Kioscos y pequeños almacenes, los más golpeados por el aislamiento
Los efectos económicos de la cuarentena empiezan a preocupar. La restricción en la circulación quitó a los pequeños comercios de barrio clientes mientras que aquellos con "más espalda" ganan nuevos compradores que dejaron de ir al supermercado para evitar el contacto con otras personas. En estos tiempos se crisis se venden más pan, fideos, arroz y cigarrillos.
Graciela es propietaria de proveeduría Mercurio, un establecimiento comercial ubicado sobre Bv. Roca al 1400, en barrio Vélez Sarsfield.
La comerciante reconoció que la actividad en estos días de pandemia se redujo y decayeron mucho las ventas.
A la restricción a la circulación se le sumó el decreto municipal que estableció que este tipo de comercios tienen permitido funcionar entre las 9 y las 18. "Con esa medida se redujo notoriamente la actividad. Nosotros acatamos porque entendemos que se ponen para cuidar nuestra salud. De todas maneras, vemos que clientes que antes venían más seguido ahora lo hacen una vez al día", explicó.
Graciela, almacenera
Además, reconoció que lo que está ocurriendo "es muy triste" porque "no sabemos bien qué va a pasar. Esperemos que se encuentre una solución para que todo vuelva a la normalidad".
La almacenera se mostró preocupada por la disminución en las ventas y los gastos que deberán afrontar al finalizar el mes. "Nosotros tenemos que seguir pagando todos los impuestos, contribuciones y servicios. En este caso, somos responsable inscripto, tenemos que pagar al contador y el resto de los impuestos. Actualmente no vemos un beneficio para nosotros tal como ocurre con los monotributistas a quienes se les está dando una ayuda", afirmó Graciela.
Una situación similar está atravesando Emilio Virano, de Maxiquiosco El Bulevar, ubicado sobre bulevar Sáenz Peña 1114, frente al Colegio Fasta Inmaculada Concepción.
Emilio Virano, de Maxiquiosco El Bulevar
En su caso, reconoció que "estamos trabajando menos" porque "la gente tiene la costumbre de ir al supermercado" en detrimento de este tipo de establecimientos de menor tamaño.
La inactividad escolar también influye de manera negativa en la actividad del comercio ya que "por la falta de clases no tenemos los estudiantes que a diario venían a comprar y eso se siente mucho".
Pese a la baja en las ventas, tal como ocurre en el resto de los casos, el peso que representa el pago de los servicios a la hora de hacer números que justifiquen la actividad es algo que preocupa mucho al comerciante. "Yo pago 25.000 pesos mensuales de energía eléctrica y eso no se suspende. Ahora dicen que no la van a cortar por tres meses pero eso no es solución porque en 90 días tendré que juntar 75.000 pesos para pagar la factura. A esto se le suma el pago de 7.000 pesos de monotributo como categoría E que en estos meses no vamos a llegar a facturar el monto correspondiente a esta categoría porque no vendemos nada".
El kiosquero pidió que a los de su rubro sean tenidos en cuenta con alguna medida. "Que se nos contemple en alguna situación especial. De todas maneras, como siempre lo hacemos, vamos a seguir trabajando mientras podamos".
Fernando Fiore es proveedor de sándwiches de miga y pebetes. A diario recorre largas distancias en un utilitario transportando su mercadería a distintos clientes ubicados en diferentes puntos de la ciudad.
En este caso explicó que "la venta disminuyó fácilmente un 70 por ciento" y justificó esta estimación al señalar que "no hay gente en la calle y la mercadería que yo elaboro normalmente es consumida por los niños y adolescentes, sobre todo que concurren a las escuelas de la ciudad. Al no haber clases la venta decayó notoriamente".
Pan, fideos y cigarrillos
En los comercios de mayor superficie se advierte que la situación es más favorable a partir de contar con una mayor afluencia de clientes que, aprovechan la proximidad a sus domicilios para realizar la compra diaria. Pero en los últimos días, los clientes cambiaron su perfil de compra. Las bebidas alcohólicas, gaseosas y fiambres fueron cambiados por pan fresco, facturas, fideos y arroz.
En la Proveeduría "Dani", ubicada en avenida 9 de Septiembre
681, su propietario Daniel Bordón contó
que tras la restricción se observó un incremente en la clientela. "Muchas
personas nos dicen que no quieren hacer cola en un supermercado y vienen a
comprar al negocio. En estos días se ven caras que antes no se veían y seguro
que es por ese motivo", agregó.
Explicó luego que estas personas "aprovechan para hacer compras de productos esenciales. Entre los productos de mayor salida se encuentran: pan, facturas, fideos y arroz. "Estamos viendo que la gente compra más pan que antes. Nos estamos dando cuenta que artículos como los fideos y el arroz tienen más salida que antes y además esto pasa porque estamos recibiendo a personas que antes no venían a comprar".
Marcelo Plano es el propietario de Kiosco "El Busca", de 9 de Septiembre 2173.Para el comerciante no contar con tanta competencia abierta incrementó la cantidad de clientes. "Creo que el secreto de una mayor venta está en que tenemos una amplia oferta y una variada gama de productos que atrae a mucha gente", sostuvo.
Entre los productos con mayor venta dijo que "nuestros clientes se inclinan por los típicos de almacén como son mermeladas, harina, masitas y aceite".
Pero otro de los que suben al ranking de más vendidos son los cigarrillos. El comerciante confirmó que se incrementó la demanda de este producto. El aislamiento y permanecer en casa hizo que se dispararan los cuadros de ansiedad y nerviosismo.
Con respecto a la modificación en el horario de atención, Plano dijo que "se sigue trabajando bien, esto no influyó en absoluto en una baja en el número de clientes".