Infancia Segura se abre a la región para prevenir accidentes en los jardines
La fundación San Francisco para relevar riesgos de accidentes en instituciones y en ese marco advirtieron que la electricidad y los juegos infantiles constituyen la principal amenaza para la seguridad de los chicos.
on el firme objetivo de promover la prevención de accidentes en la escuela, la Fundación Infancia Segura trasciende las fronteras de la ciudad donde nació: Arroyito, y sale a la región a relevar establecimientos educativos, capacitar a docentes y dictar talleres a los niños.
Si bien ya estuvieron recorriendo algunas instituciones de la región, el viernes se hicieron presentes en el jardín de infantes de la Escuela Rafael Núñez, de San Francisco, lanzando de manera oficial la presencia de la fundación en el departamento San Justo.
"Creemos firmemente que los accidentes son predecibles y evitables en un 99,9 %, que la prevención y la educación es la única herramienta para evitar accidentes y fatalidades infantiles", expresaron a LA VOZ DE SAN JUSTO Iván y Luciana, los papás de Alejo Orellano, el pequeño de 4 años que en 2013 sufrió un accidente fatal en el jardín de infantes José María Paz de Arroyito. Perdió la vida al caérsele encima una bobina de papel de 80 kilogramos.
Sus padres se pusieron a trabajar y tomaron la decisión de convertir el dolor en acciones de amor. Surgió así esta labor social que llegó a ser una fundación: Infancia Segura.
Electricidad y juegos, los principales riesgos
Consultados sobre los accidentes más comunes o las causas que pueden generar accidentes en los jardines de infantes, Iván comentó que "las cuestiones eléctricas son generalmente las más riesgosas, ya que con el paso del tiempo, las instituciones van sumando aulas, aires acondicionados por lo que línea eléctrica se satura y eso exige realizar revisiones de los tableros eléctricos, diyuntores, salvavitas, para verificar que todo esté en condiciones para nuestros niños".
"El faltante de matafuegos, barrales antipánico, la superficie de los vidrios, la ingeniería de los juegos, son otras de las cuestiones que más se ven en las instituciones", continuó.
Por su parte, Mario Cotella y Nicolás Magnaldi, técnicos superiores en Higiene y Seguridad que trabaja con la fundación, manifestaron que "en los jardines de infantes, los juegos son los elementos más riesgosos en general, ya que seguramente los ha elaborado algún padre o los han adquirido en una herrería, por lo que no cumplen con una reglamentación acorde".
Al respecto, los profesionales explicaron que "que si bien en nuestro país no existe una reglamentación al respecto, en Europa sí, y si uno toma eso como base los juegos están fuera de cumplimiento: son muy altos, no tienen baranda o los espacios son muy abiertos".
En este sentido, manifestaron que "nuestro trabajo es hacer una inspección visual de cada establecimiento y detallar en cada punto si ´aplica´, ´no aplica´ o ´no corresponde´. A cada ítems que ´no aplica´ le hacemos una observación y una recomendación para poder corregirlo. Luego se notifica a la dirección a través de la fundación para realizar las mejoras necesarias".
"Allí empieza un trabajo conjunto con docentes, directivos y padres, con un seguimiento durante todo el ciclo lectivo para buscar las alternativas que permitan encontrar paliativos o bien soluciones definitivas a las problemáticas identificadas", agregó.
Ya se ven cambios
Los integrantes de la Fundación Infancia Segura destacaron que "gracias a Dios y al trabajo que venimos haciendo, se han cambiado mucho estas cuestiones en Arroyito, sobre todo lo que hace a la ingeniería de los juegos y tableros eléctricos".
Según relevamientos realizados por la fundación en todos los jardines de infantes de esa ciudad (a través de 62 preguntas, distribuidas en tres aspectos fundamentales: familias de peligros, aspectos asociados y condiciones edilicias), las condiciones de cumplimiento en normas de seguridad pasaron del 21% en 2014 al 62% en 2016.
En memoria de Alejo. El niño murió en 2013 cuando una bobina de papel se le cayó una bobina de papel encima.
Para que no haya otro caso Alejo
El 13 de mayo de 2013 Iván y Luciana perdieron a su hijo Alejo Orellano, que con solo 4 años falleció luego de que una bobina de papel de 80 kilogramos se le cayera encima mientras se encontraba en el jardín de infantes José María Paz de Arroyito.
"Alejo fue víctima de la falta de información sumado al descuido, y la ausencia de medidas de seguridad en las escuelas", afirman desde la fundación.
Sin quedarse de brazos cruzados, Iván y Luciana ahora ayudan a que no le ocurra a otro niño la fatalidad de su hijo.