Investiga las causas de su hijo muerto en accidente por temor a que cierren el caso
Carolina Castro Manisse, la mamá de Nicolás Martorell, lleva adelante su investigación para saber qué pasó el día de su muerte. "Estoy armando el rompecabezas de la muerte de mi hijo", confiesa.
Carolina Castro Mannise es la madre de Nicolás Martorell Castro, el joven de 19 años que falleció el 14 de enero pasado en un accidente de tránsito. En esa oportunidad, acompañaba en una motocicleta a un menor de 14 años que protagonizó un choque con un automóvil en la esquina de las calles Lima y Salta.
A casi cuatro meses de lo ocurrido, su familia dijo no tener acceso a la causa motivo por el cual se encaminó a buscar la verdad.
"A mí me mataron a mi hijo, lo sé y por no saber qué pasó me siento agredida en mi propio dolor", expresó Castro Mannise en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, quien aclaró: "Tengo que transformar esto en Justicia y que mi hijo no sea un número más en la estadística".
Papeles y más papeles acompañan un portarretrato de Nico sobre la mesa. Con convicción y fuerza tomó la decisión de convertirse en querellante particular en la causa: "Lo hice para poder determinar lo que pasó hace casi cuatro meses y no quedarme en mi casa llorando la muerte de mi hijo. Saber lo que ocurrió implica enfrentarme a respuestas para las que una no está preparada y pueden no ser agradables, pero necesito la verdad porque se va a cerrar la causa y se van a olvidar de Nicolás".
Nicolás Martorell Castro tenía 19 años
La investigación
Carolina contrató a dos abogados, fue a la casa de los vecinos del lugar donde ocurrió el hecho, recurrió a la amiga que visitó Nicolás antes del accidente, consiguió las fotografías de ese trágico momento y pidió la historia clínica de su hijo cuando fue asistido en el Hospital Iturraspe. Un trabajo arduo y doloroso para una madre que debería estar en duelo pero para ello necesita respuestas.
"Tuve que inmiscuirme en cosas que son realmente dolorosas y que no debería hacer por eso pregunto. ¿A quién corresponde el trabajo que estoy haciendo yo? Soy la persona damnificada y tengo que ir casa por casa preguntando qué pasó con Nicolás. Este es un trabajo de la fiscalía (a cargo de Bernardo Alberione) que entiende en la causa, no mío", apuntó Castro Mannise.
En la búsqueda, Carolina recibió a su celular una fotografía de su hijo recién accidentado y tendido en un mar de sangre sobre una vereda tras el choque; luego, a un mes de ocurrido el accidente se cruzó el auto (un Citroën C4, color gris plata) involucrado circulando en la calle totalmente arreglado, conducido por quien chocó a su hijo, como si no hubiera sido parte de una fatalidad.
"En la fiscalía nadie me pudo dar explicaciones por qué liberaron el vehículo. Mis abogados me explicaron que si el fiscal considera que ya tiene todas las pericias tomadas, lo puede hacer. Lo que yo no entiendo es porqué fue tan rápido todo y si son suficientes las pericias, ¿por qué nadie me dice qué pasó y por qué mis abogados no pueden acceder a la causa porque hay secreto de sumario? Eso es porque el conductor del auto aún no declaró".
Pero no es todo, ya que surgen más preguntas para Carolina: "¿Cómo puede ser que no hayan encontrado testigos para decir qué pasó si por la hora y la época que era había mucho movimiento en el lugar? ¿Cómo la policía pudo tomar mal los datos de mi hijo y del conductor de la moto? Mi hijo se murió y nadie hace nada", recriminó.
"Esto es horrible para mí, porque no es mi función. Estoy armando el rompecabezas de la muerte de mi hijo pero no puedo acceder a más información", afirmó.
Las revelaciones
Sin conocimientos médicos o judiciales, Castro Mannise dio su opinión de lo que pudo haber ocurrido. "Uno de los detalles es que los chicos iban por su mano y no podrían haber circulado a alta velocidad porque según pude averiguar, a la moto se le salía la cadena y por eso no podían ir fuerte por lo que el auto que los impactó si iba rápido ya que terminó muy delante del cruce de la calle. El auto chocó la pierna de Nico, porque tal como se ve en las fotos, hay restos de tejido de él en el guardabarros; otra cosa es que mi hijo perdió muchísima sangre en el impacto contra la casa por calle Salta porque la dueña de esa propiedad me dijo que estuvo dos semanas limpiando", narró.
Nicolás tuvo quebradura expuesta de tibia y peroné de su pierna derecha, quebradura de cadera y traumatismo de cráneo. "Mi hijo nunca pudo coagular su sangre. Soy uruguaya, tengo una amiga médica en mi país y ella me explicó que estaba muy grave, tuvo una falla multiorgánica por los politraumatismos y no sobrevivió", denunció Castro Mannise.
Pero el dolor se agudizó en esta mamá cuando quiso donar los órganos de su hijo y los médicos le dijeron que no era posible. "Más dolor me provocó eso y peor aun cuando mi amiga médica me dijo que el último electrocardiograma que le hicieron a Nicolás mostraba un corazón en perfecto estado".
La madre encuentra contención y la fuerza en sus hijos más chicos, su actual pareja y Nicolás que está vivo en ella. "Él era un boxeador de la vida; lo llevaba tatuado en el pecho y lo era. ¿Cómo voy a bajar los brazos si el me alienta a saber la verdad?".
Sin casco
El joven no llevaba casco al momento del accidente y Castro Mannise reconoce que debería haberlo tenido, pero manifestó que hay que ir más allá de usar o no protección. "Es importante pensar en cómo conducimos; qué hacemos así fuera en bicicleta, en moto o en auto. No podemos focalizar todo en el casco, hay que ir más allá; tenemos que frenar en las esquinas, ir más despacio porque no podemos hacer volar a una persona por el aire como pasó con Nicolás y estamparlo contra una pared. Hay que pensar cómo conducimos, ser responsables y cuidar al otro para evitar más pérdidas", concluyó.