Juegos de mesa en familia: diversión y aprendizaje asegurados
En los últimos años las pantallas y la tecnología fueron ganando terreno sobre los juegos de mesa. Hoy es común ver a la familia, chicos y grandes, cada uno por su lado hipnotizados con algún juego en la televisión, la computadora o el celular. Pero la magia de la familia reunida alrededor de una mesa, un juego que todos elijan y comida rica para compartir no reemplazará nunca a los juegos no virtuales.
Los juegos de mesa son mucho más
importantes de lo que parece porque brindan múltiples beneficios
tanto para el aprendizaje como la adaptación social y el refuerzo de
los vínculos familiares.
Existe una variedad significativa de juegos en los comercios, también se los puede construir en forma casera y se convierten en un gran regalo en este Día del Niño que promete diversión para toda la familia.
La psicopedagoga de la Universidad del Salvador, Liliana Diez (Mat.-140574) afirmó que los juegos de mesa "no solo son pasatiempos para distraerse y divertirse, también activan el aprendizaje y la adaptación emocional y social".
En cuanto al aprendizaje explicó que "pueden ser educativos y desarrollan habilidades sensoriales, motoras, de pensamiento matemático en el uso del cálculo mental, aritmética, geometría, o juegos que activan la inteligencia lingüística, al leer y comprender, ampliar el vocabulario, o también los que fomentan la memoria al tener que recordar nombres, dibujos o lugares, la creatividad al imaginar y crear y la concentración al estar en el momento presente con todas las luces y evitar distractores".
"Otros juegos permiten desarrollar un pensamiento crítico o potencian la organización o la resolución de problemas -añadió-, todo juego supone un problema a resolver donde se activan las competencias para valorar la situación, manejar los propios recursos y tomar decisiones para lograr el objetivo, en el famoso 'Ta Te Tí' vivenciamos este aprendizaje de ensayo y error".
Mejoran la conducta
A nivel emocional, se vivencian muchas y diversas situaciones para mejorar y adecuar la conducta de los niños. Al respecto la psicopedagoga recordó que en los juegos de mesa, "no solo se gana, también se pierde y se aprende a tolerar la frustración y se acepta que la vida no es como uno la piensa, la vida y los juegos nos dan sorpresas, no podemos controlar todo y así aprendemos a afrontar los problemas y los fracasos, mejoramos la autoestima a través de cada logro, victoria o sensación de éxito y aprendemos a no sufrir si no conseguimos ser los primeros o lograr el éxito esperado".
Agregó que otro beneficio "es que ayuda a tomar decisiones, analizar múltiples alternativas de respuestas y elegir la adecuada, se aprende a aceptar limites, a cumplir reglas, a tener paciencia, a esperar y respetar turnos, a compartir, a cooperar, a trabajar en equipo, a vencer la timidez, a controlar o encausar la actitud ferozmente competitiva, a modificar los comportamientos poco elegantes hacia los derrotados, entre otros factores del nivel social. Hay juegos en los que se coopera entre los jugadores, trabajar en equipo y ayudarse unos con otros. Todos tienen que comprender, aceptar y hacer cumplir las normas".
"Es indispensable para las relaciones sociales -remarcó Diez-. Los niños descubren que hacer trampa, al final no es divertido, posiblemente se quede solo y no quieran más jugar con él. Así va construyendo la idea que respetar las normas hace la vida más sencilla y justa, respetar normas con pensamiento crítico no sumisión".
"Los juegos de mesa no solo son pasatiempos para distraerse y divertirse, también activan el aprendizaje y la adaptación emocional y social... Enriquecen los vínculos familiares, pues todos se divierten, están reunidos, se miran a los ojos, están relajados, sin tiempo, se hablan, es un verdadero momento de encuentro familiar".
Estrechar vínculos familiares
La psicopedagoga manifestó que los juegos de mesa "enriquecen los vínculos familiares, pues todos se divierten, están reunidos, se miran a los ojos, están relajados, sin tiempo, se hablan, es un verdadero momento de encuentro familiar. Los padres disfrutan de sus hijos y los hijos adquieren habilidades sociales, emocionales, conocimientos, sin darse cuenta que están trabajando para ello". "Los lazos que se establecen son muy fuertes, ayudan al conocimiento mutuo, al respeto, a crear recuerdos positivos que los guardaran en su corazón para toda la vida. Los niños se encuentran con los padres solo para ellos y eso es vivido como algo genial", destacó.
Por otro lado añadió: "Sería muy lindo que los juegos de mesa esten incorporados en todas las escuelas, en las aulas y en las bibliotecas, pues sin darse cuenta están jugando y aprendiendo contenidos pedagógicos en forma divertida y eso hace que los conocimientos se fijen más intensamente. Recordemos que la inteligencia es la capacidad de relacionar, de adaptarse a lo nuevo y se desarrolla en base a la curiosidad. Los juegos son altamente motivadores para que se active el aprendizaje". Recordó que se pueden "encontrar juegos de mesa para aprender matemáticas, juegos con palabras, juegos ortográficos, ortomemoria, juegos que enseñen historia, geografía, juegos que desarrollen la concentración, las funciones ejecutivas del cerebro, la destreza manual, discriminación visual". "Jugando se trabaja la autonomía personal, ser responsable de sus actos y decidirse a realizarlo con los medios que dispone, luego de evaluar si las consecuencias de sus acciones son las deseadas. Se asumen riesgos y se activa la autoconfianza, habilidades necesarias para la vida", dijo Diez.
¿Qué debemos evitar o hacer los adultos al jugar con los chicos?
"Al jugar con los niños los adultos podemos ser facilitadores para que aprendan a regular su conducta, respeten pautas según su edad, respeten el turno, respeten al otro, frenen sus impulsos, disfruten de jugar. Es conveniente suspender el juego si la conducta del niño es negativa", aconsejó la psicopedagoga.
Remarcó que los adultos "acompañamos a que resuelva problemas, a que se esfuerce. Podemos elogiar la conducta positiva, sus logros y limitar la conducta negativa, recordar que es un juego y que está aprendiendo y necesita orientación y acompañamiento".
Aseguró que es importante "evitar burlas, desvalorizar su conducta y menos aún su persona, tenemos que cuidar mucho las palabras que decimos, no es lo mismo decir sos torpe, a decir tu conducta es torpe. Lo que tenemos que intentar es potenciar las buenas conductas desarrolladas en el juego, elogiarlas, remarcarlas, para después ir desterrando las conductas negativas por medio de un constante diálogo y mucha paciencia".
"A veces tenemos que cambiar nuestra conducta inadecuada y usar estrategias basadas en el refuerzo positivo, acompañando en la frustración o nerviosismo, enseñando a que tome conciencia de esa emoción, la comprenda, le ponga nombre y acepte perder con dignidad y ganar con gentileza, disfrutando del juego, del proceso y entendiendo que el esfuerzo puede cambiar los resultados en el próximo juego", dijo.
A jugar, también los grandes
La psicopedagoga aclaró que los juegos de mesa "no son solo para los niños también los adultos aprenden mejor cuando se divierten, por eso en el taller de memoria y autoestima realizamos juegos de mesa como memotest, ludo memo, memoria de elefante, dominó, escoba de quince, triple bongui, Triomino, Tutifruti, entre otros. La memoria es la capacidad cognitiva que más se trabaja en cualquier juego de mesa, tenemos que recordar las reglas, las partidas anteriores, recordar lo que aprendí de mis errores y aciertos. Estas habilidades luego se trasladan a otras experiencias". Diez afirmó que los juegos en las pantallas son más atractivos aunque tienen como riesgo el aislamiento. "Los juegos en las pantallas estimulan distintas aéreas o sentidos como el visual y el auditivo. Por ello un niño con déficit de atención puede concentrarse más tiempo con una pantalla, solo que tenemos que buscar los juegos adecuados para que poco a poco adquiera mayor concentración voluntaria y no olvidar el control del tiempo expuesto a la pantalla", dijo.
Sin embargo advirtió: "Los riesgos son el aislamiento, juega con la pantalla no con otro niño y esto no ayuda a desarrollar habilidades sociales. Otro tema es la adicción, el cerebro le pide jugar como el ver una serie, luego otra y otra, cuesta ponerse limites o la falta de diversidad de actividades".
A qué edad comenzar a utilizarlos
"A los dos años y medio o tres años, según la personalidad del niño, si es más atento, o si logra quedar sentado, pueden reunirse en la mesa a jugar, armar rompecabezas, encastrar figuras, leer cuentos y colocar el imán que corresponda, jugar al memotest de animales con pocas fichas", aseguró la psicopedagoga Liliana Diez.
Aclaró que los juegos de mesa reglados "corresponden a los seis o siete años pero hoy hay niños de cuatro o cinco años que se adaptan a las reglas. Luego se pueden utilizar hasta los 107 años".
¿Cómo elegirlos?
Para elegir juegos de mesa tenemos que tener en cuenta la edad, los intereses, la personalidad, el tipo de conducta que manifiesta, si necesita aprender a concentrarse, a recordar, a operar con los números, aprender palabras en ingles, ampliar el vocabulario, leer, la destreza en la coordinación ojo mano, en fin hay juegos para desarrollar habilidades y otros para activar las que están más dormidas.
"Los juegos de mesa pueden ser una manera divertida para que los chicos que presentan dificultades de aprendizaje o de atención, adquieran habilidades para observar, leer, comprender, desarrollar el pensamiento crítico, para las matemáticas, para los tímidos leer y representar un dígalo con mímica. Algunos juegos se pueden emplear desde los tres años solo que modificaremos las reglas, es decir su grado de dificultad aumenta con la edad", afirmó la psicopedagoga.
Sugerencias
Hay varios juegos que pueden elegirse para compartir en familia como: Juegos de memoria, Memoria de Elefante, Dominó, Palitos Chinos, Jenga, Tangram, Quién es Quién, "Ta Te Tí", rompecabezas, Burako, Burakito, Pallana, cartas como chinchón, escoba de quince, dados como El Piojo que tiene que llegar a 100 puntos, tira un dado y suma puntos hasta cuando quiere pero si le sale uno pierde los puntos de esa mano.
Dados con dibujos y tiene que construir historias con esas imágenes, Story Cubes, ¿Los ves?, Cante Tutti, Gimnasia para el Cerebro, Arma Palabras, Scrabbel, Ahorcado, Tutifruti y cambia los criterios de animal, color, lugar, por cosas azules, cosas de madera, marcas, comidas. ¿Y vos... quien sos? y los famososs Ludo, La Oca y la Lotería.