Judeoespañol: por una lengua integrada, no impuesta
El escritor de nuestra ciudad, Adolfo Kuznitzky, se refirió a "la imposición del español como lengua oficial y acto de autoridad".
Este viernes, en el marco del 8º Congreso Internacional de la Lengua Española (Cile) se realizará la charla "Perspectivas del judeoespañol: lengua y comunidad", a las 15.30 en el aula magna de la Facultad de Derecho de la UNC.
El abogado y escritor de nuestra ciudad, Adolfo Kuznitzky, quien ha investigado sobre el uso del lenguaje, resaltó la importancia de que en el evento se aborde esta variante de la lengua, como un ejemplo de integración a través del idioma.
Kuznitzky se refirió a "la descripción de las características que hacen a este dialecto. Para ello, debemos pensar en las palabras que hicieron al mismo evento que se realizó en la ciudad de Rosario, en 2004. Allí, se rezó la siguiente frase: `Somos lo que somos y hablamos lo que hablamos porque los sabios judíos de la Corte de Alfonso el Sabio impusieron el castellano como lengua del pueblo en vez del latín, la lengua de la clerecía a la redacción de la historia y las leyes de Castilla´. Esta cita nos muestra diferentes aspectos de la historia de los judíos españoles que no pueden dejarse de lado".
El escritor local explicó que "un aspecto muy importante a tener en cuenta es la imposición del español como lengua oficial y acto de autoridad. Esto no significa la creación del español dado que la formación de un idioma es un largo proceso histórico que ya existía al momento de su imposición y los aportes lingüísticos de su creación provienen de diversas fuentes idiomáticas, algunas que no son romances como es el caso del árabe".
Además, "es fundamental tener en cuenta que los judíos de Castilla tenían un papel civilizador y docente, similar al que en otras partes de Europa desempeñaba el clero y esto explica que a partir del siglo XIII la lengua vulgar sustituyera al latín en los actos administrativos y jurídicos, y éste sería el origen del castellano clásico", añadió.
Del exilio a los estudios académicos
Sobre el uso del judeoespañol, Kuznitzky manifestó que "esta es la lengua que hablaron los judíos durante su exilio a partir de 1492, lo que de alguna manera demuestra su amor por lo que consideraban su verdadera patria. La brecha de varios siglos produjo en su manera de hablar varios efectos y entre ellos es que se tornó arcaizante por su detención en el tiempo lo que impidió la renovación permanente de todas las lenguas vigentes, además de la costumbre de incorporar ciertos vocablos de los lugares de exilio".
Por ello, el judeoespañol "quedó congelado en el tiempo, los españoles no tenían más judíos y se olvidaron de sus judíos. Sin embargo, luego se enteraron con extrañeza de que fuera de la Península muchos miles de personas hablaban español. El hecho que lo certifica es cuando tropas españolas al mando del general O'Donell desembarcaron en Marruecos y quedaron asombradas al ver salir de las calles unas gentes andrajosas que las ovacionaban en un castellano un poco raro. Allí los españoles `redescubren´ a sus judíos", relató Kuznitzky a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Este reencuentro "hizo que se fomentara el interés académico por los estudios hebraicos y entre ellos a los medievalistas y especialistas en historia de la literatura; por ello es una oportunidad que se trate este dialecto en el Congreso de la Lengua Española", concluyó.