue puliendo hasta que tuvo la oportunidad a los 20 de cursar junto al artista Luis Retta. "Él fue quien me dio la oportunidad de empezar mi trabajo en Buenos Aires durante 15 años y hacer 15 temporadas de verano en Villa Carlos Paz, así como colaborar con editoriales como lo hago hasta la actualidad".
Su trabajo está plasmado en colaboraciones editoriales como la revista Barcelona, medios gráficos deportivo, y en decenas de libros nacionales y también en el extranjero como Puerto Rico y México, así como también retratos en eventos sociales y empresariales.
La caricatura es para Zaccaria su modo de vida. "Vivo de esto, es mi forma de vida y mi trabajo. Doy clases, ilustro y disfruto porque tal vez se pueda vivir sin la caricatura, pero la vida con ella es mejor", concluyó.